El hijo del mal (Joshua)
Sinopsis de la película
Brad y Abby Cairn, aparentemente los padres perfectos, están celebrando el nacimiento de su segundo retoño, Lily. Su primer hijo, Joshua, no es un niño corriente. Tiene una inteligencia excepcional y una precocidad que asusta. Es un ángel de buena educación y demuestra una tranquila serenidad que desdice con sus pocos años. Y ahora, parece cada vez más infeliz con su nueva vida, en la que sus padres adoran a Lily mientras que él, callado, toca el piano en un rincón. A medida que el ambiente se torna lóbrego en el apartamento de los Cairn, el barniz que cubre sus refinadas vidas comienza a agrietarse. Lily llora sin cesar y un trabajo de restauración que tiene lugar en el piso superior lleva a Abby a lo que puede ser, o quizá no, un grave caso de psicosis post-parto. Tensos hasta el límite y llevando una vida sin sueño, Brad y Abby se ven envueltos en una espiral de terror doméstico que se intensifica sin cesar…
Detalles de la película
- Titulo Original: Joshua aka
- Año: 2007
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
4.7
28 valoraciones en total
Hasta ahora todas las películas con niño maligno han mostrado un inusitado interés por manifestar una explicación a los actos cometidos. Así han habido niños hijos de Satán y otros simplemente consumidos por los celos. Pero, es necesario que el mal tenga una explicación razonable?
La respuesta que nos quiere dar la película es su argumento más interesante para visionarla, ya que pretende no dar más explicación al mal que la propia toma de autoconsciencia del malvado, del disfrute de saberse malo y de su fácil ocultación bajo una capa de modestia e ingenuidad infantiles.
Pero si este era el principal punto de interés de la película, a su vez es su mayor lacra, porque a medida que nos va quedando claro que no tendremos explicación también se pierde el interés, debido a un guión plano y mecánico y a unas interpretaciones sosas y nada convincentes, en especial la del niño protagonista, cortado demasiado por el mismo patrón de los Damien de turno. Todo ello contribuye a que no se cree la angustia y el clima malsano que en un principio pretendía el film.
Quizás por ello su desenlace es aún más flojo, no sólo por previsibilidad sino que también por su necesidad de romper el tono del film y ofrecer un estallido emocional nada acorde con la monotonía hasta ese momento ofrecido.
Lo mejor: Sus intenciones.
Lo peor: Que aburre y no inquieta.
Podría pasar por una segunda parte tardía de La semilla del diablo (y bastante peor). Una familia que vive en un lujoso apartamento Manhattan empieza a darse cuenta del extraño comportamiento de su hijo de 6 años a partir del nacimiento de su nueva hija. Es un niño educado, sin sentimientos y muy inteligente que recuerda a otros niños demoníacos como el Damien de La Profecía.
Sam Rockwell se llevó el mejor actor por esta película en el pasado Sitges07, acertadamente. Podrían haberse currado mejor al niño, que es totalmente inexpresivo (y no creo que sea eso exactamente lo que se buscaba).
Más thriller psicológico familiar que terror (igual que pasó con La semilla del diablo el cambio de título perjudica al resultado final de película, ver SPOILER), consigue inquietarte aunque sea por escuchar al bebé llorando media película (realmente desquicia). No apta para padres recientes o para quienes adoren a los niños porque acabas odiándolos.
El título original es simplemente Joshua. En españa se maquilló, supongo, para que nadie se lo tomase a pitorreo ni se acordase de los Morancos, o sencillamente por otra razón que desconozco. Pero esta aportación de los traductores es totalmente incierta, porque Joshua no es el hijo del mal.
Éste niño puede ser hijo de:
-Frasier Crane: por lo redicho y lo repipi. Sus padres tan casual wear y el niño andando por casa con chinos, su camisa cursi abotonada hasta arriba y su peinado relamido con raya. Y tocando complicadísimas piezas de piano.
-Damien, el de la maldición: porque tiene las mismas aficiones. (Tan parecidas son que su existencia carece de sentido)
-…puta: sin más.
La historia no tiene originalidad ninguna, salvo por el fallido intento de contarla en un ambiente real ajeno al género fantástico. Pero para hacer esto bien tienes que contar cosas coherentes, y aquí de esto no hay.
Los guionistas querían contar una historia, pero empezaron a líarse y siguieron contando otra diferente que no les terminó de convencer, así que, al final, tiraron por otro camino y terminaron preguntándole al vecino cómo podrían acabar, y así les quedó.
En este proceso no se tomaron la molestia, en ningún momento, de hilvanar nada, así que se ven las costuras de todas y cada una de sus ideas peregrinas a lo largo de todo el guión.
Joshua juega con los sentimientos, actitudes y comportamientos de todos los que tiene alrededor… menos los del espectador, que no se puede tragar tanta patraña.
Justo es decir que la película está muy bien rodada y que todos los trabajos, tanto técnicos como artísticos, son solventes. Pero el guión es una birria.
Leyendo las crìticas me doy cuenta los preconceptos que formamos como espectadore, Joshua no es una película más de espíritus y rituales endemoniados, el personaje es humano y respira el mismo aire que todos los personajes. Lo que sucede es que Joshua entiende de otra forma el universo, identifica la miseria en la rutina de su padre en la oficina y la de su madre en su recesiva enfermedad que luego el agravará.
Lo que rescato de esta película es que apartando el anàlisis de su género mete el dedo en la llaga a la institución (familiar, religiosa, laboral) con un inteligente relato, a tal punto que en determinados momentos del film no sabemos si defender al padre o a Joshua.
Aplicando recursos como la cámara de video, el contraste de dìa y noche, entre otros Joshua rompe con los estandarizados films de terror. Nos recuerda a Hitchcock y a la esencia de un buen suspense y no a una mórbica película de terror adolescente que consiste en el despedazamiento, sino a un ordenado y preciso discurso rico en semiología.
Magnífica interpretación de Jacob Kogan. A través de su mirada y aspecto distante, te adentran en una trama donde el único fallo es su banda sonora, al utilizar elementos de la propia película, muy molestos por su estridencia.
Se ofrece dosificada, el espectador debe descubrir que está sucediendo, cual es la causa y hacia donde nos conduce Joshua, el hijo mayor de una pareja que acaban de ser padres por segunda vez.
Aporta claves desde la visión del pequeño, tal como él interpreta la llegada de su hermano. Una apuesta vigorosa, con un guión potente perfilando la maldad, donde jamás pensarías hallarla.