El regreso de la momia
Sinopsis de la película
Han pasado diez años, Rick OConnell (Brendan Fraser) se ha casado con Evelyn (Rachel Weisz), y ambos son padres del pequeño Alex (Freddie Boath) de ocho años. Tras una serie de acontecimientos, la momia del antiguo sacerdote egipcio Imhotep es resucitada por una extraña secta en el British Museum, y la maldición milenaria del Rey Escorpión -que seis mil años atrás traicionó al dios Anubis- lo devuelve a la vida. El choque entre ambas fuerzas malignas desencadenará el caos en el mundo… si Rick y Evelyn no consiguen evitarlo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Mummy Returns
- Año: 2001
- Duración: 125
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Opinión de la crítica
5.7
81 valoraciones en total
¿Segundas partes nunca fueron buenas? Pues en este caso sí. No es tan buena como La momia , pero muy buena al fin y al cabo.
La historia recupera a los personajes de La momia diez años después. Algunas cosas han cambiado, pero otras no. Ya en las primeras escenas de la película se muestra la entretenida dinámica de ese extraño matrimonio formado por Rick y Evelyn, de caracteres esencialmente distintos, pero tan enamorados como en la primera película. La pareja tiene ahora un niño, debo decir en su favor que uno de los menos irritantes que he visto en el cine. Jonathan sigue tal cual, tropezando en la misma piedra una y otra vez. Imhotep (la momia) regresa, junto con eterna novia Anck-Su-Namun. Y también regresan algunos viejos amigos… Y en cuanto a la fauna, esta vez cambiamos los escarabajos por monitos de la jungla, que quitan las ganas de tener mascotas.
Los actores repiten muy bien su papel, salvo Patricia Velasquez, que me resultó un tanto inexpresiva. Los efectos especiales son buenos, con una excepción: el Rey Escorpión es horrible.
Como La momia , esta película es una mezcla bien hecha de acción, aventuras, terror, romance y comedia. Por eso me gusta.
Es impresionante cómo Stephen Sommers le otorga chispa y frenesí a la fantasía que despliega en sus cintas.
Aquí nos desarrolla una efusiva aventura con muchos toques fantasiosos y algunos dejos cómicos, con una inmejorable atmósfera estética que surge de la mano de logradísimos efectos especiales tanto visuales como sonoros. Pero no sólo es un director que derrocha presupuesto en el departamento técnico de efectos, sino que sabe concatenarlos muy bien con la acción real de los actores de carne y hueso. Todo el aspecto del live action convive a la perfección con todo el espectro digital realizado con los ordenadores, y ello es un mérito porque de esta manera sus filmes ganan en realismo y en excite visual.
Gran diseño artístico en toda la parafernalia rimbombante y en la pirotecnia que se despliega a la par de la aventura. Todas las locaciones y los ambientes escenográficos coadyuvan para ganar en emociones, para no darle ni un segundo de tiempo al aburrimiento.
Claro que la historia es sencilla, pero se le puede pedir más a un blockbuster familiar que incluso tiene aires de estar orientado al público infantil? Creo que no es un defecto ello, sino que es una salida inteligente la de no complicar demasiado las intencionalidades de los personajes ni el ahondamiento complejo en las subtramas, todo ello para lograr y favorecer el entretenimiento contundente.
Impactante cinta desde su aspecto estético, sumamente dinámica y arrolladora desde su ritmo narrativo, atrapante en sus variantes fantasiosas.
Una cinta notable, que levanta el nivel de la primera parte, que posee mucha enjundia y elocuencia desde el despliegue físico de las interpretaciones, que también está muy bien acompañada desde la música con imponentes melodías sinfónicas y algunos cortes épicos autóctonos de Egipto.
Tras una entretenidísima y lograda primera parte, el equipo original de La Momia volvió a reunirse para devolver (de nuevo) a la vida a la sempiterna momia interpretada por Arnold Vosloo. Sin embargo, y como dicta Hollywood, secuela equivale a más: más magnitud, más efectos, más personajes y todo más. Así pues, Stephen Sommers comenzó de nuevo y muy acertadamente con un prólogo que incluía a la estrella de lucha libre The Rock como el temido Rey Escorpión, un villano que impresiona y (menos mal) habla poco.
Y con la temida fórmula del más aumentó la familia. A los ya conocidos Brendan Fraser, Rachel Weisz, Oded Fehr (de nuevo sobresaliente con su ejército de Medjais) y John Hannah se unió el niño Freddie Boath haciendo las veces de intrépido hijo de la pareja protagonista, heredero del amor por el antiguo Egipcio de sus padres. De hecho, él es el hilo motor que hace avanzar la cinta, al ponerse por error el brazalete de Anubis y verse así encadenado a una maldición que le llevará a través de las pirámides de Egipto, siempre con sus padres un paso por detrás tratando de encontrarle.
Al igual que en su predecesora, la aventura está asegurada, con momias que repiten, extraños y reducidos caníbales, pirámides que se hunden, maldiciones y ejércitos con cabezas de perros e incluso viajes al pasado, todo ello dejando un regusto a cine de aventuras de siempre para toda la familia. De hecho, es quizás de las sagas que más se acerca al espíritu que tenía la de Indiana Jones (salvando las distancias).
Por lo tanto, muy recomendable filme si se busca pasar un buen rato, algo más rocambolesco que su primera parte pero no por ello peor (si te gustó aquella esta no te defraudará), y que además originó una especie de spin-off/precuela basado en el personaje del Rey Escorpión que no cumplió con las expectativas.
Pero eso… es otra historia.
Confieso que hace lo menos seis años que no veo la primera entrega, la momia, por lo que no recuerdo si es mejor o peor que ésta. Probablemente es mejor, como casi cada primera parte de las sagas cinematográficas que se han hecho y se harán. Pero lo que sí tengo claro es que ésta película es una gozada.
¿Y por qué? Pues porque da exactamente lo que promete, es de cir, muchísima diversión y entretenimiento. Además, Sommers, odiado por medio mundo como creador de Van Helsing, demuestra (aquí sí) que sabe escribir un buen guión de aventuras. Cierto es que no se corta un pelo en plagiar planos e ideas de Indiana Jones y Parque Jurásico entre otras, pero no importa porque te lo pasas bomba. Yo al menos me lo paso bomba con esta historia.
Sin embargo, y a pesar de la excelente actriz que es Rachel Weisz (incluso cuando aceptó repetir el papel por dinero, o éso dicen), se hubiese deseado que fuese Oded Fehr el protagonista de la película. Su personaje es sin duda el mejor, el más profundo, y además fehr lo interpreta de maravilla. También cabe destacar la vis cómica de John Hannah, en la piel del personaje graciosillo de turno (y que Sommers incluyó también en VH, con peores resultados) y los efectos visuales, que no obstante fallan al recrear al Rey Escorpión.
Lo mejor: El sano entretenimiento que proporciona y algunos actores, como Weisz, Hannah y, sobre todo, Oded Fehr.
Lo peor: Las exolicaciones pseudo-históricas están muy poco elaboradas (X va a acabar con el mundo porque hay una maldición, y un pacto con un dios, y… Muy poca originalidad) y la película no es una obra maestra.
A pesar de los numerosos fallos de bulto (ver spoiler) que tiene el guión de El regreso de la momia , pienso que está a la altura de la primera parte en emoción, fantasía, efectos especiales y aventura.
Los OConnell tienen un hijo pero siguen excavando en Egipto. Su última aventura les inmiscuye en la resurrección del Rey Escorpión, un antiguo conquistador que hizo un pacto con el dios Anubis. Para controlar al ejército del rey, formado por Anubis a partir de las arenas del desierto, una malvada secta pretende resucitar también a Imhotep.
Una continua sucesión de aventuras, fantasía y humor donde recuperamos a los mismos personajes de la primera parte. También entran en escena algunos nuevos.
Hay muchos más paisajes egipcios, con sus bellos templos, las pirámides y el desierto. Los efectos especiales se multiplican. La infogafría nos ofrece una espectacular columna de agua, el oasis de la pirámide del rey escorpión, con sus momias pigmeas y el temible ejército de Anubis.
Al igual que en la primera, todo es espectacular en las manos de Stephen Sommers. Cine palomitero de calidad en el que si parpadeas te puedes perder algo.
Hay que perdonarle sus fallos y dejarse llevar por el mejor cine de aventuras con el sabor de los viejos clásicos pero con toda la parafernalia del Hollywood actual.
En resumen, un peliculón. Lástima que el argumento totalmente cerrado no permitiera volver a Egipto en la inferior tercera parte.