El director y los Jedi
Sinopsis de la película
Este documental nos muestra el recorrido personal del director y guionista Rian Johnson, desde que se sumó a la franquicia de Star Wars, y el miedo (y la responsabilidad) que ello implica, pasando por la preproducción y la filmación de la película Star Wars: Los Últimos Jedi. En él se explica que Rian no llegó a Star Wars para destruir infancias , sino para compartir su visión personal de este universo con el resto del mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Director and The Jedi
- Año: 2018
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
6.4
50 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adam Driver
- Adam Hlavac
- Andy Serkis
- Anthony Daniels
- Benicio del Toro
- Billie Lourd
- Carrie Fisher
- Daisy Ridley
- Frank Oz
- Jamie Christopher
- Jane Ryan
- John Boyega
- Joonas Suotamo
- Kathleen Kennedy
- Kelly Marie Tran
- Laura Dern
- Mark Hamill
- Matthew Sharp
- Michael Kaplan
- Neal Scanlan
- Oscar Isaac
- Peter King
- Ram Bergman
- Rian Johnson
- Rick Heinrichs
- Tom Karnowski
No soy de ver documentales, aunque esporádicamente me encuentro alguno que merece la pena. Uno de ellos es Océanos, todo un despliegue de vida y fantásticas imágenes sobre la fauna que habita en los mares, una pasada que os recomiendo ver.
Y claro, cuando descubrí un documental sobre cómo se hizo algo tan grande como el Episodio VIII de Star Wars, titulado Los Últimos Jedi, sabía que debía verlo. Un making off de hora y media donde se desvelan muchos aspectos del rodaje, desde los bocetos iniciales, los diseños y conceptos de los alienígenas, los vehículos los decorados, la búsqueda de localizaciones, los castings de personajes secundarios, la lectura de diálogos por parte de los protagonistas, las luchas, los efectos especiales, la fotografía, la iluminación, el vestuario, el maquillaje… hasta el propio rodaje del film, y siempre con Rian Johnson analizando y dando el último vistazo a cada detalle de todo eso. Menos de la música, parece ser que dejó vía libre total a John Williams.
Obvia decir, aunque voy a hacerlo igualmente, que no podéis ver este documental (ni leer esta crítica) hasta que hayáis visto la película, porque se revelan muchas cosas del argumento.
Star Wars es algo más que una simple saga de películas contando una historia galáctica. Ha traspasado su misma existencia para convertirse en un fenómeno de culto con millones de seguidores y viendo este documental te das cuenta de lo grande que es Star Wars y aprendes a amar la saga aún más. Hay momentos impagables como las escenas con Mark Hamill y Carrie Fisher, los emblemáticos personajes de la saga original que aún permanecían con vida, tras la muerte de Han Solo en el episodio VII (que espero ya hayan visto quienes lean esta crítica, de lo contrario, ups, acabo de soltar un spoiler).
Imaginaos conocer a la princesa Leia poco antes de que la actriz falleciese. Imaginaos la emotividad de que estéis rodando sus escenas con ese legendario personaje, que antes de que se estrene la película fallezca y sepas que no volverá a estar en el siguiente capítulo. Al menos no en forma física, porque ahora con la animación virtual se puede recrear lo que te dé la gana.
Se nota el respeto tanto por Leia como por Luke Skywalker, cuando un extra, disfrazado como un alienígena con un cabezón que apenas deja ver al actor, tropieza con él y se da cuenta de que es ÉL. Imaginaos su reacción.
Imaginaos también crear a Yoda y poner a Frank Oz, quien le dio la voz original, de nuevo tras el personaje. Pero no crear un Yoda digital, sino físico, al tamaño auténtico del personaje, porque esa es otra. Muchas de las criaturas que aparecen en la película no son virtuales, sino animatronics hechos a tamaño real, algunos muy grandes, pero mucho, e interactuan con ellos. Tiene que ser una experiencia alucinante.
Imaginaos también la ilusión, la expectación y la diversión de un Rian Johnson ajeno a una saga tan mítica que de pronto se ve formando parte de ella, que tiene en sus manos el material para hacer uno de los episodios de la saga eje, porque ahora hay spin-offs y esas cosas, pero no, el capítulo VIII nada menos. Imaginaos la presión de tener eso entre tus manos y tener que llevarlo a buen término, manteniendo el espíritu de la saga original y, afortunadamente, no teniendo ninguna relación con los desastrosos episodios I, II y III que dirigió Lucas.
Y por último, imaginaos el vacío que se debe sentir cuando tras meses de rodaje, de edición, de composición, de dirección, de algarabía y diversión, de momentos emotivos, de no terminar de creerse que estás haciendo Star Wars, llega el final. Has rodado todas las escenas, estás contento con el resultado y tienes que decir adiós. Adiós a Rey, a Poe Dameron, a Kylo Ren, a la princesa Leia, a Luke Skywalker, a BB8, a todos ellos.
En el fondo sabes que habrá más episodios y la saga no morirá nunca, mientras haya vida sobre este planeta. Pero tu labor sí, ha terminado. Incluso yo, viendo el documental, he sentido ese vacío. Ese dejar la fantasía y volver a la dura realidad, donde no hay Estrellas de la Muerte (por fortuna), no hay naves espaciales, no hay alienígenas, no hay stormtroopers, no hay espadas láser…
Por eso Rian Johnson ha anunciado que prepara otra trilogía sobre el universo Star Wars, porque siente que aquello que vivió durante su infancia, y que volvió a sentir en el rodaje de Los Últimos Jedi, debe plasmarlo para que otros también lo sientan, y porque se lo pasó tan bien haciendo este episodio que no quiere desconectarse y seguir haciendo otras películas ajenas a la saga. Que probablemente las hará, pero sin dejar de formar parte de ese universo al que se ha enganchado de una forma tan directa como es dirigiendo uno de sus episodios.
Solo me queda decir ¡Star Wars Forever! Ah, sí, y que la fuerza os acompañe.
LO MEJOR: El espíritu de la saga que también impregna este documental, y ver las interacciones entre el equipo técnico y el artístico, principalmente Carrie Fisher y Mark Hamill.
LO PEOR: No poder formar parte de esa maravilla que es Star Wars.
Lo que aquí tenemos es una suerte de making of estupendamente rodado en el que sigue con amabilidad la trayectoria de Ryan Johnson durante un rodaje de gran tamaño, carente de enormes dramas que sirvan de carnaza, pero con sinsabores, pegas, dificultades varias, interminables días de rodaje y actores clave que no están de acuerdo con decisiones del director/guionista de la película en la que son personajes clave.
Un visionado agradable, aunque viene es cierto que hubiera venido mejor menos amabilidad con Ryan y ahondar tal vez más en el Lado Oscuro (guiño-guiño) de la filmación. Y es que todo parce bien conducido, pero luego el largo no resultó como se esperaba y no tuvo la recepción esperada…