Dune, la leyenda (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de 3 episodios. Arrakis, también conocido como Dune, el planeta desierto… El último lugar al que nadie querría ir y, sin embargo, el planeta más importante del universo, la puerta hacia un conocimiento superior y la fuente de la sabiduría. A pesar de sus adversas condiciones climáticas y la casi completa ausencia de agua, sólo en Dune se encuentra el bien más codiciado: la especia conocida como melange. De incalculable valor y vital para el comercio entre planetas, varias casas nobles y diversas organizaciones tienen su mirada puesta en Dune, y ansían hacerse con sus riquezas. Cuando la familia Atreides debe hacerse cargo de Arrakis, la vida del joven Paul se verá drásticamente afectada. Más allá de las despedidas y los recuerdos, el joven se verá arrastrado hacia su destino, a raíz de una serie de intrigas contra él y los suyos. Deberá sobreponerse y enfrentarse a los problemas que le amenzan y, sobre todo, responder a la afrenta…
Detalles de la película
- Titulo Original: Dune
- Año: 2000
- Duración: 272
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Opinión de la crítica
5.6
36 valoraciones en total
Esta miniserie, a pesar de ser algo floja, nos aporta bastante más información que la película original y para los que no hemos leído el libro se agradece bastante, la verdad. Dicen que la serie es más fiel a la novela que el film y, sin duda, creo que lo es.
Opino que para recrear ese increíble universo que nos ofrece Dune, haría falta bastante más presupuesto del que se ha invertido y un trabajo actoral que esté a la altura de esta fantástica historia.
La estética no es mala del todo, pero muy mejorable al igual que los efectos digitales y el trabajo de los actores, que no aportan el nivel interpretativo que merece.
Incluso teniendo algunos defectos, la história es seductora y entretenida, recomendable para fans sobre todo.
Probablemente, la mejor ocasión para adaptar la novela Dune a un formato cercano al cinematográfico, era el de la miniserie televisiva y, aunque tras ésta se esconda un reparto acertado en ocasiones, un diseño de producción decente hasta cierto punto y el metraje adecuado para desmenuzar la obra de Herbert sin problema alguno, el film de John Harrison no llega, por desgracia, ni a transformarse en uno de esos trabajos fallidos por los fueros al que, incluso, hubiese entregado el aprobado raspado sin dudarlo.
Aunque no me gusta hablar de ello, puesto que como una gran usuaria de esta página señaló hace muy poco, el mundo literario y el cinematográfico son cosas muy distintas y, al leer, cada uno tiene su propia idea en mente, destacaré que, como mínimo, esta versión de Dune posee más entereza al desgranar los episodios que componían la novela de Herbert que la que trazara David Lynch años antes. Y no, no la posee porque haya más tiempo para ello, sino porque quizá las elipsis tienen un sentido más funcional aquí, y ayudan a que el conjunto se desarrolle con mayor pericia, sin parecer un cortaypega realizado sin demasiado compromiso y esmero.
Si entramos en terreno técnico, y como ya dije, su estética resulta decente durante algunos tramos, y todos los elementos dispuestos para recrear el universo Dune son suficientemente eficientes para realizar su labor sin trabas. Su banda sonora, por otro lado, no destaca en exceso, y en el apartado narrativo funciona con competencia, pero sin la elegancia y sobriedad que podría haber tenido.
Entonces, ¿si ésta Dune parece tener aciertos con respecto a la otra, que es lo que falla? Pues, en efecto, el resto: sus secuencias de acción están poco o nada pulidas, resultando sólamente resultonas algunas de ellas, las relaciones entre personajes son meras comparsas para que la historia vaya avanzando en la mayoría de ocasiones y, para colmo, sólo se atisba carácter en un par de protagonistas y, por último y más importante, algunas de sus actuaciones están muy debajo de lo que cabría esperar, y no digo ya por debajo de una miniserie, sino incluso de un telefilm…
En definitiva, para adictos a las miniseries y poco más… quien quiera dirigirse al mundo Dune , mejor que relea la gran novela de Frank Herbert.
Dune, de Frank Herbert, es una de las más conocidas novelas dentro del género de ciencia-ficción pero para muchos cinéfilos lo primero que viene a la mente es el film de David Lynch.
Esta adaptación para televisión dista mucho de dicha película, tanto en su planteamiento como en su tratamiento, y la verdad es que un análisis comparativo casi induciría a pensar que cuanto más te haya gustado una menos interés encontrarás en la otra.
Antes de nada debemos tener en cuenta que al ser una producción para televisión tiene unos parámetros algo diferentes a aquellas películas creadas para ser proyectadas en un cine.
Por ejemplo, es factible tener un metraje mucho mayor, ya que podemos repartirlo en varios episodios. En este caso eso permite ahondar mucho en la de por sí bastante compleja trama que se narra en la novela, resultando por lo tanto toda la historia perfectamente comprensible.
Pero, como todo, un metraje largo tiene sus inconvenientes: permite al director ralentizar la acción tanto que con cierta frecuencia pierde ritmo.
Quizás nos podamos permitir criticar el exceso de celo a la hora de adaptar fielmente, ya que al pretender incluir tanta información puede acabar resultando hasta un poco aburrida.
Por otro lado, y posiblemente debido a ser una producción para televisión y a su metraje, es necesario ajustar el presupuesto, lo que se aprecia en detalles de producción, efectos especiales, etc.
Considero que estes defectos se encuentran plenamente justificados, aunque lamento que la estética general no esté algo más trabajada, para permitirnos sentirnos realmente trasladados a Arrakis.
Finalmente, en lo que respecta a la interpretación, tiene bastantes altos y bajos. Sin haber ninguna notable, todas varían entre correctas, justitas y mediocres.
Ni William Hurt, por mucho bombo que le den a su papelito como Leto Atreides, se salva.
Resumiendo.
Es una producción para televisión correcta, sin ser memorable. Una adaptación fiel de una obra literaria.
Recomendada si eres uno de esos fans de Herbert que se quedaron decepcionados con la obra de Lynch o si, aunque aquella te encantó, no entendiste ni la mitad y no estás por la labor de leerte un librote de cientos de páginas.
Empezaré diciendo que sí, que merece la pena verla si te gusta la ciencia ficción. Si bien es cierto que hay muchas cosas que me gustan y muchas que no me gustan, el balance final es bastante positivo, al menos para mí. Por ejemplo, esta versión para televisión es o pretende ser lo que la película original de David Lynch iba a ser antes de que le obligasen a acortarla casi a la mitad. El problema, obvio al ser algo para la televisión, es que los efectos especiales resultan cutres, pero en líneas generales digamos que están en el límite de lo aceptable. Vamos, que son cutrillos pero se admiten si ponemos un poco de nuestra parte. Los diseños me gustan mucho más en la película de Lynch. En esta versión se pueden ver las ideas del (nunca realizado) Dune de Jodorowsky llevadas muy fielmente, pero no me gustan tanto. Por ejemplo, los Sardaukar, más que inspirar miedo y terror, provocan una medio sonrisilla. Yo lo siento mucho, pero esa ropa a lo guardia suíza no inspira terror. Del mismo modo, el séquito del navegante y su escena me fascinan en la película de Lynch, con esos implantes, la viscosidad, el extraño idioma, el vestuario… Aunque hay que reconocer que el vestuario de esta miniserie es espectacular. Ahí se lo han currado mucho. Es como más extraño, más barroco-futurista y menos victoriano que en la cinta de Lynch. Y diseño de naves, artefactos, gusanos, decorados (especialmente decorados fremen), me gusta mucho más en la película. Tampoco me gustan los Harkonnen. En la cinta de Lynch provocan auténtico pánico, son un linaje de psicópatas y perturbados con poder, y toda la atmósfera Harkonnen en la película es de auténtica pesadilla. En esta miniserie, ni de lejos consiguen transmitir una centésima parte de todo eso. Fallan en la ambientación. Hay mucho preciosismo en vestuarios y decorados, y mucho chico guapo y cachitas, sudoroso, con torso desnudo, y ropa de diseño de pasarela Cibeles, pero olvidan lo importante: ambientar. No sé quién habrá sido el encargado de admitir que lo importante sean muchachitos guaperas musculosos con ropas chulas y dejarlo ahí, pero la cagó. Los Harkonnen en la miniserie parecen el club de fans de los village people.
El actor que encarna a Raban se empeña, pero no consigue pasar de matón de instituto. No da miedo como en la cinta de Lynch.
Por otra parte, suple las carencias de la cinta de Lynch en cuanto a la historia en sí. Vaya por delante que no he leído Dune. He leído algunas de la saga, pero esa en concreto no, pero en breve lo haré, por lo tanto no puedo comparar con la novela. Como decía, suple las carencias de la película de Lynch, y los personajes adquieren mayor protagonismo e importancia aquí, cosa que explicaría algunas lagunas en la película (y por lo que dicen, se acerca mucho más a la novela dada su complejidad). Tampoco me gustan los mentat de la miniserie, porque no poseen ni una sola de las rarezas que les caracterizan.
Las interpretaciones: Bueno, quitando al protagonista (Paul Atreides), creo que son en general superiores en la película. Especialmente la de la madre de Paul, Jessica. Pero no están mal del todo, exceptuando a la protagonista fremen, que dan ganas de que la maten por lo mala que es.
Las escenas de acción también despiden cierto tufillo cutroso. Están muy bien rodadas y son creíbles… si vives en 1.950. Resultan algo infantiles, y la falta de presupuesto y extras es escandalosamente palpable. No hay nada épico en ninguna escena de acción. Vamos, que no te las crees ni lo más mínimo.
En fin, que es una miniserie para TV, y siendo del año 2.000 y de ciencia ficción, no está mal. Pero todos seguimos esperando que hagan un Dune en condiciones de verdad. Este, el de la miniserie, creo que yo que es el buen camino por la complejidad, ya que admite mucho más metraje (aunque a veces se cae en el tedio por la falta de ritmo). Es interesante y si no tienes nada mejor que hacer, horrible no te va a parecer.
Como fan de las novelas de Dune que soy, deseo ferviertemente una buena adaptación de la novela y, aunque esta miniserie mejora con mucho al bochornoso film de David Lynch, no llega a recrear con exactitud el fantástico universo creado por Frank Herbert.
Aun reconociendo que es complicado adaptar una trama tan densa y filosófica como es Dune , esta miniserie no está a la altura pues adolece de fallos graves de guión y vestuario. Por ejemplo, antes de partir a Arrakis Paul Atreides es un adolescente, no un veinteañero como lo era Alec Newman en el año 2000.
En cuanto a las interpretaciones de los personajes principales Paul Atreides tiene sus momentos, empieza muy flojo e irreal si nos basamos en la novela, ya que interpreta a un Paul caprichoso y mimado, sin la férrea disciplina a la que le sometió desde pequeño su madre Jessica. Sólo cuando se convierte en Muaddib llegas a creerte un poco su actuación. Sobre Jessica Atreides debo decir que su interpretación fue la peor de la película. Saskia Reeves no logra en ningún momento interpretar a una Bene Gesserit verdadera, caracterizadas por su altivez, autocontrol de las emociones, velocidad, destreza y seriedad. Saskia Reeves interpreta a una Jessica miedosa, torpe (se tropieza andando por la arena), predecible y sumisa. Un error del director o una actriz mediocre, según se mire. Los demás personajes son correctos, mención especial a Stilgar y el Barón Harkonnen que están de notable. William Hurt como Leto Atreides no pasa del aprobado.
En cuanto a la recreación del planeta está logrado… con matices. Algunos decorados y escenarios son cutres pero cumplen su función. Los efectos especiales dejan bastante que desear a veces aunque lógico suponiendo el ajuste presupuestario debido al largo metraje de la miniserie.
El problema principal de la serie es el de siempre: Dune es una novela muy densa, detallada y filosófica y las películas no pueden ser infinitas. Para contar todo detalladamente se necesitarían muchísimas horas de metraje y eso no es viable, creo, económicamente. Así, la miniserie consta de muchos personajes y cuenta al espectador una cantidad importante de piezas de un puzzle que, sin haber leído los libros de Frank Herbert, costaría bastante unir.
En resumen, una adaptación mejor que el despropósito de David Lynch pero con los problemas de siempre: interpretaciones mediocres en su mayoría, historia excesivamente compleja y no apta para neófitos de Dune y largo metraje del film que hace que pierda ritmo.