Dragons
Sinopsis de la película
Cuando el reino celebra la boda de la princesa Miroslava, ésta es secuestrada por un dragón y llevada a una isla remota. Quedando todo atrás, su familia, sus amigos y su futuro esposo, es encerrada en una jaula de piedra. Su único contacto es Arman, un joven misterioso que ha aparecido ante ella, pero ¿Quién es él y qué está haciendo en esa isla?
Detalles de la película
- Titulo Original: On - drakon
- Año: 2015
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6.1
31 valoraciones en total
Extrañamente esta historia es una de esas originales, hermosas y escondidas entre las series de películas correspondientes a la fantasía indie, que se agolpan en las estanterías de los videoclubs sin pena ni gloria, siendo una auténtico poema a la fantasía tomada como ejemplo de lo que es realmente el amor, de la pena, la renuncia, el abandono y el sacrificio.
Una princesa, Miroslava a la que todos llaman Mira, debe casarse con el noble mejor avenido de la ciudad, un aguerrido mozalbete llamado Igor. Pero contra todo pronóstico según la tradición la novia debe de ir en barca de un lado del lago al otro donde su marido debe de esperarla. Sin querer un cántico de rapto del dragón es cantado. A partir de ahí se corresponderá la mitad de la película, ya contado el inicio, estructura de todo cuento, pues en ningún momento deja de ser un cuento de príncipes encantados y princesas en apuros.
Dhzendubaev se las ingenia para hacer funcionar una película de actores poco conocidos y mediocres, cuya cara de ladrillo como el caso de Matvey Lykov, Arman en la película, no logran aplastar la viveza de los minutos que la princesa pasa con él, ni tampoco toda una serie de aventuras que se constituyen descubrimientos personales para cada uno se suceden de una manera misteriosa y cargada de un romanticismo doloroso, casi agonizante, de lo que es obvio que no puede ser.
Es una película en la que la alegoría en forma de metáfora trata temas profundos, y donde el optimismo y el pesimismo pugnan por igual en el corazón del espectador.
Tiene unos efectos malos, pero suficientes, no es un blockbuster y no estamos en una sala de Hollywood o de ningún cine para verla, no venimos a ponerle oscars por sus efectos, pero sí a disfrutar de ellos, mientras el dragón aprende y la princesa encuentra su propio camino.
Es un cuento. Pero no uno más, aunque tópicos se repitan en él. Las interacciones humanas, el descubrimiento continuo de lo cotidiano cuando no se sabe nada es absolutamente pieza esencial. La atmósfera es sensual sin llegar nunca a perderse del todo ese leve atisbo de lo que se reprime. Está tan bien escrita que no se merece ser cine B.
Aceptación, tormento e impotencia ante la renuncia, eso es lo que este cuento dice.