El bárbaro y la Geisha
Sinopsis de la película
En 1856, a Townsend Harris (John Wayne), un diplomático americano, se le encomienda la misión de negociar con el hostil gobierno japonés para establecer relaciones comerciales. Harris tendrá que afrontar todo tipo de amenazas y dificultades y, aunque sucumbirá al embrujo de una hermosa geisha, llevará a cabo su cometido.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Barbarian and the Geisha
- Año: 1958
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
5.6
35 valoraciones en total
Si uno se dejara guiar tan solo por el cartel de la película, en el que un John Wayne descamisado y con ademán de quemarlo todo, incluso la jamelga nipona que tiene rendida a sus pies, no habría grandes alicientes para verla, la verdad. El título de cinta porno tampoco ayuda, pero cuando aparece John Huston en la dirección, la cosa cambia, y para apagar cualquier posible suspicacia juro que no aparece el tiíto Wayne aniquilando cientos de nenazas orientales ni rompiendo el corazón de sus mujeres. El bárbaro y la geisha es más bien una buena película histórica y una aceptable historia de amor entre el primer cónsul estadounidense en Japón y una ídem en la que puede apreciarse perfectamente el estado de feudalismo medieval de la isla y como los EEUU pusieron ya tempranamente los ojos en objetivos en el Pacífico. Nuestro amigo The Duke demuestra que sabía interpretar algo más que super-machos de Texas, de modo que es capaz de mostrar un núcleo creíble de ternura dentro de la virilidad que un embajador de su rango debe demostrar. La película no aburre en ningún momento y ha de destacarse un gran trabajo de recreación del Japón previo a la restauración Meiji, siendo muy recomendable verla en versión original.
La historia de ésta película es atractiva, ya que está basada en hechos reales. Townsend Harris fue un cónsul americano destinado a Japón por razones diplomáticas, allí conoció a una joven geisha de la cual se enamoró. Ésta historia se hizo muy conocida en el país.
Pese a todo su exotismo, puesto que está rodada la mayor parte en Japón, hay varias cosas que no me terminan de convencer.
La historia de amor no está nada lograda, me resulta demasiado sosa.
El actor que hace de emperador es ridículo.
A John Wayne le vino este papel como anillo al dedo para quitarse de encima la etiqueta de los westerns.
Aún así me ha parecido en su conjunto una película entretenida, ya sea por ver a John Wayne en un papel diferente al que nos tenía acostumbrados.