El territorio de la bestia
Sinopsis de la película
Pete (Michael Vartan) es un periodista americano que hace un reportaje sobre la industria turística en el norte de Australia. Allí se unirá a un grupo de excursionistas y a su hermosa guía, Kate (Radha Mitchell), para realizar un crucero por un río que atraviesa un parque natural australiano. Todo transcurre con normalidad hasta que, de repente, el barco es sacudido por un descomunal cocodrilo salvaje y se encalla en un islote. Cuando cae la noche, el grupo se convierte en una presa fácil para la bestia, y comienza una feroz lucha por la supervivencia en uno de los lugares más inhóspitos del mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Rogue
- Año: 2007
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
5.2
20 valoraciones en total
Le pegué un manotazo al reloj despertador, igual que hacen los jugadores de ajedrez, y me puse a ver la peli, sonriendo a lo gilipollas, convencido de que no aguantaría ni 15 minutos. Las cintas en que los bichos actúan (dan golpecitos con la uña, pestañean, giran la cabeza y se relamen…) son todas una basura. Adjudicar al bicho una personalidad es una razón más que justificada para convertir cualquier película en bazofia. Con la excepción del primer Parque Jurásico, por supuesto, que tenía mucho de entrañable y de innovador, y además nos pilló a todos en pelotas.
15 minutos, me dije. Sonriendo. A lo gilipollas. Pero después de hora y media, seguía delante del televisor, con la misma cara de merluzo aunque sin sonreír, acojonado y boquiabierto, más tenso que la cuerda de un violín. Hay bicho, sí, pero hace de bicho, no de gángster. Y hay gente que corre y que grita, pero no más de lo que lo haría en una situación real. Y sí, es cierto, puede que resulte algo dantesco e inverosímil, pero, joder, es una película, no un documental sobre las putas tortugas del desierto.
Notable, sinceramente.
La película que aquí nos presenta Greg Mclean no engaña, es una película desenfadada de aventuras y un cocodrilo hambriento… o quizás si engañe un poco. Engaña haciendonos ver que es la misma patraña que nos traen actualmente películas de anacondas, arañas, murciélagos y demás bichos aparentemente peligrosos. Nos engaña porque parece un argumento de apaga y vamonos, y sinceramente no me ha parecido así. Vale que tiene defectos, sobretodo de cara al final como bien se ha comentado, y que sus personajes no están del todo definidos, como suele pasar en este género, pero tiene un toque del cine de entonces , de la época tiburón y alien (salvando las distancias siempre), y digo esto porque se toma las molestias de una buena presentación, de sugerir y crear un clima, no de basar todo el metraje en efectismos e impactos visuales. De hecho, como ya han comentado en otras críticas, el cocodrilo, gana mucho cuando no se le ve, sino cuando se le intuye.
Todo este clima con un buen acompañamiento de la música, fotografia y una dirección solvente catapultan este producto aparentemente insustancial en un correcto y disfrutable film de entretenimiento, aventuras y acción con bichos mucho más conseguida que otras producciones más caras y de renombre.
Así que para que Rogue , la nueva cinta del sorprendente McLean fuese más que una meritoria experiencia, algo más tenía que tener, para surcar ese terreno donde el bicherío se encarga de afianzarse una buena merendola y no dejar títere con cabeza.
La presentación, como ya mostró en Wolf creek es uno de sus fuertes, dando a cada uno de los personajes unos carácteres que más adelante resultarán cambiantes debido a la situación tensa que vivirán, añadiendo unas gotas de humor y poniendo en pantalla a los claros referentes que nos llevarán por su nueva experiencia.
Acto seguido, cuando los momentos de angustia arrecian, Rogue funciona bastante bien, gracias sobretodo a ese cocodrilo gigante construido para la ocasión y exento de efectos especiales, cosa que, además de darle bastante realismo al film, le otorga una contundencia y una potencia enormes. La trama pues, se desarrolla sin demasiados contras, obtenemos situaciones que sirven como prueba a los protagonistas y como vehículo al espectador para quedar sujeto a la pantalla, todo ello acompañado de una buena banda sonora y una fotografía genial, tal como ya sucedía en Wolf creek , gracias a esas vistas aereas y al preciosismo de tales paisajes.
Es, sin embargo, el momento final, donde cuando parecía que McLean había alejado su segundo film de ciertos tópicos y le había dado cierto dinamismo, cuando vuelve a caer aplastantemente en ellos para dejar su trabajo sumido en un halo de mediocridad debido a un guión que quiere dar demasiadas vueltas de tuerca y que, aunque resulta afortunado porque muestra espectaculares escenas que el australiano sabe traducir en tensión, defenestra la película a lugares recónditos donde ya cayeran propuestas del mismo tipo, está claro que por encima de la media, pero sin llegar a alcanzar las cotas que parecía un cineasta así alcanzaría.
Realmente me gustaría conocer a algún que otro critico de ciertos periódicos para enseñarles un poco sobre cine, muchas veces, ni ellos se creen lo que escriben, por regla general suelen contradecirse unos a otros, en fin…yo no se si como unos periódicos tienen unas ideas políticas y otros otras, se ponen de acuerdo, para contradecirse. Ya me imagino a los del ABC:
-Hey! que los del país han dicho que esta película es sublime
-Ah, pues nosotros la tachamos de nefasta
A veces creo que nos toman el pelo.
Pero bueno a lo que iba. Hace mucho tiempo que no se hace una peli de monstruo, tan entretenida, tan inquietante, tan intrigante, con una grabación tan notable (unos planos magníficos de paisajes y animales dignos de los mejores documentales de la National Geographic) y con un suspense tan conseguido. Acompañada además de unos buenos efectos especiales, y un reparto que sinceramente no es de oscar, pero que no lo hace nada mal.
Realmente Greg Mclean nos ha sorprendido. Ya con Wolf Creek llamó nuestra atención y con esta se nos mete en el bolsillo, esperemos que con la siguiente podamos hacerle alguna reverencia.
Sin duda a Radha Mitchell le va la marcha, porque si no tuvo suficiente con Silent Hill, ahora se embarca en una de cocodrilos para pasarlo aún peor.
Rogue presenta unos personajes creibles y una situación muy bien llevada que le hace alejarse de todas las propuestas de animales XL asesinos, que suelen deambular una vez al mes por las salas de cine con más pena que gloria, y si se acerca a pesos pesados del cine como tiburón. Pero eso si, sólo acercarse y más porque desgraciadamente la resolución final del conflicto deja un poco que desear y no aporta nada nuevo o estremecedor a la ya extensa lista de animalitos asesinos, además se dan situaciones terriblemente inverósimiles.
He de decir sin embargo que disfruté bastante de la mayor parte de la película, ya que el suspense está muy bien logrado y hay una larga y continúa sensación de agobio y preocupación por los turistas, que están muy bien en su papel por cierto. La pena es que el final arroje un saco de basura al resto de Rogue. Aún así vale la pena ir a verla y tratar de olvidar el final.