El cuervo (The Raven)
Sinopsis de la película
Es el siglo XV, un tiempo dominado por la magia, el miedo y la superstición. Un hechicero, el doctor Erasmus Craven (Vincent Price), permanece inactivo desde la muerte de su esposa Leonore (Hazel Court), a la que todavía llora. Una noche se presenta ante él un cuervo que tiene la facultad de hablar y que asegura que es un mago, el doctor Bedlo (Peter Lorre), que ha sido transformado por un sortilegio del gran maestro Scarabus (Boris Karloff). Cuando Bedlo recobra la forma humana, le cuenta a Craven que en el castillo de Scarabus ha visto una mujer idéntica a Leonore.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Raven aka
- Año: 1963
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
6.3
79 valoraciones en total
El cuervo es un largometraje situado dentro del ciclo de películas dirigidas por Roger Corman al mundo literario de Poe, en la primera mitad de la década de los años 60, y, partiendo de ello, viene a ser una derivación cómica de dicho mundo, al mismo tiempo muy libre y muy fiel. Vincent Price, Peter Lorre y Boris Karloff están muy bien en sus respectivos papeles, y el guión de Richard Matheson posee la necesaria ironía como para hacer creíble esta historia de magos y brujos que se envidian entre sí.
La dirección artística de Daniel Haller vuelve a dar una gran entidad visual a los escenarios lóbregos y misteriosos, pero a la vez suntuosos y señoriales, en los que se desarrolla la acción. La fotografía de Floyd Crosby y la música de Les Baxter redondean el conjunto.
La línea que marca esta película, la de un mundo sobrenatural lleno de comicidad, parece anunciar una exitosa serie de televisión, La familia Monster (The Munsters, 1964-1966).
Lo primero que habría que aclarar a quien quiera visionar este filme es que se trata más bien de una comedia satírica de terror, y no tanto de una película estrictamente de horror.
Aclarado ello, hay que mencionar que la venganza, los duelos y batallas con magia negra, las transmutaciones, la hechicería y ciencias ocultas, algo de poesía de Poe, la ambición desmedida, la traición y el doblez humano se hacen presentes mediante una historia que combina ratos de horror de corte fantástico con muchos toques cómicos que dotan a este filme de una impronta distendida y delirante.
Hay un gran despliegue de efectos especiales que dan vida a todo lo relacionado con los duelos de magia que vemos en el filme.
Además hay que mencionar que hay un elenco de renombre detrás de esta divertida producción serie B. Tenemos a dos colosos del terror como son Vincent Price y Boris Karloff, ambos interpretando a dos magos que se disputan la supremacía y el liderazgo en materia de magia.
Luego aparece el sapo Peter Lorre en un papel secundario cómico, dando vida a un aprendiz de mago que siempre mete la pata y termina en problemas a causa de sus borracheras.
Pero eso no es todo, tenemos a Jack Nicholson muy jovencito en una interpretación secundaria, aunque no por ello deja de llamar la atención el verle tan inexperto -aunque carismático- en uno de sus primeras apariciones en la gran pantalla.
La cuota de sensualidad viene de la mano de la reina del grito Hazel Court, quien aparece interpretando a una mujer sin escrúpulos que ambiciona el estar con el mago más poderoso.
Es una película entretenida, de a ratos grotesca en sus trazos humorísticos y hasta hay algunas sobreactuaciones para dejar asentada una especie de parodia al cine de terror y al mundillo de la magia y alquimia.
La ambientación y la presentación visual del filme están bien logradas: densa atmósfera gótica, un tétrico castillo, sugerentes decorados, conseguida fotografía e iluminación de escenarios y llamativos efectos especiales si tenemos en cuenta la fecha de realización.
En fin, es un filme al que se le perdonan sus tosquedades y su rusticidad, pues estando Roger Corman detrás de cámaras, Edgar Allan Poe aportando la idea central y esa impactante galería de actores en el elenco, es casi imposible no pasarla bien, aunque más no sea con una opción cutre más cercana a la comedia que al cine de miedo y sobresaltos.
Largometraje nº 36 de Roger Corman. Escrito por Richard Matheson, guionista habitual de Corman en los años 60, se inspira libremente en el poema The Raven (1845), de Edgar Allan Poe. Se rueda en estudio a lo largo de unos pocos días, con un presupuesto de serie B. Producido por Roger Corman para American International Pictures, se estrena el 25-I-1963 (EEUU).
La acción tiene lugar en Inglaterra, en el s XV. El buen mago Erasmus Craven (Vincent Price) vive triste, abatido y aislado desde la muerte de su esposa Lenora (Hazel Court). Sólo halla consuelo en la lectura de los poemas de Poe, que recita como lamentos de dolor. Un día, al caer la noche, recibe la extraña visita de un cuervo que habla, que se presenta como el buen mago Adolph Bedlo (Peter Lorre), hechizado por el perverso mago Scarabus (Boris Karloff).
El film es una comedia de horror y fantasía de serie B. Reúne por primera vez en cine a los tres grandes actores de films de terror: Vincent Price, Peter Lorre y Boris Karloff, a los que acompaña Jack Nicholson, de 28 años, en un papel de apoyo. Forma parte del conjunto de 8 películas que Corman dedica a Poe, con las que consigue los mejores éxitos de su carrera. Es la 5ª del ciclo, calificado como el mejor legado de la historia del cine de terror . Presenta una sátira del mundo de la magia, del cine de terror y del propio ciclo del que forma parte. Construida a partir de un guión meritorio, desarrolla un agudo sentido del humor. Suma humor visual (cuervo locuaz, mago presumido) y verbal (pócima de sangre de murciélago, pelaje de ave y cabellos de cadáver), con ligeros apuntes eróticos a cargo de Lenore y Estelle (Oliver Sturgess). Enfrenta el bien y el mal en una competición singular, en la que entran en pugna los poderes ofensivos y defensivos de la magia. Envuelve el relato en un tono de sencillez, proximidad y calidez, que hace de la visión del film una experiencia reconfortante. Destaca la poderosa visualidad de la cinta. La iluminación, bien cuidada, simula provenir de velas y candiles, que proyectan luces débiles y sombras sólidas. La acción se desarrolla en ambientes nocturnos, cerrados y opresivos, exentos de ventanas y con puertas que se confunden con las paredes. Hace uso de algunos anacronismos deliberados, como el simpático vestido de Robin Hood que usa Rexford (Jack Nicholson). Son escenas memorables la elaboración de la pócima neutralizadora del hechizo y el mágico duelo final.
La música, de Les Baxter ( Un verano con Mónica , Bergman, 1952), aporta una banda sonora vibrante, intensa y extraña, puesta al servicio de la acción. La fotografía, de Floyd Crosby ( Solo ante el peligro , 1952), se apoya en una paleta restringida de tonos cálidos (marrones y ocres), contrastados ocasionalmente con azules fríos. Buenas interpretaciones del triunvirato del terror , en especial de Price y Lorre. Estimable comedia de culto.
Curiosamente el escrito que convirtió a popular en su momento a Edgar Allan Poe no fue uno de sus posteriores célebres relatos de terror sino un poema, cuyo título era El cuervo.
Su impacto fue inmediato y se empezó a escuchar entre el gran público el nombre de Poe. También es cierto que muchos le atacaron, tildando el relato de vulgar y extravagante, e incluso hubo acusaciones de plagio que nunca se han aclarado del todo.
Su vigencia se ha mantenido durante el siglo XX, encontrándose para muchos escritores entre sus poemas favoritos, por ejemplo para Vladimir Nabokov, en cualquier caso pensar que podría ser llevado al cine no sólo era muy complicado sino a mi juicio ingenuo, ya que el no hay material para un largometraje.
Roger Corman lo intentó, pero el resultado no es otro que una de sus películas más flojas de su época de terror de serie B de los años sesenta. Las licencias por parte de Corman son constantes, hasta llegar un momento que las diferencias son casi mayores que las similitudes por lo que se aparta en exceso del poema y se acerca a una comedia más cercana a la ciencia-ficción que al ambiente sobrenatural que reinaba en la obra de Poe.
El trío del terror, compuesto por Vincent Price, Boris Karloff y Peter Lorre, no terminan –ni terminaron- de funcionar del todo bien juntos, y siempre están mejor en películas por separado que cuando coinciden.
Aún así es mérito de Corman confiar en un estilo y mantenerlo aunque tuviera algún altibajo y sobre todo y como hacía siempre, triplicar los beneficios con respecto a la inversión.
Nota: 4,8
Quien quiera leer el maravilloso final del poema de Poe que pase al spoiler.
De todos los homenajes que Roger Corman le hizo a Edgar Allan Poe con toda seguridad esta comedia titulada El cuervo es la peor. No he visto pocos de esos títulos, tal vez los he visto todos, de manera que en mi opinión hay algo más de base que en otras ocasiones, cuando no puedo poner por delante el conocimiento de una filmografía entera. Si El cuervo falla no es porque sea una comedia, esa decisión del genial director es personal y respetable, y no tengo dudas de que podría haber resultado mejor si no fuera tan evidente una absoluta falta de coherencia y de sentido de los hechos. Puede ser una comedia, puede ser una farsa, pero las cosas suceden de manera tan absolutamente ridícula desde el principio que hasta he sentido un bochorno insano.
El inicio es prometedor, hablo del primer minuto, después todo resulta tan estúpido y sin gracia que es difícil llegar al final porque además, la historia, carece de interés. El duelo final entre los brujos, magos o lo que sean, es de las peores cosas que he visto nunca, ni siquiera la aparición del joven Nicholson ha levantado mis ánimos. La ausencia de gracia de los gags podría haberse subsanado con una historia intrigante (al estilo de Poe por supuesto), pero ni eso… Un descalabro de Corman, el prolífico director que tantas joyitas me ha hecho descubrir y que en esta ocasión merece un suspenso como una casa.