El ladrón de Shanghai (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Un apuesto e intrépido joven, entrenado en las más secretas artes marciales, vive con su maestro en la ciudad de Shanghai. Cuando un día reciben la noticia de que el rey pretende casar a su hija, una princesa de un belleza deslumbrante, el insensato joven decide presentarse como un príncipe llegado de un lejano país dispuesto a vencer a los demás aspirantes al trono…
Detalles de la película
- Titulo Original: Son of the Dragon
- Año: 2006
- Duración: 200
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Opinión de la crítica
Película
3.4
47 valoraciones en total
He aquí una interesante película, que por cierto es muy larga ya que dura 200 minutos, que aunque no sea una maravilla digna de un oscar está bien rodada, no es que me filpe pero merece la pena verla si eres de los que les gustan las pelis de artes marciales ambientadas en la antigua China. Curiosamente esta fue una de las últimas pelis del ya muerto David Carradine, y la verdad es que no estuvo mal, aunque la verdad es que llega a hacerse algo pesada por lo larga que es y no contener demasiada acción en comparación con otras películas del género.
Lo dicho, que si te gustan las pelis de artes marciales y no eres demasiado exigente con la calidad del producto, seguramente te llegue a gustar esta peli (a mi me ha gustado pero no mucho)
El film tiene como base el cuento de El ladrón de Bagdad del clásico de la literatura árabe Las 1001 noches , pero en una versión de la antigua China. Un gran drama de aventura y acción en donde sobresale por su excelente fotografía y escenografía.
Como dato curioso, Son of the Dragon se estrena en la inauguración del nuevo canal por cable televisión Hallmark Movie Channel (2008), además de ser el primer film que se muestra en la televisión de alta definición por redes de cable.
D. B. (John Reardon) es un joven ladrón que roba para ayudar a otros y además es estudiante de artes marciales, se entera de que el rey desea casar a su hija con el pretendiente más adecuado. Por tal motivo el rey organiza un certamen, una serie de pruebas por etapas, para que su hija escoja entre varios candidatos de la realeza de países extranjeros.
D. B. decide presentarse como un príncipe llegado de un reino lejano, con la intención de robar las joyas de la corte, pero sus sentimientos lo traicionan. Para ello el joven cuenta con su protector y maestro Bird (David Carradine), pero la competencia es fuerte, está el principe del Norte (Rupert Graves) y el príncipe de la India (Nitin Ganatra).
El film presenta un derroche de colores, adornos, personajes típicos de la época y buenas interpretaciones, en especial del veterano David Carradine (1936-2009), Rupert Graves y John Reardon. La película es una mezcla de drama, aventura y acción que llega a cautivarnos.
Uno siempre se acerca a estas películas con un doble sentimiento: 1) Escepticismo 2)Algo de esperanza. ¿Y si fuera esa película llena de magia que te transporta a otra realidad y, a la vez, divierte y te entretiene?
Si fuera lo segundo lógicamente su fama la hubiera precedido y no la harían por la tarde en la televisión un domingo. Saber esas cosas le quitan a uno la inocencia.
Bien, el producto es infantiloide, falso, la enésima encarnación del ladrón-guapo que se gana a la princesa guapa. Nada de magia, pequeño saltamontes. Escasa imaginación. Mucha bobería.
Un día estas apotronado en el sofá después de una comida copiosa y sin querer te enganchas a un telefilme del que luego te enteras que es más largo que un día sin pan. Pero bueno, como no te gusta dejar las cosas a medias te lo chupas entero esperando que la tortura se pase lo más brevemente posible.
El ladrón de Shanghai encaja perfectamente en este grupo. Película de aventuras con toques del género fantástico cuyo máximo atractivo a priori es que cuenta con un David Carradine que ya no tiene edad para dar patadas al más puro estilo kung-fu, pero que aún se defiende como actor en películas de bajo presupuesto que le reportan el dinero necesario para completar un cómodo plan de pensiones.
Por lo demás arquetípico argumento en los que tres supuestos príncipes tienen que pasar un número de pruebas para ganarse la simpatía de la princesa, una espectacular asiática, de lo mejor del filme. Por supuesto, los malos son muy malos y los buenos muy buenos, y no creo que sea necesario usar el spoiler para que averigüéis por vosotros mismos como acaba esto.
Sólo recomendada para cuando el mando a distancia no está dentro de tú perímetro de alcance y las piernas no responden.