El molino negro
Sinopsis de la película
Un agente secreto británico (Michael Caine), amenazado de muerte, tendrá que actuar por su cuenta cuando unos traficantes de armas sin escrúpulos secuestran a su hijo y piden un desorbitado rescate en diamantes.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Black Windmill
- Año: 1974
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
6.2
20 valoraciones en total
Película que plantea una idea interesante, sacada a flote por el siempre eficaz Don Siegel, con un reparto adecuado, donde destaca sobre todos Michael Caine, sobrio en todo momento. Buen cine realista de los años 70.
David, un niño de 11 años, único hijo del agente secreto del MI-5, John Tarrant (Michael Caine) es secuestrado por un organizado grupo de criminales, pidiendo por su rescate un botín en diamantes propiedad del MI-5 que tenían en depósito para pagar una operación encubierta.
Cuando al recto, flemático y duro John le niegan esos diamantes que los secuestradores exigen a cambio de la vida de su hijo, y tras darse cuenta que está siendo utilizado por alguien de dentro del servicio secreto, se salta todos los protocolos, y sin abandonar esa hierática y flemática personalidad que tanto exaspera a su mujer, utiliza todas sus habilidades de agente secreto (especialmente su don para imitar voces) para cumplir la promesa hecha a su mujer de traer con vida a David.
Dirigida por el maestro Don Siegel, adaptando Siete días para un crimen , una novela escrita por Clive Egleton (militar jubilado especialista en novelas de espías, también autor de la novela adaptada en Evasion en Atenea 1979 ), e interpretado por un plantel de buenos actores acompañando a un magnifico Michael Caine, estamos ante un muy buen film de espías, al que esa trama principal del buen y leal agente abandonado por unos jefes que por diferentes razones se niegan a pagar ese rescate, el tono genuinamente british que destilan todos y cada uno de los personajes (delicioso Donald Pleasence) que encarnan a policía y miembros del servicio secreto, y como sin abandonar ese tono Michael Caine se convierte en un tipo peligroso y determinado, te atrapa desde el primer minuto y sin grandes alharacas (ritmo europeo y giros de guión los justitos), te mantiene pegado a la pantalla hasta el último fotograma.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
-Michael Caine haciendo de Michael Caine: un tieso agente secreto que le quieren putear. ¡Y lo consiguen! Le hacen que tenga que ver a su ex… ¡A ver qué pasa!
-Agentes secretos que entran y salen de tu casa cuando no estás. Escuchas, registros exhaustivos… Para esto los ingleses no tienen quien les iguale, pero ni de lejos.
-Persecuciones en metro que como todo el mundo sabe, siempre son interesantes. Parece que pierdes el metro pero no, ¡es que te persiguen!
-Inglaterra. Apartamentos llenos de luz y rodeados de jardines, calles típicas… y sin niebla, castillos emperifollados en mitad de una verde pradera… Así da gusto que te mande el jefe a por recados.
-Viejo estilo Bond. Oficinas misteriosas con secretaria revenida que dan al despacho del jodido jefe de los departamentos secretos. ¡Cómo molan las mesas con mecanismos de apertura! Me tengo que hacer una cuando tenga un despacho.
-¡La rubia abre la cama y se pone en pelotas! ¡No te lo esperas! Como ves, película con muchísima emoción. Yo es que salté del sillón…
-Ese jodido Donald Pleasence con su típica pinta de siempre de cabroncete mayúsculo tocándose las narices con el pañuelo… ¡Qué tío! ¡Cómo mosquea! Colocándolo todo en su mesa…, con sus preciosos tiestos… Dan ganas de darle una hostia y tirarle los tiestos al suelo.
-John Vernon de malo otra vez. Este tío no escarmienta.
Y así hasta llegar a comprender que El molino negro es una admirable película policíaca.
Bastante desconocida y olvidada en general se presenta esta película de Don Siegel, y al verla, uno se pregunta el porqué. Pues yo no lo sé, francamente. Ya que este film de 1974 atesora no pocas virtudes:
– Atractivo guión que mantiene el interés en todo momento y, que cuenta, con algunas set-pieces sencillamente memorables.
– La magnética presencia del excelente Michael Caine.
– Un estupendo plantel de secundarios comandados por Donald Pleasence y John Vernon
– Una magnífica dirección artística.
– La soberbia dirección del maestro Don Siegel, referente en el género que nos ocupa.
Resultado: Un thriller directo, emocionante, áspero, seco, duro y contundente.
Estoy por ponerle un nueve…
Unos malhechores secuestran al hijo de un agente del contraespionaje británico, y como contrapartida de su liberación le exigen medio millón de libras esterlinas en diamantes, que están depositados en una caja de seguridad del servicio secreto.
Este es el arranque de un film típicamente inglés, tiene ese toque flemático de impersonal frialdad, escepticismo y pomposidad, tan genuino de las películas británicas. El desarrollo del film es pausado, con una cierta parsimonia que invita al espectador a la relajación, pero nunca sin perder el interés. Se nota la mano de un buen director.
Resumen, una pequeña joya del cine de intriga bastante desconocido y muy recomendable.