Dragon Ball Z: La batalla de los dioses
Sinopsis de la película
Algunos años después de la batalla con Majin Buu, Bils, el dios de la destrucción, encargado de mantener el equilibrio del universo, se ha despertado de un largo sueño. Al escuchar rumores sobre un saiyajin que ha vencido a Freezer, Bils parte a la búsqueda de Goku. Emocionado por el hecho de que haya aparecido, después de tanto tiempo, un oponente tan poderoso, Goku ignora las advertencias de Kaito y decide enfrentarse a él.
Detalles de la película
- Titulo Original: Doragon Bôru Zetto: Kami to Kami (Dragon Ball Z: Battle of Gods)
- Año: 2013
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
5
38 valoraciones en total
Lo primero que se lee al iniciar Dragon Ball Z: La batalla de los dioses es que la historia de la misma está escrita por Akira Toriyama. En efecto, la idea de base no es mala: un Dios de la destrucción, hambriento de experiencias, decide poner a prueba a quien espera que sea el Saiyan Dios, con la intención de encontrar un rival a la altura. David contra Goliat, un clásico. El problema es que de un concepto tan sencillo hay que sacar 90 minutos, y para eso hay que saber cómo estructurar un guión. Yûsuke Watanabe, responsable de tal empresa, fracasa estrepitosamente convirtiendo lo que debería haber sido una película épica, puro frenesí, en una bufonada que no sólo es irrespetuosa con el material en el que se basa sino que además se permite el lujo de jugar a dos bandas. Lo único que la redime, en cierta medida, es que no tiene ninguna ambición. Lo cual no es necesariamente bueno, pero sirve para que no se la odie demasiado mientras se ve.
El problema de La batalla de los dioses , estructura al margen, es el simple gesto. Efectivamente Bills es un Dios (con un diseño muy discutible) que se limita a jugar con aquellos que son inferiores a él, su motivación, además de encontrar al Saiyan Dios, es… comer. Y a causa de esto decide destruir la Tierra. Es un concepto estúpido, que con un buen timing cómico podría habe funcionado. No es el caso. En el largometraje de Masahiro Hosoda encontramos momentos de puro bochorno, tales como cierto baile de Vegeta (lo que le han hecho a este personaje es directamente denunciable), o la mera presentación del villano durante el prólogo. Se sientan unas bases que no interesan y al final la cosa sólo remonta cuando hay combates. Cosa esperable, no obstante, porque en realidad era a lo que venia(mos): a ver hostias. Dragon Ball nunca ha sido una serie intelectual, pero conseguía insuflar cierto aliento épico y enérgico al que al que lo veía. Aqui no lo logra, si bien algún combate aislado no está tan mal, sobre todo a nivel de animación.
Por contextualizar, podría decirse que lo que se ha logrado aquí es remontar un poco el nivel de las últimas OVAs, es decir, Vuelven Son Goku y sus amigos (2008), Plan para erradicar a los Super Saiyans (2010) y Dream 9 (2013). Un poco por encima, Episodio de Bardock (2011), no tanto por su calidad sino por lo interesante que resultaba el punto de vista. Aquí tenemos un villano que combina el humor con la potencia, lo cual no sería necesariamente malo si la mezcla funcionara, y absolutamente ninguna escena que realmente consiga importarnos, por mucho que intercalen planos de gente con la boca abierta en señal de asombro (el recurso Spielberg). El calificativo perfecto sería mediocre : se ve, no molesta salvo en ocasiones concretas pero no es, ni por asomo, la película que estábamos esperando, es decir, algo en la línea de El último combate (1990) o, sin apuntar tan alto, de ¡Fusión! (1995). Un trabajo alimenticio (literalmente) para exprimir la gallina de los huevos de oro, que pudo haber sido muy superior y que al final se quede en poca cosa por culpa de un guión torpe y una incapacidad alarmante para despertar la nostalgia. Que además parezca un (mal) remake de Pokémon, la película (Kunihiko Yuyama, 1999) no ayuda.
Dragon Ball, el auténtico Dragon Ball del Toriyama aún fresco y creativo, terminó cuando Goku vence a Freezer y se proclama como el legendario Supersayajin, el guerrero más fuerte del universo. El resto (saga Cell, saga Boo, DBGT y películas, entre ellas la que nos concierne) no es más que exprimir a la gallina de los huevos de oro. Sí, es cierto que Toriyama creo las sagas de Cell y Boo, pero presionado por Toei Animation, por los fans y acarreando un notable agotamiento, por eso la saga comenzó a incurrir en incongruencias e inverosimilitudes. ¿A qué incongruencias me refiero? Por ejemplo al hecho de que Gotenks se transforme en SSJ espontáneamente y de niño cuando a Goku le demandó unos 200 episodios. Otra: los grandes villanos de la saga hacen cameos y devienen en meros bufones que son derrotados con un simple golpe. Comparen lo que menciono con la inigualable saga Freezer y entenderán lo que digo.
DBGT no merece ni mención, pues fue un fiasco absoluto y Toriyama sólo aportó el diseño de los personajes.
Las películas: salvo escasas excepciones, son infumables. Se centran en el repetitivo patrón aparece el villano más poderoso que jamás haya existido – los guerreros Z lo enfrentan y son apaleados/ridiculizados hasta que ¡ohhhh!, Goku desarrolla una repentina estrategia (que incluye una transformación espectacular, para su lucimiento) y termina venciendo . La batalla de los dioses es éso, más de lo mismo, un fan service donde sólo se luce Goku. El manga original es mucho más profundo que eso y contiene humor, autosuperación, orgullo, rivalidad, admiración, tensión sexual, aventura, exotismo, amistad, nostalgia, melancolía y una infinidad de características que lo tornaron legendiario.
Lamentablemente existe una legión de fans, y son los más, que creen que DB sólo trata de combates y de poderes de pelea estratosféricos. No comprendieron nada.
Antes que nada he de decirlo, sí, me ha ENCANTADO la nueva película de Dragon Ball.
Hace unas horas ni me hubiese imaginado esto, y los motivos son varios…
1- Ya hace tiempo que ví la serie y luego de ver otras con más peso argumental como Full Metal Alchemist, Death Note, Elfen Lied, Steins Gate y demás ya no la considero LA SERIE. Sí forma una parte importante de mi infancia y sí me parece muy buena, pero ya pasaron los tiempos en que era LA MEJOR.
2- Las películas de Dragon Ball por lo general no son la gran cosa. Todas se basan en premisas similares, algunos cambios de voces molestos, alguna introducción sosa, un enemigo de turno no demasiado carismático y la misma pelea en que casi gana el malo pero OHHHHH… a último segundo Goku lo vence con una súper técnica… bah. Salvo a Dragon Ball Z: Un futuro diferente que me parece la mejor película de DBZ con diferencia (únicamente equiparable con esta y quizás con El último combate).
3- Las mala críticas… y sí, antes de verla las he mirado y me han bajado mucho las expectativas, en parte lo agradezco porque ha hecho mayor mi sorpresa.
Y que sorpresa, La batalla de los dioses lo tiene todo. Originalidad, voces originales, peleas espectaculares, un villano carismático, humor, partes creadas para el disfrute de los fans de todo lo que es Dragon Ball, un final NO CLASICO, cierta profundidad… es genial.
Quizás pueda criticar un poco a la animación en momentos demasiado grandilocuente (hablo del combate) y con alguna deficiencia en la tonalidad de colores (el pelo de Bulma por ejemplo). También quizás algunos chistes algo bobos, una trama (como costumbre) muy centrada en Goku (lo puedo perdonar, igual es lo lógico) y algún detalle menor… pero nada grave.
En definitiva totalmente recomendada… eso sí, si esperan ver la película típica de aparece malo que casi vence y al final Goku luego de muchísimo combate saca un as de la manga olvídenlo. Tampoco vayan con las expectativas super altas… es una película principalmente pensada para el disfrute, la risa y la nostalgia.
Creo que es la primera vez en la vida que veo una película de Dragon Ball en la gran pantalla. Siempre que he querido ver algo nuevo sobre las aventuras de Son Goku y compañía lo he tenido que hacer o bien desde el ordenador (vía Youtube o alguna otra página) o comprando el DVD en tienda. La verdad es que el trabajo que están realizando los chicos de Selecta Visión es una maravilla por lo que respecta al apartado de adquirir licencias de series o películas para luego editarlas en España. Todo lo que puedo decir hacia ellos es únicamente buenas palabras, ya que consiguieron entre otras cosas lograr editar una de mis series preferidas a DVD: Farscape (1999-2003).
Sin alejarnos de los hechos, los acontecimientos de Dragon Ball Z: Battle of Gods suceden en la línea temporal después de la muerte de Majin Bu, en la que aparentemente reina la calma hasta que Kaito percibe que Bils, el Dios de la destrucción, ha despertado. Todo ello acabará llamando la curiosidad de Son Goku al escuchar que es un oponente muy poderoso, lo cual no hace más que alentar sus ganas de combatir.
Dragon Ball Z: Batlle of Gods puede ser la delicia de película de todo amante de la serie que ha seguido desde niño las aventuras de estos personajes, siendo además su historia y desenlace final totalmente distinto a todas las películas, en su conjunto, ha logrado revitalizar de el interés por ver a qué o quien se enfrenta ahora Son Goku.
La película tira mucho para la nostalgia con personajes míticos como Pilaf, el cual tendrá sus minutos de gloria, transportándonos a su vez a aquellos años en los que lo veíamos como un supervillano, convertido ahora en un hazmerreír inofensivo. El humor típico de Dragon Ball sigue presente aportando unas cuotas bastante altas de risas, donde los momentos estrafalarios y ridículos también están garantizados. Todo ello siempre sin olvidar la seriedad predominante.
Por lo que concierne al enemigo, Bils, cumple muy bien su cometido, siendo intratable, capaz de tumbar a alguien como Son Goku de dos golpes. Es un Dios y como tal, el oponente al que se enfrenta nuestro protagonista supera a cualquier otro.
Quizás lo que menos me esperaba de esta película es el factor sorpresa que nos ofrece al final, quedándome perplejo y a su vez gratamente satisfecho al no acabar de la manera típica, siendo capaz de abordar de una forma inteligente un final digno y con el que el público puede querer que en un futuro se sigan realizando más películas. Mi aprobación la tienen.
Espero que si las aventuras de Dragon Ball siguen esta línea, vuelva a verlos y quién sabe, si la fortuna lo permite, nuevamente en cines.
Este texto nace con el fin de criticar el tremendo odio e incongruencia que habita en Filmaffinity, pasto de trolls que se confunden con haters, haters que se confunden con trolls y, por supuesto, nolanistas y gafapastas por doquier entre algún maldito bastardo. La sorpresa ha llegado al ver que la esperadísima película Dragon Ball Z: La batalla de los dioses ha sido recibida con la misma expectación que la salida del hospital de Cristina Cifuentes: un rencor brutal e inquisitivo resentimiento y odio con protestas e insultos. La cuestión se reduce a simples números: mientras que en Imdb la película tiene una nota media de 7,5, en Filmaffinity un 5,0. Repito: mientras que en Imdb la película tiene un 7,5 de media, en Filmaffinity un 5,0. ¿Por qué tanto odio, parafraseando a Pilar Rubio en el estreno de Piratas? ¿Por qué tanto odio? Pues eso, que puede que sea de 5,0 pero tampoco para ponerse a lanzar KameHameHas en plan folclórica en un plató de televisión… Es cierto que por una parte están las series emblemáticas (Dragon Ball y Dragon Ball Z que no Dragon Ball GT) y, por otra, las películas, OVAS y cosas BOBAS que surgieron al rebufo del universo creado por Akira Toriyama. Cada uno puede tener sus gustos pero yo diferencio todo ese material como visible o risible. Dragon Ball Z: La batalla de los dioses pudiera bien variar entre ambos conceptos y al ver esas críticas destructivas tan repletas de odio y rencor comprueba las votaciones de los usuarios que las firman para resolver el misterio y comprueba que son de los siguiente tipos de criticones:
— Gente que no ha visto las series y deduces que son seguramente trolls o anarquistas italianos que aprovechan la confusión para montar una bomba.
— Personajillos que odian las series a muerte pero que contradictoriamente se ven todas las películas para lanzar mierda en foros y redes sociales. O sea, de nuevo trolls o anarquistas italianos mandando bombas…
— Nolanistas que idolatran las series pero detestan o les parecen ramplonas, por regla general, las películas que originado ‘Dragon Ball con o sin Z’. Aprovecha, como si estuvieran en The Purge: La noche de las bestias en esa noche en la que pueden cometer cualquier crimen y quedar impune.
— Fans de las series que esperaban masturbarse compulsivamente durante 85 minutos y únicamente pudieron hacerlo 10 (o incluso 5).
En resumen y en definitiva, Dragon Ball Z: La batalla de los dioses ha levantado la barrera para que numerosas hordas salvajes aprovechen el momento para soltar toda su mielda y quedar bien socialmente con sus seres queridos. ¿Y merece este trato la exitosa película y regreso Dragon Ball Z con la firma de Akira Toriyama? El truco es dar la vuelta a aquello que tal vez muchos esperaban: ni el Dios de la destrucción (Bills, conscientemente traducido como billetes/facturas en inglés) es tan malvado (es un dulce e ¿inofensivo? gatito de raza Cornish Rex) ni vamos a tener tantas peleas como pudieran sugerir los instintos pajilleros de muchos. Es más, tendremos fiesta de cumpleaños de Bulma loca donde todos harán el más absoluto de los ridículos debido presumiblemente a las copiosas copas de más. Desde Piccolo cantado karaoke hasta la aparición de la Banda de Pilaf para robar las bolas de dragón y deshacer su última metedura de pata… liándola obviamente más. Tenemos un Súper Guerrero Dios (o Super Saiyajin God) para poder hacerle frente al enemigo pero todo da la impresión de ser más una tomadura de pelo ideada por Toriyama con un lado absurdo, infantil y ridículo, como si quisiera ser estúpidamente divertida, sabiendo reírse perfectamente del universo y ‘trampas’ que el propio Toriyama ha planteado a lo largo de los cientos de episodios de su manga.
Dejemos en que Dragon Ball Z: La batalla de los dioses es una cruce de screwball conceptual y filme de artes marciales interestelar… o algo así. ¡Aunque es NUESTRO ALGO! ¡RESPETAD ESO, haters de Filmaffinity!
Por favor, NO te quemes y disfruta de sus entrañables créditos finales.