El anticristo
Sinopsis de la película
Tras sufrir un accidente, en el cual muere su madre, Hipólita se queda inválida y sufre una crisis de fe. Decide entonces seguir un tratamiento psicológico, pues la causa de su invalidez no es física sino mental. Al ser sometida a una regresión hipnótica, recuerda una vida anterior en la que, tras ser acusada de brujería, la Inquisición la condenó a morir en la hoguera. A partir de ese momento, Hipólita empieza a mostrar un extraño comportamiento.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lanticrist
- Año: 1974
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
Película
5
81 valoraciones en total
Muy correcta película tocando el tema de posesiones diabólicas, además teniendo en cuenta que un año antes se había rodado El Exorcista, el listón estaba bastante alto y todas las películas de posesiones que se rodaran posteriormente iban a ser comparadas con esta, de ahí que mi recomendación a la gente que se anime a verla, borre de su mente durante ese visionado la película de William Friedkin.
Se trata de un film en el que se nota, y mucho, la falta de presupuesto, pese al buen elenco de actores y a su buen hacer en el film. Su punto flojo, los mediocres efectos especiales, pero destaca en muchas otras cosas, como por ejemplo la buena historia con algunas lagunas pero pasables, buena música, buena y tenebrosa ambientación, etc. A los amantes del género no defraudará este clásico italiano, no muy conocido, que incluye alguna que otra escena bastante fuerte no apta para espectadores sensibles.
Mi nota 6.2
Inevitablemente la impactante El Exorcista (The Exorcist, 1973) sentó precedentes hasta la fecha, algunos más o menos aceptables pero sin llegar a la altura del efectista drama de terror que dirigió un afortunado, pletórico como inspirado William Friedkin. Pero, inmediatamente, su avasalladora popularidad obtuvo su respuesta en una primera oleada de imitaciones bajo la firma italiana de realizadores como Ovidio G. Assonitis (Chi Sei?, 1974) o (Un Urlo dalle Tenebre, 1975) de Franco Lo Cascio y Angelo Pannaciò que se pusieron manos a la obra para pretender que desde su país podían llegar a ser más chulos que un ocho con demostraciones superiores a la inalcanzable cota demoniaca de la niña Reagan y su querido Capitán Trueno extrayendo un argumento similar con más o menos blandiblup requerido, según presupuesto acordado.
Alberto Di Martino sin embargo se le recordará como el más destacado de éstos imitadores con su peculiar versión romana de la chica poseída por el demonio. Aquí la víctima es más crecidita que su predecesora americana. Se llama Hipólita (Carla Gravina) y heredera de unas de las más antiguas y aristocráticas familias de la ciudad que, tras ser presa de una crisis de fe acaecida tras un accidente de tráfico y con un viudo padre (Mel Ferrer), empieza a notar los síntomas claros de una posesión. Menos mal que un tío cura (Arthur Kennedy), y con la ayuda de la servidumbre si hace falta, intentará poner orden a tal descalabro.
Efectos especiales pobres para una película que se hace la mar aburrida a menos de si les gusta tratar del tan sobreseído subgénero demoníaco. Mel Ferrer, más conocido en Italia para rodar pobres producciones de corte terrorífico que en Estados Unidos por destacar en la tan lejana y cursi Lilí (1953) de Charles Walters, intenta destacar pese a su inaguantable pose de veterano aquejado por la mediocridad de someterse a productos infrahumanos de éste nivel.
Aceptable cinta de corte terrorífico surgida de la península italiana. Efectos especiales regulares y fotografía un tanto mediocre. Con dos estrellas de Hollywood como Arthur Kennedy y Mel Ferrer, en el declive de sus carreras. Contiene elementos interesantes, como la parte donde el psiquiatra realiza la regresión. Tiene ciertas semejanzas con El Exorcista de William Friedkin. No hay mucho más que comentar, salvo que no es tiempo perdido el poder revisar esta cinta, que a fin de cuentas, me entretuvo.
Bodrio larguísimo, que tarda un montón en llegar al punto, la posesión demoníaca, antes de eso rellena todo con gritos, escenas de sexo gratuitas y mucho morbo.
La película es una comedia involuntaria, repleta de efectos especiales de cuarta, la verdad ya cuando fueron filmados se debían ver falsos y baratos, nada que ver con los de El exorcista, y vista hoy en día los mismos se ven muchísimo peor.
Interpretaciones malas, la única que trata de hacer algo con su personaje es la protagonista, por lo menos lo intenta, aunque con un guión tan pobre y un director patético, tampoco podía hacer un milagro.
Solo puede aguantarse si se ve como una comedia, e incluso así cuesta porque es lentísima.
Un imposibilitado desligue de El exorcista , en donde razones más que obvias mantendran a la sombra a Alberto de Martino con este ínfimo producto transgresor ofrecido al comparativo y sin posibilidad de trascender.