El secreto de los incas
Sinopsis de la película
Harry Steele (Charlton Heston) y el oportunista Ed Morgan (Thomas Mitchell) llegan al Perú atraídos por la leyenda del oro de los incas. Según esa leyenda, el imperio de los incas fue destruido por los dioses cuando el fabuloso tesoro sagrado de oro y piedras preciosas fue robado del templo del Sol, hace ya varios siglos, y que se conserva en la tumba de Manco. Harry tiene un fragmento de un antiguo mapa de piedra que indica la situación de la tumba. Queriendo anticiparse a Ed Morgan, se apodera del avión particular del cónsul rumano y se marcha con Elena Antonescu (Nicole Maurey) a Machu-Picchu, en busca del tesoro…
Detalles de la película
- Titulo Original: The Secret of the Incas
- Año: 1954
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
5.6
48 valoraciones en total
Pero que morbosos se ponían a veces en Hollywood. Incluso vista hoy en día, la película me parece fortísima, y no precisamente por el colosal Heston (y muy alto y muy atractivo, como se encarga Thomas Mitchell de recalcar), sino por la misma trama.
Porque creo yo que un guía turístico que (se intuye) hace dinero extra como gigoló y una refugiada con turbio (pero clarísimo) pasado que huye de un embajador que la mira con lascivia, no es baladí, de hecho, es difícil sustraerse a la tensión sexual que palpita durante toda la película. Impagables los diálogos que hay entre el aventurero Harry y la guapa Elena, e imborrable ese momento en que la enlaza con el chal para atraerla hacia él. Y es que lo erótico también tiene su estética.
Por lo demás, la historia es divertida, poco complicada y que te hace pasar un rato entretenido gracias al villano de turno, el paisaje exótico, la búsqueda arqueológica, unos personajes que enganchan y un poco de acción para que se luzca nuestro cínico y chulesco héroe (atención a todas sus réplicas).
En general, bastante aprovechable.
Antes de Indiana Jones existió Harry Steele y antes de decir mi nombre es Bond, James Bond, exisitió llamame Harry .
Un casi novato Charlton Heston se enfrenta a una película de aventuras con suspense y acció típica de las películas de serie B de los años 50.
La acción transcurre en Cuzco, Perú, para trasladarse después a uno de los lugares más preciosos del mundo, Machu Picchu. Allí la historia nos muestra el deseo del oro y el deseo de mostrar la importancia de un mundo y una civilización perdida para aquellos que aún piensan en ello.
La cinta de Hopper es entretenida y vale mucho la pena de ver para todos los seguidores de Indiana Jones, que tiene en Harry Steele a uno de sus antecesores. Ávido del deseo de tesoros, Harry Steele, un timador de poca monta de Cuzco va detrás de un gran sol Inca. Para ello deberá enfrentarse a Morgan, un personaje siniestro magníficamente interpretado por Robert Young.
Como anecdota, la voz de Yma Sumac y, por supuesto, los magníficos paisajes peruanos y la preciosa vista de Machu Pichu, todo arreglado y aderezado con una buena banda sonora que nos trae un poco de la música andina.
Una buena película para el domingo por la tarde, acompañado de la familia y con ganas de pasar un buen rato.
Ahora que estamos con la cuarta parte de la saga de Indiana Jones en cartelera, no podía dejar de referirme al personaje que le inspiró y que por las votaciones y críticas que veo me parece que la gente desconoce.
Pues sí señores, el protohéroe es Charlton Heston, con el personaje de Harry Steele, sólo que este no es arqueólogo sino un buscador de tesoros, machista, pendenciero y bastante pillo por no decir mala persona, aunque se irá reconvirtiendo como es lógico, para eso es el prota. Si ven la película verán como Heston lleva el mismo vestuario que casi treinta años después llevará Harrison Ford.
Y es que a los George Lucas y Steven Spielgberg les marcó –como a todos- el cine que vieron de niños, y en su caso fue el de aventuras y ciencia-ficción de los años cincuenta, entre ellas El secreto de los incas.
Y es normal que te guste de niño, no tanto de mayor, porque algunas partes se las trae, como toda esa parte semimusical que se montan en pleno Machu Pichu.
Porque sí, ese es otro de sus atractivos, las localizaciones, está rodada en el mismísimo Perú y podremos ver entre otras cosas la ciudad perdida de los incas. Aún así los planos no están del todo conseguidos –el director Jerry Hopper daba para bien poco- y la sensación que deja es que fue una oportunidad perdida de mostrar uno de los paisajes más bellos del mundo, ya digo que Garci saca más bonito cualquier aldea de Asturias que la Warner Bros ese lugar Patrimonio de la Humanidad.
Eso sí, el turismo al Perú que hasta entonces era nulo por parte de los estadounidense, se empezó a poner de moda y llegaron los primeros contingentes de turistas que empezaron a dejar divisas hasta entonces desconocidas. Machu Pichu dejó de ser un lugar sólo para catedráticos y científicos y a pasó a ser también de los nuevas hordas de bárbaros del siglo XX, los domingueros internacionales.
Nota: 5,8
PD: Sólo la han votado 37 usuarios, pero como saben de esto.
El secreto de los Incas es una película de aventuras clásica, que gira en torno a la búsqueda de un valioso tesoro arqueológico, y que posee ese estilo kitsch de los seriales de los años 50 que tanto inspiraron a Spielberg y Lucas para perfilar su primer Indiana Jones. De hecho, los parecidos de esta película con Indiana Jones son especialmente llamativos.
Dejando esos parecidos aparte, la película adolece de defectos propios de la serie B, que sin embargo pasado el tiempo le confieren cierto encanto nostálgico. Un ejemplo son las risibles interpretaciones de sus protagonistas, sobre todo la del jovenzuelo Charlton Heston, y ciertos giros del guión que podríamos calificar como mínimo de tontorrones. La aventura, sin ser trepidante, es entretenida, apropiada para toda la familia y relativamente bien realizada (rodada en escenarios naturales y un todavía poco transitado Machu-Pichu). Por ello, aparte de servir para constatar el gran parecido del look de Indiana Jones con Harry Steele, se puede incluso disfrutar si se conserva un espíritu joven y poco exigente.
¡Ah! y no se pierdan la aparición de la excepcional cantante (capaz de abarcar cinco octavas)Yma Sumac, famosa en aquella época y que interpreta varios temas musicales.
Confieso que me acerqué a esta película desconociendo su relación con la idea germinal del personaje de Indiana Jones. Incluso voy más lejos, la indumentaria de Charlton Heston, claramente precursora de la del famoso aventurero arqueólogo, estaba por pasarme desapercibida cuando empecé a darme cuenta de la extraña similitud entre el disco solar de los Incas y uno de los tres discos que conducían hasta la Atlántida en una de las primeras aventuras gráficas de Lucas Arts con Indy como estrella naciente. Siquiera sea tarde, acabé intuyendo que el héroe del látigo se gestó en la ciudad inca de Machu Pichu entre tumbas de reyes y sacerdotisas y al arrullo de las cinco octavas de Yma Sumac.
El personaje de Harry Steele (llámeme Harry) no es el único antecedente, tal como confesaron Lucas y Spielberg, el Richard Widmarck de Huida hacia el sol (nazis incluidos) o la serie James Bond, fueron partes sine qua non en el parto. En el centro, Indiana Jones ascendiendo a los taquilleros altares cinematográficos desde las ignotas aguas de la serie B. Y, con prueba de paternidad contrastada, los Merlin de turno convirtiendo en oro todo lo que tocan.
Como habrán advertido es imposible efectuar un comentario de El secreto de los incas que bordee la génesis del héroe por excelencia. No obstante, la película por si misma, tiene atractivos suficientes: Charlton Heston, actor icono del cine de aventuras cuyos trabajos menos reconocidos para si los quisieran otros muchos actores y mi admiradísimo (el superlativo se queda corto) Thomas Mitchell, como malo de una película cuya única pretensión era entretener. Junto a ellos, Nicole Maurey, como fémina de turno decidida a compartir riesgos y a vivir aventuras, amorosas y de las otras.
Muchas coincidencias, aunque el carácter de Harry, complaciente gigoló de ladys in holiday, se barnizó convenientemente ocultando perfidias y resaltando virtudes. ¿El resultado? Indiana Jones surgiendo del Machu Pichu cual Venus surgiendo de las aguas. El héroe está servido.