El último guerrero
Sinopsis de la película
Una nueva era está a punto de comenzar en Europa del Este. Los escitas, guerreros orgullosos, casi han desaparecido, y los pocos descendientes restantes se han convertido en despiadados asesinos mercenarios. Lutobor, es un guerrero que se ha involucrado en conflictos intertribales y que emprende un peligroso viaje para intentar salvar a su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Skif aka
- Año: 2018
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
5
68 valoraciones en total
Algo cortito.., si viste aquella de El señor de las bestias en los 80, o después y te gustó, e incluso al leer el título, la recuerdas, esta te va a gustar (no salen las comadrejas, lástima).
Épica, salvaje, mitológica, mágica, entretenida a rabiar si no tienes nada en mente, únicamente disfrutar de casi un par de horas de entretenimiento.
Ray Donovan (se parece mogollón) reencarnado en Veles (un dios ruso estilo Hulk que aplasta), todo mezclado con historia, mitología y acción, con personajes muy decentes, y bueno, que la recomiendo, leñe, tiene hasta una fotografía excepcional, que es lo que le gusta a la abuela, lo malo es la sangre, pero si yo me río ella también.
Ah, los primeros 20/30 minutos son algo sosos, supongo que hubo recortes de metraje para el viaje a occidente.
Wolf.
Desde luego no es una película deslumbrante, pero ha sido un buen descubrimiento. Es entretenida, la ambientación oscura y desaliñada muy lograda, las peleas no son absurdas e infantiles, en resumen, está bastante bien.
Me recuerda al guerrero número 13, y está muy por encima de muchas películas de Hollywood mucho más conocidas como el guía del desfiladero , el remake de Conan , el rey escorpión , furia de titanes , dioses de Egipto y tantas otras sólo aptas para adolescentes con pocas luces.
Esta es la historia de Lutobor y Marten, dos improbables aliados que recorrerán las tierras que unen Europa y Asia en busca de una mujer y un niño secuestrados y también algunas respuestas. Nos encontramos ante una cinta de sangre y espada muy al estilo El guerrero número 13 o La Legión del Águila , y en esta ocasión nos adentraremos en el folclore escita. Conoceremos a los temibles berserkers, que bebían de pócimas secretas para ser poseídos por un espíritu animal que los convertía en salvajes guerreros, juramentos a dioses antiguos y rituales de desafío, cuerpos cubiertos por pintura de guerra y ceniza.
Resultan refrescantes los deliciosos movimientos del cuchillo de Marten al despachar a sus enemigos, los cuales, lejos de caer en la vulgaridad que suele empañar este tipo de producciones, le otorgan un gran carisma a este personaje. No tan así como con Lutobor, que quizá es algo estereotipado y plano, aunque cumple suficientemente bien con su papel protagonista. Pese a tratarse de una historia muy simple, está muy bien trabajada y mantiene un ritmo lo bastante bueno como para que no decaiga el interés en ningún momento.
Debo decir que me he llevado una grata sorpresa, ya que no esperaba que esta cinta del país de la kalinka y el vodka fuera sino un fácilmente olvidable blockbuster barato, y me he encontrado con esta muy decente producción.
Película rusa de época que narra las aventuras de los últimos escitas. Con un notable diseño de producción, así como una potente puesta en escena, viene a representar lo que el nuevo cine ruso es capaz de crear cuando mete dinero y escarba en su cultura ancestral. No tengo forma de saber si todo lo representado a través de esa estética de sangre y mugre refleja el modo de vida de la época, allá por el siglo IV o V de nuestra era, pero que hay un trabajo de ambientación muy cuidadoso es innegable, y apuesto a que el trabajo de documentación histórico también es jugoso. No obstante, y ya lo he notado en otras producciones rusas, falla en aplicar ritmo a la cinta, que sufre de altibajos demasiado acusados, a lo que contribuye una banda sonora de corte tribal que no siempre resulta apropiada, y en lo confuso de algunas escenas de lucha. Muy a destacar, por contra, el diseño de vestuario, que por momentos recuerda a lo visto en producciones de género post apocalíptico, y la curiosidad de que las máscaras tribales me recordaron a las que usan los miembros del grupo metalero Slipknot. Si les gustan las recreaciones de culturas antiguas con toda su crudeza y violencia, no encontrarán la épica de Braveheart o Gladiator, pero sí un producto digno y bien facturado que les acercará al mundo eslavo, sus mitos y leyendas.
No sé qué tienen los films, llamémoslos heroicos, que llaman enseguida nuestra atención. Puede que la legión de magos, guerreros, elfos, trolls, orcos, brujas y gigantes con un solo ojo nos guiñen un ídem provocando que enfaticemos con toda la retahíla de personajes que pueblan esos universos sacados la imaginación de sus autores. La ficción, cuanto más increíble mejor, nos fascina hasta el punto de crear una adoración que se convierte en culto y que cuenta con infinidad de seguidores.
Tenemos la suerte de que los protagonistas de ese tipo de películas no tienen por qué ajustarse a ningún patrón histórico, aunque mantienen una seria de sencillas premisas que hacen que las historias sean sumamente simples, reflejando todas y cada una de las características, tanto buenas como malas, de la naturaleza humana.
Lutobor es un soldado al que le secuestran a la esposa y a su hijo de pocos días. Emprende un peligroso viaje junto a un guerrero escita llamado Weasel, para salvar a su familia. Son enemigos y rezan a diferentes dioses, pero juntos deben embarcarse en esta tarea. Se dirigen hacia el último refugio de los escitas, en lo que parece ser su inevitable desaparición.
Por poner un ejemplo y aunque parezca una exageración, imaginad que juntamos todos los episodios de Juego de Tronos (Game of Thrones. David Benioff y D.B. Weiss, 2011) en 105 minutos. Una locura, estaréis pensando y en realidad es así. El ritmo frenético de la cinta intenta explicarnos toda una serie de luchas por el poder en una sociedad, situada en Eurasia Central, en la que tener la supremacía es el único objetivo, llevándose por delante todo lo que se mueva. El aluvión de imágenes que llega hasta nosotros la hace algo difícil de seguir, aunque el guion, de Vadim Golovanov y Rustam Mosafir, está muy bien estructurado sin poder ponerle ningún tipo de reproche.
Naturalmente, los mamporros están garantizados, siendo uno de sus puntos fuertes las acertadas y numerosas coreografías dónde veréis miembros volar, electrizantes luchas cuerpo a cuerpo y esplendorosos campos de batalla. Tenemos por tanto que destacar a los departamentos de efectos especiales y de maquillaje, por la cantidad y calidad que pueblan toda la cinta.
Como nos gusta siempre mirar debajo de la alfombra, destacar algunos guiños, no ya a films de manufactura similar, sino incluso a personajes universales del cómic que nos harán dibujar alguna que otra sonrisa.
En los papeles principales tenemos a Aleksey Faddeev como Lutobor, un invencible guerrero con más músculos que, Kinnikuman. Seguidamente y como contrapunto tenemos a Aleksandr Kuznetsov que interpreta al atractivo personaje de Weasel. El resto cumple correctamente sin poder destacar a nadie en particular.
Vamos acabando ya indicando la prescripción para todos aquellos amantes del cine épico. El hecho de que el origen del film sea ruso no cambia para nada la percepción final de un producto muy elaborado, con una gran y a la vez simple historia, y con un final algo abierto que da la impresión de futuras secuelas.
http://www.terrorweekend.com/2018/12/skif-review.html