El luchador manco
Sinopsis de la película
Unos villanos contratados por la escuela rival de Wang Yu, destrozan toda la escuela y a él le cortan un brazo. A partir de ahí, la venganza y la lucha desatada en su interior serán el único motivo para seguir viviendo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Du bei chuan wang (One Armed Boxer)
- Año: 1971
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
5.5
85 valoraciones en total
Pues a mí personalmente me gustó la película y me resultó muy entretenida. Es cierto que la han hecho con un presupuesto muy pobre (vamos, con 4 duros) y que en decorados tampoco se han gastado mucho, pero es una película muy divertida. Las coreografías de las luchas es cierto que tampoco son gran cosa. Pero ya os digo, si os gusta lo friki y las pelis de chinos, esta película se deja ver ya que es una buena opción. Además, siempre es interesante ver a un luchador manco luchar (aunque en este caso no sea manco de verdad). Resumiendo, a mí la película se me hizo corta, entretenida y me gustó, saludos.
Esta película siempre la recordaré con enorme cariño, me la sé de memoria, puesto que la he revisitado en infinidad de ocasiones. Hit indiscutible tanto en los entrañables cines de sesión continua que existían en aquella época, como en el circuito de cines de verano y luego number one en los videoclubes de los 80. Protagonizada por un corajudo Wang Yu, (renombrado, en base a no imagino que, como Yu Wang) y surgida en pleno auge del cine de artes marciales, cuando los chavales no nos perdíamos ni una sola de estas cintas, fue junto con De profesión invencible de Lo Lieh y Espadas sangrientas de Maria Yi, las que prepararon el terreno para la eclosión de Bruce Lee. Extraordinaria película de venganzas, en el que un luchador, al cortarle el brazo en un asalto a su escuela por parte de una escuela rival, decide prepararse a conciencia para vengarse, (introduce el brazo en arena ardiente, se lo machaca con un yunque a pedales. etc…), logrando un superbrazo con el cual, cuando pelea es capaz de desplazarse velozmente cabeza abajo apoyado en dos dedos de la mano.
Aviso: esta crítica no es en absoluto objetiva, está hecha desde el cariño y en agradecimiento a lo que nos hizo soñar a los chavales de extrarradio en aquella gris época.
La historia comienza cuando Liu Ti Lung (Yu Wang, también director) intenta defender a un inocente del ataque de la banda de Los Garfios con lo que empiezan una serie de reyertas entre ellos, pero el líder de Los Garfios al perder contrata a un grupo de luchadores extranjeros a cada cual más variopinto, lo que da señal de la poca seriedad a la hora de informarse:
Dos luchadores tailandeses de Muay Thai (el bailecito de iniciación es bastante ridículo).
Un luchador de Taekwondo (El tío no pega una patada en toda la película).
Un luchador de Judo (El único que pelea como se supone).
Un luchador de Yoga. ¿? (Ahora me entero que es un arte marcial).
Dos monjes tibetanos (uno con salvavidas hinchable incluido).
Dos luchadores okinawenses y su profesor que es la reina de la fiesta con su melena al viento y sus colmillos de león.
El último le arranca el brazo a Liu Ti Lung y luego matan a toda su banda. Liu es rescatado por un doctor y su hija. Con unas hierbas y entrenamiento consigue una fuerza descomunal en el otro brazo para poder vengarse.
Hacía mucho tiempo que no veía una película de artes marciales tan cutre (a la par que divertida). Una auténtico film de serie Z, con unas coreografías torpes y lentas de movimiento, un protagonista sin carisma (ni físico, oigan, que todo hay que decirlo) y unos efectos visuales para descojonarse.
Ya desde que empieza la película todo huele a chamusquina, pero es que cuando entran en escena personajes como el maestro de Okinawa (lo mejor de la peli, un villano con colmillos y peluca negra del rastro), los lamas tibetanos que se hinchan como sapos para luchar y el maestro hindú experto en yoga, poseedor de la técnica más freak que haya visto en una película de artes marciales, la cosa pierde toda seriedad y lo que te queda es reírte.
Si buscas una película de artes marciales seria y con buenas escenas de lucha…sigue buscando.
Sí, la película es ridícula. De acuerdo, las actuaciones son inexistentes. Vale, el argumento es grotesco. Conforme, los diálogos son risibles. Ok, los luchadores parecen sacados del ring más cutre y salchichero de pressing-catch. Ya, las artes marciales ni son artes ni mucho menos marciales. Se admite, las peleas son de un ridículo que tira de espaldas (ah, esos lamas que se inflan con chalecos salvavidas, esos luchadores de muay-thay precursores del brake-dance, ese indio que se dedica a hacer el idem cabeza abajo…). Pero me tragué esa película de cabo a rabo cuando era un chaval, y luego volví a verla con mis amigos, y luego otra vez más, en sesión continua con alguna japonesa de maquetas (Godzilla y otros) y algún spaghetti western cómico de lo peorcito, con Budd Spencer y Terence Hill. ¿Cómo no voy a sentir un amor irresistible por El luchador manco? En mi memoria de la infancia, es un clásico indiscutible. Y no olviden que cosas como ésta o quizá peores están en el fondo de algunos geniales desequilibrados como Quentin Tarantino. Si no fueron niños en los setenta, no la vean, si lo fueron, regresen a ella para volver a serlo.