El blanco, el amarillo y el negro
Sinopsis de la película
Unos supuestos indios roban un pony mandado por el embajador de Japón. Una nota del jefe de los apaches informa de que si no ha recibido un millón de dólares antes de cuatro días, el pony morirá. El cónsul japonés pone el millón a disposición del banquero Butler. Para transportar el dinero confían la misión al más honrado e infeliz sheriff del condado, Jack el Negro. Pero el arca con el millón se convierte en una obsesión para un simpático y audaz bandido conocido por El Suizo. También interviene en el asunto un japonés llamado Sakura, cuidador del animal. El Suizo, Jack el Negro y Sakura juntan sus fuerzas para rescatar al pony.
Detalles de la película
- Titulo Original: Il bianco, il giallo, il nero
- Año: 1975
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
4.7
47 valoraciones en total
Una banda de indios roba un pony japones que iba a ser entregado al presidente como regalo del emperador nipón. Los indios piden un rescate de un millón de dolares, que el embajador japones decide pagar, mandando con el dinero a el único hombre honrado de la región, que no es otro que el sheriff del condado, Jack el Negro. Le acompaña el sirviente japones de el animal, Sakura. Además se unirá a la pareja un simpático y hábil ladrón conocido como el Suizo, que más que el Pony persigue la caja del dinero.
Ultima película que Sergio Corbucci dedica a el western, y para ello el director italiano se decide por una comedia, que además de servirle como despedida le vale como homenaje a el propio genero. Un homenaje en toda regla, ya que desde el principio, en un prologo memorable, nuestra Maria Isbert haciendo de esposa de el sheriff le pega un discurso hecho con títulos de películas del western, en una maravillosa demostración de ingenio. Por desgracia, el texto no es el mismo en la versión italiana que en la española, en la que alteran algunos títulos por otros más conocidos, o incluyen películas que están más allá del western. Solo por ese prologo, ya vale la pena esta película. Pero no quedan ahí los homenajes. Desde el titulo de la película que cambia los tres adjetivos usados por Leone, hasta los personajes, y sobre todo por alguna escena (como la que abría la gran Django de el protagonista arrastrando un ataúd, ahora con Gemma haciendo de Nero), El Blanco, el amarillo y el negro quiere ser un recuerdo a los más de diez años en los que tantos westerns se rodaron por Europa. Corbucci quiso hacer su pequeño homenaje, y sin duda que lo consiguió.
Esto eran un suizo, un japonés y un americano… , con este arranque, como si fuera el típico chiste de la geografía española, podría resumirse la premisa argumental de este spaghetti tardío de Corbucci. ¿Y qué tiene en común con aquellos chistes? Pues que gracia lo que se dice gracia, no tiene mucha. Pero no adelantemos acontecimientos porque como buen chiste (ya acabo con esta analogía tan chusca), todo depende del gracejo natural del que lo cuente y es tanto o más importante la forma como el fondo. ¿Con esto qué quiero decir? pues que en este caso en concreto no tiene relevancia que la historia sea absurda (unos indios roban UN PONY JAPONÉS y un sheriff local será el encargado de llevarles el rescate del mismo), no importa que el desarrollo sea muy simple y los gags bastante tontos, lo que le da valor a la obra es la condición de homenaje, casi de despedida que le otorga el director.
Da la impresión de que Corbucci era consciente de que el género que le había encumbrado estaba llegando a su fin y trata de hacer aquí su propio canto de cisne, de un modo similar a como dos años antes lo había hecho Leone ( a medias con Valerii) en Mi nombre es Ninguno: cómico pero no bufo (no llega al nivel de Trinidad y compañia), ligeramente paródico y sobre todo muy referencial, muy posmoderno (como buen spaghetti western). Así, desde el comienzo de la obra, con esa retahíla de títulos con las que la mujer del Negro le recrimina que abandone el hogar familiar para atender sus obligaciones, los guiños se van sucediendo uno tras otro, no solo podemos ver juntos a algunos de los principales interpretes del western europeo, sino que está plagado de referencias a la propia obra de Corbucci. Por ejemplo: Wallach se atusa el bigote usando el reflejo de un adorno de las bridas de su caballo (como Johnny Oro), Gemma interpreta al Suizo, usando el mismo prototipo de personaje europeo que ya interpretara Franco Nero en Salario para Matar (el polaco) y Los Compañeros (el sueco), o incluso en Viva la muerte…tuya (el ruso) -esta no es de Corbucci pero para el ejemplo, vale-, los mercenarios que contrata el dueño del ferrocarril están capitaneados por un general sudista renegado (una hipérbole del personaje interpretado por Joseph Cotten en Los Despiadados), en un momento dado el Suizo arrastra un ataud como lo hace Franco Nero en Django…y seguramente haya muchas más que ahora mismo se me escapan. Por último, no sé si como una forma de cerrar ese círculo iniciado con Por un puñado de Dólares aka Yojimbo in the west , llama la atención de que el tercero en discordia sea precisamente un samurái.
Esta es una obra dirigida POR un aficionado al spaghetti western PARA aficionados al spaghetti western y hecha DESDE el amor al spaghetti western y es necesario valorarla como tal. No sé cómo la verá el resto, pero a mi lo que me ha mantenido enganchado era precisamente descubrir esas referencias y ver hasta dónde llevaba Corbucci su particular homenaje, pero aunque no he llegado a aburrirme, hay que reconocer que tiene momentos vergonzantes (muchos con Milian de protagonista) y que a nivel técnico no tiene nada destacable. Ojo, no digo que esté mal dirigida, pero estamos hablando de un tipo con un don particular para crear algunas de las imágenes más impactantes del western europeo. Por lo tanto, creo que sólo la encontrarán interesante los iniciados en el género, pero alguien ajeno al mismo dudo que pueda encontrar motivos de peso para verla.
PD: el doblaje en castellano tiene alguna perlita como que el indio que interpreta Gemma en un momento dado habla una mezcla entre andaluz y calé (quizas en la edición original utiliza algun dialecto italiano)
PD2: Me parece curioso que en este, su último western, y al igual que hiciera Ford en uno de sus últimos films con El Gran Combate, Corbucci en cierto modo restituye la mala imagen de los indios que había proyectado en la cuasi-seminal Johnny Oro.
Divertida, gamberra, entretenida, paródica, inteligente, ligera y estupenda forma de hacer un Spaghetti Western, con todo lo bueno que puede tener.
Un claro homenaje y guiño a El bueno, el feo y el malo, con tres intérpretes que saben reírse de sí mismos con un trabajo que tiene mala pinta, pero que sorprende para bien.
Durante la epidemia de spaguettis y gazpacho-westerns que asolaron nuestras pantallas y acabaron con este subgénero, al ser producciones cada vez mas malas , baratas y cutres, se buscó una pretendida originalidad para despegarse de las otras que se estrenaban la misma semana, mes o año. Pero habían agotado tanto el filón que solo rodaban refritos. En este caso el filme copia,,sin talento, a El bueno, el feo y el malo y a Sol rojo . Realmente es una mediocridad de cine de colegio mayor, con un humor italiano obsoleto, horrorosa en interpretaciones, llevándose la palma el falso japonés que habla igual que la Princesa Bultos del espacio exterior, de la serie Hora de aventuras . Mas que japonés, es un pijo con un pelucon horrendo. Ni para planchar.
Diez minutos de metraje bastan para ralizar esta disparatada cinta. El resto es repetición repetida reiteradamente hasta el empacho sin ninguna gracia.
La Pizza no lleva tomate y los rollitos son de la primavera pasada. No hay Spaguetti.Tampoco Western y menos samurais del sol naciente. Hay Payasos que cantan , Habia una vez…Un Circo…. , con poca gracia y exiguo ingenio.
De lo peor de S. Corbucci, ya que realizo péliculas más aceptables con las mismas pretensiones y formatos similares.
Digerible tan solo por niños de 6 a 10 años sin muchas pretensiones y tampoco es muy recomendable. Tienen mejores películas.
Muy Floja por no decir Mala.