El bebé (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Natasha es una mujer de 38 años enfadada porque sus amigos más cercanos están teniendo bebés. Pero cuando se encuentra inesperadamente con un bebé propio, su vida implosiona dramáticamente. Controlador, manipulador, pero adorable, el bebé tuerce la vida de Natasha en un espectáculo de terror surrealista. A medida que descubre el verdadero alcance de la naturaleza mortal del bebé, Natasha hace intentos cada vez más desesperados por deshacerse de él. Ella no quiere un bebé. Pero el bebé definitivamente la quiere a ella.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Baby
- Año: 2022
- Duración: 30
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Opinión de la crítica
Película
5.4
88 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alexis Tuttle
- Amber Grappy
- Amira Ghazalla
- Angela Yeoh
- Beau Gadsdon
- Bertie George Venn
- Bhav Joshi
- David Burnett
- David Cann
- Divian Ladwa
- Genesis Lynea
- Isy Suttie
- Joe Parker
- Karl Davies
- Mark Oliver
- Michelle de Swarte
- Michelle Thomas
- Patrice Naiambana
- Peter Clements
- Rio Attoh-Wood
- Roanna Appleby
- Sam Bond
- Seyan Sarvan
- Shvorne Marks
- Sophie Reid
- Tanya Reynolds
Increíble que la única buena interpretación que haya en esta serie sea la del bebé, quien sin saberlo siquiera le da mil vueltas a todos. Y con a todos, incluyo a los directores-creadores, guionistas…y todos los personajes que aparecen en ella. Si no llega a ser por lo simpático que es el crío, no me trago esta pantomima estúpida con un mensaje tan absurdo y simplón, como el que lleva implícito (sin tino ninguno, por cierto), ni cinco minutos. Merece, sin embargo, la pena echarle un vistazo e incluso verla entera, ya que por suerte los capítulos son cortos, como he hecho yo por el pequeñín. Llena la pantalla, es divino y te sacará muchas sonrisas.
Sumario
Negrísima, original y vitriólica serie británica que dirige sus dardos a la maternidad como ideal y mandato social. El relato es fascinante, además, por la forma en que va dosificando la información y combinando o alternando los géneros y por cómo lo siniestro y el horror irrumpen en los pliegues de lo cotidiano.
Reseña
Una mujer sin la más mínima vocación maternal debe hacerse cargo de un bebé, situación que provocará insólitas derivaciones.
Es muy difícil hablar de esta serie sin espoilearla. Pero no lo haré.
Ante todo, se trata de un relato original, fascinante y desconcertante que apuesta a la cruza de géneros, comenzando por la comedia negra (negrísima). Los breves capítulos de media hora van dosificando la información, con un verosímil al principio puesto a prueba pero que sale airoso a medida que vamos entendiendo ciertas cosas. Con los giros de la trama va cambiando el tono de los capítulos y hasta el género (hay drama puro, incluso terror), resultando cada tono elegido (o su combinación) estrictamente funcional a lo que se relata. La puesta en escena luce momentos de gran originalidad, por ejemplo, cuando acelera los tiempos del relato.
La serie de Siân Robins-Grace y Lucy Gaymer nos pinta con certeros trazos la relación de Natasha (Michelle de Swarte) con sus amigas y con su entorno familiar.
El bebé es una vitriólica crítica de la maternidad como ideal y como mandato social inherente al machismo patriarcal, con su galería de maternidades (y genealogías) deseadas, no deseadas o conflictivas, en una serie casi exclusivamente interpretada por mujeres. Pero sus dardos no se detienen ahí, como nos irá revelando la trama, en un relato donde la incomodidad no es un fin sino un medio y lo siniestro y el horror irrumpen inesperadamente en los pliegues de lo cotidiano, haciendo honor a su definición.
Y, por cierto, una serie que póndrá loquísimos a los machirulos antifeministas.
*Un inicio devorador
El bebé comienza su travesía con dos primeros episodios realmente magnéticos que consiguen que el espectador se olvide del paso del tiempo abstrayéndole de la realidad. Tiene un ritmo frenético, es ácidamente divertida y la premisa de la que parte dota a la ficción de oportunidades que más le vale aprovechar.
Su vértebra principal es el humor y la sátira para conducir al espectador al significado de la serie. La idea de la maternidad, la presión social por tener un hijo y crear una familia son las ideas principales que orbitan en la trama gracias a un agraciado argumento. La forma en la que un niño puede cambiarte la vida apropiándose de ella y haciendo que todo gire en torno a él son el núcleo de la ficción.
Sin embargo, la fortuna de esta es su tono cómico y un bebé inocentemente asesino. Es difícil saber cómo y por qué sucede, aunque algunas pinceladas se van a ir dando a medida que avancemos. No obstante, todo funciona como una parte de un todo mayor que acaba dirigiendo al personaje y a su entorno, e incluso al espectador hacia la alienación.
*La seriedad como arma de doble filo
En cierto momento, El bebé gira su argumento a una trama más seria que dota de mayor trasfondo a sus personajes protagonistas. Sin embargo, en ese momento pierde su logrado equilibro y se produce una fractura en la ficción que se despoja un poco de lo cómico. Es entonces cuando su seriedad dramática no termina de empastar adecuadamente con la turbiedad de las imágenes que nos ofrecen en el mismo episodio.
Asimismo, la ficción de HBO consta de un morbo superficial por ver cada hazaña de un bebé que parece engendrado por el diablo. Los efectos especiales y el maquiavelismo de los actos funcionan como un atractivo añadido que impulsa la ficción y al espectador con ella. Además, en ocasiones hay que destacar un inteligente montaje que funciona a modo de contrapunto, y que sirve para hacer hablar al recién nacido sin pronunciar palabra. Una mirada o un fruncir el ceño se comunica con un espectador que tratará de respaldar la imposible inocencia del recién nacido.
*Personajes reactivos
El bebé es una serie que se fundamenta en personajes reactivos que van siguiendo las hazañas del personaje que da nombre a la ficción. Es por ello, que siempre parece que sus personajes parecen ir rezagados, y con acciones con las que no logran avanzar. Este es un sentimiento que penaliza a la ficción por ser el denominador común de esta. El misterio creado parece quedarse estancado en ocasiones, sin ofrecer muchas respuestas, y el espectador va a rebufo de acciones, que si bien, son entretenidas, pero no acaban por saciar su hambre.
Muchas de las acciones y diálogos parecen chocar con un muro de cristal invisible que hacen que carezcan de expresiva funcionalidad en el relato. No obstante, su actriz protagonista Michelle de Swarte lleva a cabo una interpretación con chispa, los diálogos vibran en su boca de manera especial, y es parte de la comicidad principal del relato. En ocasiones puede sentirse sobreactuada, pero hasta esto consigue sentirse parte de su personaje que probablemente sea de los pilares más fundamentales que sostienen la ficción.
*Conclusión
El bebé es atractiva a la hora de crear una metáfora sobre asuntos de la maternidad a partir de un bebé asesino. El tono cómico y la tenebrosidad de los actos funcionan complementándose ejemplarmente en la mayoría de la ficción. Sin embargo, la serie puede sentirse que cae en vano al no alimentar el hambre del espectador de forma adecuada al acabar sintiendo que muchos intentos caen en saco roto.
Escrito por Javier Atienza
Vamos que nos vamos. Esta serie me estrena HBO Max en la infamia en la que lleva Netflix instalada desde tiempos pretéritos. El NO-DO contraataca de nuevo, y esta vez me ha metido un torpedo en toda la línea de flotación.
La serie empieza bien. Rollo anti-maternidad, más o menos grueso, más o menos sutil, pero en plan comedia gamberra. Vamos a reírnos de como los bebitos se comen nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestras amistades, y nuestras almas. Cómo puede ser, con lo bonicos que son. Pues vale. No se esconde, y sabíamos a lo que veníamos.
Pero entonces llega EL EPISODIO, que para mi será el último, porque no me gusta que me tomen el pelo. No recuerdo si era el quinto, o por ahí. Da igual. De pronto, la serie cambia el tono y se convierte en otra cosa. La cosa. La única cosa omnipresente que domina todas las plataformas. Eso de lo que acusábamos a Netflix, angelitos, pero que resulta, está en todas partes, a todas horas.
Y se pone a saco. Se pone en serio. A tomar viento la comedia gamberra. Como una planta carnívora, te he atraído con ella hasta aquí, y ahora, toca cerrar las fauces. Cerrar muy fuerte. Rechinar los dientes, aplastar, deglutir, disolver -tu mente-.
La estrategia no es nueva, Netflix era la experta en esto: mira esta serie de fantasmas, majo. En realidad te voy a meter dogma por un tubo. Mira esta casa encantada, ¿te mola? Rellena de dogma a tope. Como una empanada. Empanada de dogma. Porque claro, si no te la empano, no te la vas a comer. Que te conozco. Que solo quieres entretenerte y pasarlo bien. No quieres venir a la misa de diario, maldito.
Estoy hasta las pelotas, señores, señoras, y señorus. De que los nuevos curas me engañen diciéndome, vamonos de excursión a ver una pelí de miedo , o una de risa, o una de lo que sea, y luego me metan de inesperado empujón, en la nueva Iglesia. El nuevo Credo. El nuevo, si no piensas así, si no te gusta esto, eres malo y te vamos a echar a la hoguera. Infiel. Mamón.
Al final resulta que la tolerancia era el pensamiento único. Sería gracioso, pero solo lo es si eres tonto. Cuentan con ello.
P.D.: No puedo puntuar este engendro, porque no es un producto de entretenimiento. Es otra cosa. Y como tal, le planto un señor UNO.