El secreto del libro de Kells
Sinopsis de la película
Brendan es un monje de 12 años que vive en la remota abadía fortificada de Kells, en la Irlanda del siglo XI. Con los otros hermanos, ayuda a construir una muralla para resistir los asaltos de los vikingos. Una nueva vida de aventuras se presenta ante él cuando conoce a un famoso maestro que llega de tierras extranjeras, cuidando de un antiguo libro mágico que está inacabado. Con la esperanza de terminarlo, Brendan saldrá de la abadía por primera vez y se internará en el peligroso bosque, habitado por todo tipo de criaturas…
Detalles de la película
- Titulo Original: The Secret of Kells aka
- Año: 2009
- Duración: 75
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te citamos un listado de fuentes de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
7.1
41 valoraciones en total
Un espectáculo visual único. Quizás no sea la palabra que corresponda, porque el estilo de animación es muy similar al de los dibujos chatos que actualmente se ven por Cartoon Network, pero cuando ese estilo se propone mostrar el arte de los celtas, el resultado es asombroso. El guión tiene varias fallas (personajes que cambian de opinión de un momento a otro, y demás), pero la experiencia de ver esta película fue tan especial, que voy a dejar sus baches de lado. La música: increíble.
Maravillosa película esta The Book of Kells, nominada al Oscar a Mejor película animada.
Visualmente apabulla, me ha dejado con la boca abierta en más de una ocasión. Cada plano es para enmarcarlo por su detalle y colorido, y la animación de algunos personajes, como Aisling y Aidan, es perfecta.
La música de Bruno Coulais, de ritmos celtas, temas misteriosos e incluso cantos gregorianos, es simplemente magnífica. Una de las mejores bandas sonoras que nos dio 2009, junto a Coraline del mismo Coulais y Avatar de James Horner.
Si tengo que evaluar la película diría que gana en el aspecto visual respecto al argumental, pero la historia está bien llevada, no me ha aburrido en absoluto. Los personajes quedan un poquito cojos, sencillitos. Habría estado bien algo más de complejidad. Es claramente una película para todos los públicos, pero de esas que los niños deberían ver para empezar a apreciar el arte.
Ya subjetivamente, con lo que a mí me gusta lo medieval y lo celta, y envuelto todo con esos colores, trazos, mosaicos y vidrieras en movimiento… no puedo darle menos de un 8.
Película de animación irlandesa, con un curioso empleo del 2D, realizando piruetas artísticas para dar la sensación de profundidad muy atípica.
Aunque las caracterizaciones de los personajes son un tanto esquematizadas, el tratamiento y colorido de las ambientaciones y decorados está más que bien cuidado y le da al film un aspecto muy personal.
La historia, lamentablemente, no logra enganchar como debería y se queda a medio camino. No obstante, posee momentos destacables como el periplo del personaje de Brendan en el bosque o el asedio de los vikingos a la villa.
Deberíamos alegrarnos de que The Secret of Kells , una producción independiente, haya sido nominada al Oscar en la categoría de mejor film de animación. No sólo porque es un triunfo para las obras de menor presupuesto, sino también porque significa una apuesta por la animación tradicional, algo que últimamente se había perdido por culpa de las cada vez más numerosas películas en 3D de animales o de robots/extraterrestres/monstruos/loquesea parlanchines. De las cinco nominadas, dos, un 40% del total, son cine de animación tradicional, algo que sin duda es de agradecer en una época de productos clónicos. Sin haber visto aún The Princess and the Frog (Tiana y el Sapo) , hay que aclarar que The Secret of Kells va más allá de su (sobresaliente) estética para narrarnos una historia que nunca escapa de ser para todos los públicos, pero que en su condición de obra independiente viene a ser un pequeño oasis y trata temas moderadamente adultos: vamos, que no descuida ni a los peques, ni a los adultos. Un poco en la línea de lo que viene a ofrecer la genial serie Samurai Jack .
La historia nos presenta a un joven llamado Brendan, un muchacho de doce años que vive en una abadía del siglo IX con su mentor, el Abad Cellach. La llegada del Hermano Aidan y una serie de circunstancias llevarán a Brendan a descubrir el Libro de Kells… y comienza el desastre. Fantasía, acción, algo de comedia y muchas aventuras son los ingredientes que hacen de The Secret of Kells una apuesta segura para todos los amantes de este tipo de películas, algo que se redondea con un sobresaliente diseño artístico único y personal, animado completamente a mano. Sería justo decir, eso sí, que pese a su interesante acabado final la película adolece de ciertos bajones de ritmo y nunca llega a dar tanto como parece ofrecer (el inicio, dinámico y entretenido, no tiene réplica -cualitativamente- hasta el final de la primera hora), si bien merece la pena. Sorprende su inclusión en los Oscar pese a ser bastante inferior a Cloudy with a Chance of Meatballs y claramente peor que la notable Mary and Max . Pero bueno, quedémonos con lo que significa: una puerta abierta al reconocimiento de la buena animación, independiente y alejada de los grandes estudios.
Una obra para ver no por la obra, sino por la imagen y por la música que la acompaña.
Es como una de esas joyas caras que se compran en un impulso y que no se utilizan nunca, pero de tanto en tanto se abre la caja donde están guardadas para admirar su brillo y sus colores.
Le falta a El secreto de Kells una historia más rotunda y decidirse por quién es su público, si el niño o el adulto, porque nunca llega del todo a ninguno de los dos.
Sin embargo se le puede perdonar la flaqueza porque la banda sonora es niebla, los colores son vidrieras y los marcos son arcos de catedral gótica y todo resulta tan increíblemente precioso que no se me ocurre ahora mismo ninguna película de animación que intoxique los ojos como los intoxica ésta.
Debe de verse no como película, sino como trabajo artístico en toda su extensión, hecha para ser admirada de vez en cuando, como se admira la joya cara en su caja, olvidarse de todo menos de los colores, las formas, la música…que al nivel más puro constituyen, antes que película, placer y arte.