El movimiento
Sinopsis de la película
El Movimiento transcurre durante la mitad del siglo XIX, en una tierra inmensa y desolada que ha caído en una total anarquía. Diversos grupos de hombres armados recorren la infinita Pampa exigiendo recursos y sumisión de los pocos campesinos que allí viven. Si bien hay una rivalidad entre estos diversos grupos armados, todos dicen pertenecer al movimiento. Entre estas pandillas errantes está la comandada por el señor, un hombre educado que, junto a dos acólitos, busca fundar un nuevo orden para la región. Mientras sus formas y verborragia seducen a la población, sus crueles métodos revelan una incontenible sed de poder a cualquier precio.
Detalles de la película
- Titulo Original: El movimiento
- Año: 2015
- Duración: 70
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Opinión de la crítica
5.8
24 valoraciones en total
Segunda película del joven realizador argentino Benjamín Naishat, rodada en diez días y producida completamente en cuatro meses en el marco del Jeonju Project, concurso de películas de corta producción de Corea. La película estuvo presente en la sección oficial del Festival de cine de Locarno y ganó el premio a la mejor película Argentina en el Festival de cine de Mar de Plata.
Tuvo la ocasión de ver en el Festival de cine de San Sebastián la opera prima de este director Historia del Miedo y la verdad que me pareció completamente ridícula y sin ningún fundamento. En esta ocasión la historia sigue las andanzas de El Señor, líder del El Movimiento, un grupo armado que recorre la Pampa para establecer un nuevo orden político en la Argentina anárquica de los años 30.
El actor Pablo Cedrón con una mirada penetrante, traza una figura misteriosa y sombría, un líder carismático, fanático del poder, con el apoyo de dos seguidores más jóvenes dedicados a su causa, que atraviesan la Pampa tratando de reunir recursos para ese vagamente dibujado movimiento político que promete sacar al país de sus tiempos oscuros.
Aunque tampoco he conseguido entrar en esta ocasión en la historia, reconozco que las imágenes en blanco y negro y el formato seleccionado le dan a la película esa violencia y miseria que necesita la historia. El juego que hace con la iluminación también es un punto a su favor.
La historia que nos quiere contar a priori parece interesante, pero el desarrollo de la misma deja mucho que desear, dejando muchas incógnitas y con una dirección de actores poco lograda. La película tiene muchos tramos de ensañamiento, crueldad y sadismo.
Habra que darle otra oportunidad a este joven director, pero de momento con sus dos primeros trabajos no ha conseguido convencerme en absoluto
Lo mejor: Las imágenes en blanco y negro
Lo peor: El desarrollo de la historia
Así se definen los integrantes de El Movimiento (2015), dirigida por Benjamín Naishtat. Se trata de un western gauchesco muy experimental que busca elaborar un mensaje atemporal sobre la política argentina. Destacada actuación de Pablo Cedrón.
Por Nicolás Bianchi
Una de las principales características de la película de Naishtat, filmada en blanco y negro y formato cuadrado, es su economía. Es breve, ya que apenas supera la hora de duración, y logra construir un relato político social con muy pocos, pero muy bien utilizados, recursos. El ascetismo general se plantea desde el primer momento cuando una placa que dice ‘Argentina, 1835, Peste, Anarquía’ introduce las acciones.
No es necesario aludir al contexto político de la primera mitad del siglo XIX en Argentina para presentar la acción. Con la fecha y esas tres palabras basta. Un grupo de soldados, o ex soldados, comandados por el hombre que interpreta magistralmente Pablo Cedrón deambulan por un paisaje desolador. Allí asolan los campamentos o viviendas precarias que aún quedan en pie. Buscan apoyo material para refundar a El Movimiento, un grupo político sobre el que nunca se enuncian sus principios, más allá de que sus integrantes se presentan cargados de buenas intenciones.
La puesta en escena de Naishtat es extraordinaria. Una larga escena en la que los integrantes del movimiento intentan convencer a un pobre granjero que les de unas vacas transcurre, supuestamente, en el interior de una vivienda. Los personajes están sentados alrededor de una mesa y el fondo es negro. Sin embargo la secuencia se siente tanto en un espacio rural como en el siglo XIX.
Otro elemento destacado es la música, aunque sería más acertado llamarla ambientación, electrónica que se usa para los interludios entre las escenas, cuando los personajes cabalgan por la pampa. Lejos de romper con el relato de época refuerza, junto con la gran cantidad de primeros planos que buscan las expresiones de los personajes, la atmósfera pesada en la que se mueven los hombres que comanda el personaje de Cedrón.
El espectro de mensajes que Naishtat quiere desplegar es lo más discutible del film. Los hombres que se presentan como la regeneración de la política, contra lo que dicen ‘los que vienen de Buenos Aires’, buscan el apoyo por la fuerza. Se está con el movimiento o se muere, no hay más opciones. La violencia latente, la búsqueda del interés personal sin un plan general y la desintegración de los lazos de la sociedad son exhibidas explícitamente.
El improbable mote, para el siglo XIX, de ‘compañero’ con el que los integrantes del movimiento se aluden entre sí, además del refuerzo de la atemporalidad de lo que se quiere decir en la última parte de la película, cuando se rompe la cuarta pared, pone a los significados que Naishtat elabora en un lugar de polémica. ¿Se puede comparar la situación política del siglo XIX con la actual? ¿El punto de la reflexión es que hay y hubo hombres viles haciendo política? ¿Hay algo intrínseco de Argentina en esos personajes que exprimen a los desdichados a más no poder?
Las discusiones con El Movimiento se pueden dar desde el punto de vista de las ideas políticas o históricas. Lo que es incuestionable es la solidez y la originalidad de su realización cinematográfica.