El código (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV. 3 episodios. La matemática subyace todo. Ocultos en el mundo que nos rodea, existen misteriosos números, patrones y símbolos: son la clave para entender el universo. ¿Qué significan y qué podemos aprender de ellos? El profesor Marcus du Sautoy nos lleva a una búsqueda apasionante para descubrir estos códigos del mundo en que vivimos.
Episodios: Números , Formas , y Predicciones .
Detalles de la película
- Titulo Original: The Code
- Año: 2011
- Duración: 180
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Opinión de la crítica
Película
6.9
27 valoraciones en total
Entretenida presentación de cómo las matemáticas rigen el mundo físico. Recomendable para quienes tengan curiosidad por el tema pero tampoco quieran tener que estar concentrados para poder seguir las explicaciones.
Para quien ya tenga alguna formación científica (o sea haya visto un par de documentales de este estilo) lo entretenido será más la parte visual (bastante trabajada) que el contenido.
Para los que les haya gustado y quieran más (o para los que les haya parecido muy básico pero les gusten los documentales de ciencia) recomiendo todos los de Jim Al-Khalili (también para la BBC), que son, en mi opinión, los mejores documentales divulgativos de ciencia hasta la fecha.
El contenido me ha parecido muy flojo y sin gancho. Me decepcionó. Apenas se fundamenta ni se presentan datos interesantes. Es solo como dar una sucesión de hechos en la naturaleza que tienen detrás un número. Pero número tiene todo, yo tengo cuatro macetas en mi balcón y eso no es un dato que tenga nada de especial. Solo se salva la fotografía y la manera en que se presenta y desarrolla el documental. En fin, solo he visto la primera media hora del primer episodio. Me aburrí y lo quité. Si queréis ver en Netflix un documental de ciencia interesantísimo, emocionante y muy instructivo no os perdáis the beginning and end of the universe .
Típico de los documentales de la BBC, al menos de los que yo he visto hasta ahora. Mucha preocupación por la producción del documental, todo lleno de originales planos, fundidos, enfoques, y sorprendentes encuadres enfundados en una muy buena fotografía. Pero el contenido en sí, escaso. Apenas ocuparía cinco minutos de cada episodio. Y es repetitivo, casi como si fuéramos algo tontos e incapaces de pillarlo a la primera.
Alabo el intento de la BBC de acercar nuevas teorías y enfoques científicos a la población general, pero a mí particularmente se me quedan bastante cortos. A ratos, hasta me aburro.
Aún así, el escaso contenido es sumamente interesante, y para todo aquel capaz de aguantar el soporífero formato, lo recomiendo sin duda. Aprenderán algo nuevo sobre los números, la matemática, y cómo está intrincada en la vida misma y en todo nuestro universo. Sin duda, mejor que mucho de lo que echan en televisión.
The Code parte de la premisa de que todo, desde un átomo al universo entero -también la vida y los comportamientos-, se reduce a patrones, razones numéricas, formas y fórmulas. En cada cosa subyace un código riguroso y preciso que obliga o se deduce, incluido el caos. Este determinismo se desarrolla en tres capítulos que abarcan las cifras, las configuraciones y las previsiones, es decir, algebra, geometría y estadística, tres campos fundamentales de las matemáticas.
The Code abunda en la maestría británica a la hora de producir documentales. Magnífica realización, exquisito montaje, asuntos bien escogidos, muy educativos e interesantes. Y no hay mejor enseñanza que la que resulta amena y sorprendente. Esta serie cumple con nota todas esas virtudes. Sus detractores se quejan de la falta de profundidad, pero el espectador medio y el lego quedan satisfechos y gratamente sorprendidos del relato, las demostraciones y la hermosa imaginería.
El único defecto que se le puede achacar a esta miniserie es la duración de sus tres partes. Por entrega, una hora que se alarga artificiosamente con premiosidad, largas secuencias y reiteraciones de lo ya dicho, cuando lo mismo se expone en treinta o cuarenta minutos con los mismos resultados de efectividad. Salvo este detalle, muy, pero que muy recomendable.