El martillo de los dioses

5 comentarios en «El martillo de los dioses»

1. Se vende como peli de vikingos, pero se puede vender igualmente como de cualquier otra cosa: romanos, espartanos, mongoles, sumerios o mayas. Lo único que ofrece es violencia moderna en contexto medieval. Dicen que son vikingos, pero tienen actitudes de chavales de instituto de Estados Unidos, en Portugal los chavales de instituto no son así. Ni siquiera en los diálogos se atisba idiosincrasia propiamente vikinga: se pueden impostar en cualquier otro tipo que vaya vestido de guerrero. Nadie grita ¡Por Thor! en ningún momento. No es que yo sea un fan del mundo vikingo ni nada de eso, pero estaba viendo la peli y sólo podía pensar en lo falso que era todo, y que para ver lo que estaba viendo lo mismo daba que me dijeran que son vikingos que rusos.
   
   Hubiera molado más si se tratara de una entrega de La Purga en la que los violentos van vestidos de vikingo.

2. El argumento de la película ya es bastante pobre de por sí, pero además no se han esforzado ni un poquito.
   
   El personaje principal es absolutamente mediocre sin un ápice de carisma. No destaca como guerrero, ni físicamente, ni por su carácter ni por absolutamente nada. Tampoco lo hace intelectualmente a pesar de sus speeches de la razón, completamente ridículos, que no pintan absolutamente nada ni aportan nada y mediante los cuales se intenta sin éxito darle algún tipo de forma al personaje. Pero en vez de parecer un intelectual avanzado para su época, solo consiguen que te recuerde a tu primo pequeño cuando repite algo que ha oído en el colegio una y otra vez.
   
   La película no tiene demasiado sentido, y está tratada para que todavía lo tenga menos. Encontraréis muchísimas cosas que os van a chocar, ya no porque la recreación histórica sea una chapuza, simplemente está llena de esos momentos en los que solo piensas… ¿Qué c… es esto? .
   
   La película es una CAS-TA-ÑA.

3. Al pobre príncipe vikingo Steiner lo envía su padre, el rey, en busca de su primogénito para que lidere las tropas contra los sajones. Hakan, el primogénito, fue desterrado hace mucho de su reino y al pobre de Steinar le tocará ir en su busca acompañado por sus 3 fieles compañeros y su hermano bastardo en un viaje en el que perderán algo más que la cordura.
   
   La película cuenta con una ambientación decente gracias a una fotografía bastante sucia, gris y rasposa que consigue transportarte a otra época. Los paisajes, aunque un poco secos y desangelados, también ayudan algo aunque llegado un momento tienden a repetirse bastante dando la sensación de que hayan estado dando vueltas en el mismo sitio todo el tiempo.
   
   Todo este buen trabajo a pesar del escaso presupuesto que desprende cada uno de sus fotogramas, se ve enturbiado por un par de detalles negativos:
   
   una música para las batallas bastante chocante, calcadas a las que sonaban en Matrix y un abuso de escenas de los personajes caminando en fila por montañas recortadas sobre el cielo típicas del Señor de los anillos.
   
   Los combates son otro punto débil. Son bastante escasos y rápidos, un par de mandoble y listas, dejándote siempre con ganas de más a excepción de la última, mucho más original, larga y bien iluminada.
   
   Las actuaciones cumplen siendo la de nuestro querido principito la más floja con diferencia ya que a mi parecer ni su físico de gimnasio ni su look encajan demasiado bien con el personaje.
   
   En definitiva, un film sin demasiadas pretensiones que busca entretener un rato salvando los tiestos en los 20 minutos finales. Eso sí, todavía no me ha quedado claro si estaba ambientada en tierras vikingas, Escocia, La Tierra Media o en Hyboria

4. Si Thor pudiera ver esta cinta, el director sufriría la ira del mismísimo Mjolnir.
   
   El guión es un sinfín de filosofía barata que tira de tópicos y frases hechas buscando una profundidad a un guión que carece de ella. Los personajes y la trama no son creíbles, parecen de todo menos vikingos. La única emoción que queda cuando acabas la película es de alivio y desconcierto en plan ¿Qué acabo de ver? y ¿Cómo llegué a esta película?

5. El martillo de los Dioses, igual podía haberse titulado el martillo de Modorra es un film de acción y aventuras, tan tremendo y adictivo, que causa somnolencia crónica en todo el que la ve.
   
   Después de un comienzo arrollador, al estilo comic (o era cómico, ahora no recuerdo), donde los personajes son presentados en batalla sangrienta con sus nombres vikingos, en una lucha tan descuartizada e inconmensurable qué pasará a los anales del cine como uno de los mejores comienzos de todos los tiempos (todo el párrafo está basado en la ironía por si hay dudas), continua con la historia de un joven principe vikingo en su peregrinaje en busca de su hermano para que comande al ejercito vikingo contra los sajones ante la cercana muerte de su padre.
   
   El desarrollo es tremendo, donde la aventura da tantos giros argumentales (sigo con la ironía) como un encefalograma plano, acompañado de acción, mucha acción con luchas tremendas de espada y martillos (en la forja de Toledo los he visto dar mejores golpes), para acabar con un final tan sorprendente, qué a día de hoy jamás nadie hubiera imaginado (pensar en vikingos y venganza y seguramente que no lo sacaréis en vida – ironía-).
   
   Otro punto positivo, es la fotografía – esto ya no es ironía – planos generales tremendos, llenos de hermosura y atractivo, enfocados en una atmosfera sombría y oscura, y qué realmente se han desaprovechado para una historia mediocre.
   
   En fin, no la recomiendo, no la veáis, porqué acabareis durmiéndoos como me pasó a mí, aunque al final la he podido ver, pero a tirones y ratos sueltos, ya que me intrigaba ver el porqué del título, y por desgracia sigo sin enterarme o por lo menos no lo he pillado.