El caso Bourne
Sinopsis de la película
Un hombre amnésico es rescatado por la tripulación de un barco pesquero italiano cuando flota a la deriva en el mar. No lleva nada consigo. Sólo las balas que lleva clavadas en la espalda y un número de cuenta de un banco suizo que lleva adherido a la cadera. Carece de identidad y de pasado, pero posee unas serie de talentos extraordinarios en artes lingüísticas, marciales y de autodefensa que sugieren una profesión de riesgo. Confuso y desorientado, emprende una frenética búsqueda para descubrir quién es y por qué su vida ha tomado un giro tan peligroso.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Bourne Identity
- Año: 2002
- Duración: 113
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te citamos un listado de opciones de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
7.2
29 valoraciones en total
Matt Damon se mete en la piel de Jason Bourne un hombre que se despierta en un barco lleno de balazos y vivo de milagro sin recordar ni siquiera quién es. Esa es la premisa de El Caso Bourne un thriller de acción de los buenos y del que sin duda muchas de las basuras de Hollywood deberían aprender. Una película trepidante, con un buen guión, que sorprende, no es predecible, está bien rodada e incluso tiene lugar para la acción cuerpo a cuerpo (dónde Damon sinceramente nos sorprende con una brillante actuación). Incluso Clive Owen tiene lugar en la cinta como uno de los perseguidores de Jason en uno de sus primeros papeles de mención antes del Rey Arturo o de Closer. Una película que me gustó mucho en la que la acción no decae en ningún momento basándose en un guión muy bien pensado y plasmado lejos de las grandes super-producciones de acción de los americanos que tienen de todo menos eso, un buen guión. Además para los que creen que Matt Damon no es más que otro guaperas sin tablas, que le den una oportunidad metido en el traje de Jason Bourne porque a mí sinceramente me ha convencido. Muy recomendable.
Lo mejor: El guión. Es bueno y en éste tipo de películas no suele serlo.
Lo peor: No encuentro nada remarcable para poner, todo está a buen nivel.
Pasaron desapercibidas para mí estas dos películas durante su exhibición en las salas (no se puede estar en todo) pero las descubrí en dvd y las he visionado muchas veces.
Creo que podrían servir como enseñanza en las escuelas de cinematografía de lo que debe ser una buena película de acción. No me canso de verlas descubríendo siempre detalles nuevos. Una de las mejores bazas es la atmosfera invernal y los tonos oscuros que acompañan el sufrimiento del personaje, que componen una obra sumamente realista. La banda sonora de John Powell es excepcional y las persecuciones en coche, sobre todo la de Moscú, son obras de arte , llevando la acción al extremo. Seré uno de los primeros en ir a ver Bourne Ultimatum.
así que busqué en un diccionario y ponía:
ESPÍA: dícese del sujeto, experto en armas, que siempre viste de esmoquin, conduce coches de lujo invisibles, usa gadgets ridículos liga con mujeres de impresión, pide martinis agitados (no revueltos) en casinos de lujo, y que en sus ratos libres salva el mundo
Pues casi nada de esto tiene que ver con Jason Bourne o con esta película. El Caso Bourne es muy diferente a cualquiera de la saga del agente británico. Jason Bourne y James Bond comparten iniciales y poco más.
¿Es emocionante? Sí, y mucho.
Pero a la vez es tan realista como puede ser un film de este tipo. Aquí nadie detiene un avión que cae en picado o hace surf en un tsunami. Liman no emboba con este tipo de cosas. Al igual que en la novela, se centra en el protagonista y su lucha por recuperar su memoria. Como si de un superhéroe se tratase, va descubriendo los poderes de Bourne a buen ritmo, creando algunos de los momentos más excitantes del film. Mientras tanto, Matt Damon se mete en la piel de una eficiente máquina de matar de manera tan convincente que parece que las películas de acción fueran su especialidad. Y cuando el papel lo requiere, aporta el dramatismo necesario.
El Caso Bourne no necesita de saltos ridículos en paracaídas, malos-remalos dignos de comic, ni de satélites que amenacen la tierra. Su acertado reparto, sus persecuciones de infarto, su acción convincente, el uso inteligente del diálogo y los efectos de audio durante la acción, una estética discreta y elegante, y una gran banda sonora de John Powell (con Extreme Ways de Moby como tema central) dan como resultado un buen film de espionaje que consigue honrar a su género, que entretiene con creces y que respeta la inteligencia del espectador.
Donde la versión de Richard Chamberlain fracasó, esta triunfa.
Si alguna vez necesitas los servicios de un espía, recuerda, el nombre es Bourne… Jason Bourne.
Es de agradecer que de vez en cuando haya alguna peli de acción y suspense con un poco de miga, que amaga el salirse un poco del camino marcado por la producción en serie de Hollywood. No es un peliculón, ya que no transmite demasiadas cosas, sólo contagia la angustia del protagonista. Tiene una gran ambientación en bonitos parajes de ciudades europeas, lo que da un toque de originalidad.
Creo que se pierde demasiado en la trama compleja de los tentáculos de la CIA en el extranjero, que a veces confunde al espectador. Las actuaciones no son de Óscar, y los personajes se podrían haber profundizado bastante más, pero al acabar la peli tienes la sensación de haber visto algo de aceptable calidad que te ha entretenido, que no es poco.
El personaje de Bourne forma parte de una serie de intragables novelas de Robert Ludlum. De pequeño conseguí acabar El enigma de Parsifal y casi me quedo traumatizado con una historia de espías que empieza bien, se va deshinchando y al final es un disparate, todo ello contado de la forma más desmoralizantemente confusa que uno se pueda imaginar. Cuando pienso en el tiempo que dediqué a ese libro, me asombro de la resistencia que tenía en aquellos tiempos, especialmente porque intenté leer uno de los libros de Bourne y lo mandé a paseo en la página 12 pensando que este tío es de esos escritores que entienden intriga con conseguir que el lector no se entere de nada. Pero no porque la trama sea complicada, sino porque los párrafos (incluso las frases consecutivas) no guardan cohesión entre sí y, aunque las palabras sean omprensibles una a una, en conjunto no tienen sentido.
Aforunadamente, la peli coge lo mejor de la novela -la trama en general y el personaje de Bourne en particular- y le da forma de una manera elegante y verosímil. Huye de los tópicos de James Bond y sus gadgets para construir un agente secreto que, como norma básica, prefiere resolver las cosas con inteligencia que a hostia limpia. Pero no por eso se eliminan la escenas de acción y se hace una película sobre un funcionario, no, lo que pasa es que hay un guión currado en el que esas escenas se meten de manera coherente con el resto de la trama.
El resultado es una de las mejores películas de espías que conozco. Gran guión con interesantes y creíbles giros, gran dirección con tensión máxima toda la película, grandes interpretaciones (ya es imposible imaginarse un Bourne que no sea Matt Damon) y grandes persecuciones y peleas (insisto: espectaculares, verosímiles y en las dosis justas) que están al servicio de la historia y no al revés.
Grande. Imprescindible.