El renacido
Sinopsis de la película
Año 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de nativos americanos, en una búsqueda implacable para conseguir vengarse.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Revenant
- Año: 2015
- Duración: 156
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Opinión de la crítica
7.3
75 valoraciones en total
Me sorprende ver las altas valoraciones de esta película que se basan única y exclusivamente en atribuírle un supuesto lirismo a la belleza paisajística y al trabajo de fotografía.
¿No es eso sin embargo lo que se critica tanto en otros directores? La sensibilidad autoimpostada, el buscar la grandilocuencia y la espiritualidad barata en las acciones humanas. Pero es que resulta que en esta película ni siquiera vemos eso. Vemos a un hombre sobrevivir de maneras inverosímiles y poco creíbles a las situaciones más adversas, pero eso sí, todo perfectamente ambientado y con unas localizaciones preciosas.
¿Desde cuándo es eso suficiente para considerar que una película es notable o excelente? La primera hora es puro entretenimiento, pero es que a partir de ahí lo que resta es una hora y media de travesía infumable, predecible e increíble (entiéndase por falta de credibilidad) que ni siquiera una buena actuación de DiCaprio (Óscar casi garantizado) consigue salvar. Es incomprensible que para narrar una simple historia de venganza y supervivencia se muestre un desarrollo tan lento de la narración, sobre todo porque los personajes no evolucionan nada en toda la película, tienen el mismo carácter desde el minuto 1 de metraje.
Es cierto que algunas escenas son impactantes y que DiCaprio borda su papel, pero me parece en conclusión una historia fría, calculada, con la que no consigo empatizar y sobre todo y en definitiva, un pastiche paisajístico.
Creo que a estas alturas a nadie le va a sorprender que Di Caprio sea un actor magnífico. Ni le va a extrañar que González Iñarritu haga maravillas con la cámara y se venga arriba con los travellings en los estupendos exteriores donde se rodó esta película. Lo que de verdad no entiendo, ni nunca entenderé, igual porque soy de poca paciencia y pronta al aburrimiento es por qué demonios se empeñan en el Hollywood actual en sacar de dos líneas de guión películas de dos horas y media. Esta, por ejemplo, podría haber estado bien de haber durado una hora y veinte. Pero no, cuanto más larga mejor. En lo que se viene llamando papel para los Oscars, tenemos metraje y metraje de Di Caprio pasándolo fatal, arrastrándose por la nieve y llevándose malos ratos a mogollón y, no me entendáis mal, lo hace realmente bien, pero … ¿dónde está el ejercicio de síntesis que una buena película debería al menos intentar? Recuerdo con nostalgia el cine clásico, donde en hora y media te enterabas del pasado de los protagonistas, la vida de los secundarios, la historia que estaban contando y la sociedad de la época como si te hubiesen puesto una temporada entera de una serie actual. Por poner ejemplos, Con Faldas y a lo Loco, Historias de Filadelfia o Un Gangster para un Milagro. Ahora lo único que sacas de una de estas películas para los Oscars es: ala, que bueno es el actor/actriz principal . Parece que se interpreta al servicio de demostrar lo bueno que uno es en lugar de para contar una historia. Yo que se, me estaré haciendo mayor, pero a partir de la primera hora me aburrí para morirme. Recomendada para amantes de los exteriores y de las interpretaciones profundas. El resto (como yo), id a ver una de Pixar.
30 minutos. Solo son necesarios 30 minutos de este filme para saber que no se está viendo una simple película sino que se está presenciando cine con mayúsculas. No recuerdo un inicio de película tan tremendamente brutal desde Salvar al Soldado Ryan, salvando, valga la redundacia, las distancias, porque si en esta se nos presentaba la brutalidad del Desembarco de Normandía de la manera más cruda y mejor rodada posible, en The Revenant nos presentan a los personajes en medio de una batalla entre indios y colonos, que gracias a los movimientos de cámara de Iñarritu y la increíble fotografía de Lubezki nos muestra que la violencia bien rodada puede ser sinónimo de belleza.
Durante estos minutos de los que hablo no se da descanso al espectador y rápidamente llega LA ESCENA, todo el que vea la película sabrá a cual me refiero, y es tan brutal que será díficil llegar a olvidar una vez vista, y, me atrevería a decir, que será una de esas escenas recordadas cuando se hable de la historia del cine.
Por otra parte, Di Caprio esta brutal, y con brutal quiero decir a que está a un nivel superior a lo que nos tiene acostumbrados, que no es decir poco. Glass, su personaje, le proporciona escenas hechas para su propio lucimiento y que le obliga, además de sacar a flote su estupenda faceta actoral, a tener una potencia física impresionante al alcance de muy pocos actores. Refleja de una manera brutal los sentimientos de su personaje, las ansias de venganza por encima de cualquier circunstancia y todo ello sin apenar soltar palabras de su boca.
La mugre, los trozos de carne desgarrada, la sangre, todo le sienta bien a Di Caprio, chapó. Si este año no gana el óscar que deje de intentarlo.
Como villano de la cinta tenemos a un estupendo Tom Hardy que lo da todo en pantalla haciendo de tipo despreciable, con un acento de paleto que al principio es díficil digerir pero que va puliendo a medida que avanza la película. Imprescindible escuchar en VO.
Hablemos también de la factura técnica de la película,que en todos, absolutamente TODOS los aspectos roza la perfección, la fotografía de Lubezki es impresionante, los bosques nevados, los ríos helados, los fríos desiertos, podrías sentir una hipotermia sentado en el sofá de casa. Y no pasa desapercibida la edición de sonido, que ayuda, aún mas si cabe, a introducirse por completo en la pantalla. La dirección y el manejo de cámara tampoco se quedan atrás, Iñarritu se recrea en cada gota de lluvia y en cada chispa de fuego para hacernos sentir lo más próximos posible al protagonista.
Lo que si está claro, y que le hace restar algunos puntos, es que la duración es excesiva, se podría decir que confiaba algo más en Iñarritu a la hora de medir los tiempos, pero las dos horas y media que dura tampoco molestan pues aún cuando baja un poco el listón sigue siendo una película notable. Es obvio también que la segunda mitad es peor que la primera, pero es que los primeros 45-50 minutos son totalmente insuperables. Empieza muy potente y no le queda más remedio que ir perdiendo ritmo, al menos hasta el último tramo, donde vuelve a aumentar. Pero aún así, como ya digo, no es un problema, al menos desde mi punto de vista.
El guión no es tampoco ninguna obra de arte, se centra más en como se cuenta que en lo que se cuenta, pero que mas da cuando se cuenta de una manera tan maravillosa.
En definitiva, es una revisión del western, con todos los elementos que lo caracterizan, la venganza, la suciedad, la violencia, la supervivencia… Todo ello mezclado con claras influencias de Malick y con la estupenda narración de Iñarritu.
Duele quedarte fuera de una película, y más si esta dura dos horas y media. Y eso es lo que me pasa con El Renacido.
No puedo decir que sea una mala película porque sus puntos favorables los tiene: la fotografía es excelsa y no deja momento sin un plano completamente maravilloso. La cámara se mueve por donde quiere y se mancha de sangre, agua o vaho. Las actuaciones de DiCaprio y Tom Hardy son realmente buenas, sobre todo la del primero, que realiza un tour de force que le acabará dando su tan ansiado Óscar.
Todo esto está ahí. Pero no comulgo con la película. Me deja frío y no me adentro en ella en todo su excesivo metraje. Es fría como la nieve que cubre los parajes que nos va mostrando, tan fría y cerebral que es imposible sentir empatía alguna por lo que está pasando. Salvo dos momentos en los que es imposible no estremecerse, el resto lo veo completamente alejado de mí.
No es el Iñarritu de la primera mitad de Birdman, sino el de su última hora, aquel director narcisista que se crece con las imágenes oníricas y se viene arriba de tal manera que excede la duración, el montaje de la película y con las pretensiones de la propia historia. Al final la historia que cuenta no es realmente para tanto, cosa que también es común en el western, pero prefiero la mirada de otros directos más cálidos a la visión hermética que procesa Iñárritu aquí.
La actuación de DiCaprio es muy buena, qué duda cabe, pero es demasiado física. Me recuerda en ese aspecto a la de Chiwetel Ejiofor en 12 años de Esclavitud. Es muy buena, pero no emocional, no se gana mi coraçao. Será un justo ganador del Óscar, eso sí, además permitirá que se deje de dar la vara con que gane el premio o no. Hardy le hace buena réplica, incluso da más matices a su papel de hombre sin piedad.
En definitiva: estoy seguro de que gustará mucho, pero esto no es para mí. Me quedo con la historia más humana de Birdman, sobre todo en su primera mitad. Aquí he asistido a una atracción visual que no está hecha para mí.
Esta película bien montada podría haber resultado una obra maestra, pero se diluye en medio de la pretenciosidad de su director.
Una historia sencilla pero interesante filmada en espacios naturales impecablemente fotografiados por Emmanuel Lubezki y con una pareja protagonista que hace un gran papel (otra oportunidad de Di Caprio para conseguir el Óscar, ahora con una interpretación de pocas palabras, muy física –literal-). Es increíble lo cuidado que está todo y la crudeza real tanto de la naturaleza como de la violencia de las personas. Se puede entender la gran dificultad de rodar en espacios naturales bellísimos y duros. Es un film de gran presupuesto y con una buena cantidad de empresas de efectos especiales que deben haber trabajado a destajo para que toda la integración entre actores y espacios naturales haya quedado tan sumamente bien. Aunque algún CGI pueda resultar distinguible, hay un ataque de un oso tremendamente sobrecogedor de lo bien hecho que está (ocurre al principio de la película, viene en la sinopsis del film, no es spoiler).
Pero hay algunas objeciones. Como la de la música, que no es incidental y pretende (supongo) dar una sensación sombría y fría a las imágenes pero que pasa bastante desapercibida. Ahora bien, lo que en mi opinión hace descender esta película a simplemente interesante es el estilo del Sr. Iñárritu. Gente habrá que pueda contar el número de planos-secuencia de esta película. No digo que utilizar este recurso alguna vez no esté mal, como en alguna escena de batalla, pero utilizarlo de forma continuada hacen que la película torne a tediosa, y larga, muy larga. Lo peor de todo es que como parece que el plano-secuencia largo es una seña de identidad de este director, hay muchos momentos de la película en que te sales de ella, que te dedicas a ver en qué momento de la escena está el corte en lugar de entrar en lo que se está contando. Y lo peor, utilizar este tipo de recurso en escenas innecesarias, como para que el Sr. DiCaprio suba una cuesta desde un río hasta un promontorio, alargan la duración de la película y afectan perjudicialmente el ritmo de la misma, sobre todo en su tramo central. No ayudan tampoco las inentendibles escenas oníricas, aunque quizás sea culpa mía que soy corto de entendederas y no las puedo comprender. Lo cierto es que entre escenas ininteligibles y entre planos alargados y no montados, a la película le sobra más de media hora. O quizás no, quizás sea lo que el Sr. Iñárritu pretende hacernos ver pero que yo, común entre los mortales, no soy capaz de apreciar.
Recuerda, amigo lector, que esta reseña está basada única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales.