El señorito y las seductoras
Sinopsis de la película
Antonio es un millonario que se pasa el tiempo conquistando hermosas mujeres ayudado por su fiel mayordomo, Pablo. Intenta seducir a la bella Marta, pero cuando se da cuenta de que ella le prepara una trampa para obligarle a casarse, Antonio desaparece.
Detalles de la película
- Titulo Original: El señorito y las seductoras aka
- Año: 1969
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
3.3
88 valoraciones en total
Una película insólita en la filmografía de Marisa Paredes al carecer del grado de ambición habitual en las películas donde interviene dicha actriz aunque en algún caso con resultados tan malos como en La flor de mi secreto una de las peores películas de Almodóvar. Quitando la curiosidad de ver a Marisa Paredes en una comedia de este estilo poco más de interés se ofrece en la película cuyos diálogos resultan reiterativos partiendo además de una planificación monótona y desaprovechando a Manolo Gómez Bur en un cometido que da pie a una de las interpretaciones menos memorables de este buen actor. Fue una de las películas con las que Arturo Fernández cambió de registro genérico llegando a caer en una monotonía interpretativa que no había existido en su filmografía anterior a 1969 porque atrás quedaban ya sus papeles para cineastas como Julio Coll o Juan Bosch. Ramón Fernández había hecho ya su mejor película que fue Rueda de sospechosos y esa cinta quedó como un experimento insólito cuyas características esenciales no volvieron a encontrarse ya en su filmografía posterior. Si El señorito y las seductoras no ha de caer en saco roto es por el reparto más o menos desaprovechado y por la fotografía. La falta de ideas es lo que hace que el resultado alcanzado sea modesto.
No sé porque esta peli no llega al cuatro. Los actores no están lo que se dice rotundos, pero tiene bastantes escenas que mantienen un tono cómico muy aceptable.
La pena es que la actriz que interpreta a Elvira no da la talla. Arturo Fernández sostiene toda la comedia.
Aún así, es del año 69, y mantiene el tipo. Recomendable para ver en una tarde tonta sin acabar maldiciendo la tele.