El derecho a matar

5 comentarios en «El derecho a matar»

1. Buen thriller francés, de los que gustan a casi todos los espectadores pues tiene de todo: intriga, acción bien resuelta, una gran persecución de dos coches en las calles de París, y un final no por menos previsible menos impactante.
   
   Está muy bien narrada por Déray, con gran ritmo, aportándonos los datos poco a poco para que vayamos sabiendo de qué va todo, aunque es cierto que el espectador va bastante más adelantado que su valiente pero atribulado protagonista.
   
   Quizás no se entienda la actitud que toma este al final de la cinta, y más con lo que le dice el segundo malo de la peli, pero esto no empaña el gran entretenimiento del film, que deja un muy buen sabor de boca, aunque no sea la alegría de la huerta precisamente a pesar de algunos momentos divertidos, sobre todo con la ironía en los diálogos que destila un estupendo guión del propio realizador y de Christopher Frank, adaptando la novela de Jean-Patrick Manchette.
   
   Recomendable para pasar hora y media de intriga y suspense con las grandes corporaciones manejando las vidas de la gente con tal de obtener grandes beneficios económicos amén de poder.

2. Un jugador profesional de cartas es confundido con otra persona por una organización criminal que comenzará a perseguirlo con saña pero no cuentan con que responderá defendiéndose con fiereza. Violento polar para lucimiento de Delon que adapta (bastante libremente) la novela Volver al redil del extraordinario Jean-Patrick Manchette aunque cambiando al gris ejecutivo del original por una profesión de mayor prestancia a juego con el carisma del divo protagonista. Trepidante y emocionante en todo momento, muy bien dirigida por el enérgico Deray con su habitual estilo directo y contundente, gran reparto de secundarios, cierto humor negro y unas gotas de crítica social rematadas con un final antológico.

3. La escena en la calle, cuando un hombre se acerca a pedirle fuego a Delon y de pronto le aprisiona fuertemente las manos, su cara de asombro, su boca abierta por el asombro… Y no les cuento cómo sigue. Tienen que verla! Sólo por eso vale la pena no perdérsela. Es una escena para la antología de los mejores momentos del cine.

4. Michel Gerfaut (Alain Delon), un jugador de póker profesional recoge en plena noche a un herido en un accidente de tráfico que minutos antes le había adelantado junto a otro coche que le seguía y le lleva al hospital, sabemos por escenas anteriores que el accidentado tiene algo que ver con una organización que trata sobre misiles, y que los 2 tipos que estaban detrás del accidente dejaron ir a Michel con el accidentado y no le mataron allí mismo porque su método de trabajo es no hacer nada sin consultarlo a sus jefes y esperar ordenes, teniendo no obstante en su poder los datos personales del samaritano que habían cogido de su coche al seguirle al hospital, y encontrándose con el aparcamiento vacío cuando volvían se supone con ordenes de matarle, ya que se había ido a la francesa a una partida en la que le estaban esperando.
   
   Sigue en spoiler por falta de espacio:

5. Me encanta ver a Delon abrazando a una mujer guapa, él también lo es y no atenta a ninguna lógica que su pareja de baile sea Dalila Di Lazzaro. El azar y el caos, lo que sea y como lo llamemos da igual, el destino o la mala suerte, intervienen en cada minuto de la película, unas veces a favor y otras en contra. El caso es que Delon se mete en un follón sin quererlo y en lugar de esconderse en una cueva tira para adelante y le echa un par. No hay nada que nos sorprenda entonces, El derecho a matar es un thriller francés en el que sale Alain Delon, capaz de hacer unas virguerías al volante de su Lancia que cualquier película estadounidense envidiaría. Las escenas de la persecución son maravillosas, cualquiera las disfrutará sólo por el placer de ver unas escenas bien rodadas. Pura acción.
   
   Si entramos a valorar lo que es la idea general de la película en realidad no es gran cosa, algo muy sencillo que sirve de excusa para que se luzca Delon y para tirar de ciertos detalles, pero atención: Delon y esos detalles, sobre todo un final de antología, sirven para que sea una película de notable. O más aún. Ritmo, mucho ritmo, buena suerte a menudo y cuestiones que hay que pasar por alto porque atentan contra el sentido común. Creo que es una buena película que, como otras europeas, son muy poco conocidas y permanecen en un olvido inmerecido.