Doom Patrol (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2019-Actualidad). Reimaginación de uno de los grupos de superhéroes más emblemáticos de DC: Robotman, Negative Man, Elasti-Girl y Crazy Jane, liderados por el científico loco Dr. Niles Caulder. Los miembros de esta peculiar patrulla rememoran las circunstancias que les llevaron a obtener sus habilidades sobrehumanas, causando toda clase de cicatrices y desfiguraciones que les impiden llevar una vida normal. Desesperados, proponen a su Caulder defender el planeta Tierra de los mayores peligros que jamás se hayan conocido. Siguiendo con los acontecimientos que tienen lugar en Titans , la patrulla recibe un encargo de Cyborg que no podrán rechazar, aunque cumplirlo implica que sus vidas nunca volverán a ser como antes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Doom Patrol (TV Series)
- Año: 2019
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
6.6
24 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alan Tudyk
- Amber Neukum
- April Bowlby
- Braxton Alexander
- Brendan Fraser
- Bryan McClure
- Candi Brooks
- Casey Hendershot
- Cate Jones
- Chris Brewster
- Daniel Baldock
- Diane Guerrero
- Ethan McDowell
- Ezra Buzzington
- Gleb Kaminer
- Greyson Chadwick
- Guilherme Apollonio
- Jay DeVon Johnson
- Jim Dougherty
- Joivan Wade
- Jon Briddell
- José Alfredo Fernandez
- Judy Kain
- Jwaundace Candece
- Karen Wheeling Reynolds
- Kevin Petruski Jr.
- Kyle Russell Clements
- Leonard Roll
- Lindsay Ayliffe
- Matt Bomer
- Matthew Blumm
- Matthew Zuk
- Mike Lutz
- Monique Grant
- Riley Shanahan
- Seth Michaels
- Thiree Pinnock
- Thom Williams
- Timothy Dalton
- Tyler Buckingham
Si alguien ha abierto un cómic de Doom Patrol de los 90, y ve esta serie, incluso siendo el más purista de los puristas ha de conceder que esto es una adaptación como la copa de un pino de los cómics de Morrison.
Lo tiene todo, personajes grotescos, historia original y profundidad de personajes.
Y hago un alto aquí porque los personajes de la patrulla condenada lo son todo, tanto villanos como héroes …
Simplemente son maravillosos, desde secundarios como Flex Mentalo, a villanos como Ezekiel, es una maravilla ver como han adaptado los personajes del cómic y como los han desarrollado, esa melancolía, ese concepto tan grotesco, simplemente fascinantes.
Lo que no tiene, es lógicamente la originalidad con mayusculas que tuvo la serie de cómics en la época, eso es imposible de repetir, lo que me lleva a continuar en el spoiler para explicarme mejor.
Resumiendo, personajes memorables ,grotescos y profundos, humor acido y una trama igualmente grotesca y original, una gran adaptación incluso para puristas del cómic.
Resulta difícil de creer, pero con esta serie DC ha sido capaz de sorprendernos con un producto que se aleja de todos los subproductos que nos hicieron perder la fe en sus adaptaciones. Olvidaros de El escuadrón suicida , Batman vs Superman y otras aberraciones, Doom Patrol es otra cosa.
Lo primero que hay que destacar de esta serie es su frescura. En una época donde estamos cansados de series de superhéroes que nos cuentan lo mismo una y otra y otra vez, llega Doom Patrol y nos demuestra que incluso en un género tan saturado como el de los superhéroes, aún queda mucho por contar cuando se hacen las cosas bien. Si bien esta primera temporada es de presentación, enfocada sobre todo a presentarnos la evolución de unos protagonistas torturados por los errores de su pasado, Doom Patrol demuestra destacar sobre la competencia por su originalidad y la solidez de sus guiones.
Si tuviera que comparar Doom Patrol con una serie, sería con Legión. Ambas tienen ese enfoque psicológico, bizarro y surrealista en que todo es posible, si bien cabe destacar que Doom Patrol se toma mucho menos en serio a sí misma, siendo más desenfada y mucho menos pretenciosa que Legión (por más que aquella serie me guste también).
Uno de los puntos fuertes de la serie es el personaje de Mr Nobody. Su narración en off de los acontecimientos aporta un toque cómico y diferenciador a esta serie, que no tiene ningún reparo en jugar con la cuarta pared y hacer múltiples guiños al espectador.
El único punto negativo de la serie ha sido, bajo mi punto de vista, el episodio final. Mientras que el penúltimo episodio me pareció excelente, creo que éste último se ha excedido de bizarro y surrealista, llegando a ser ridículo por momentos. Además, se ha acelerado demasiado el ritmo para introducir un giro de guión que debería haberse preparado con más calma.
Pese a ello, esta temporada ha sido de lo mejor que nos ha dado esta temporada televisiva, y estoy deseando la renovación de esta serie y que tengamos segunda temporada de la serie de superhéroes (con permiso de Legión) más fresca e innovadora de la televisión.
Así pues, puedo zanjar esta crítica diciendo que, junto a Daredevil y Legión, Doom Patrol pasa a mi santísima trinidad de series del género. Esperemos que en sucesivas temporadas la serie siga creciendo, pues tiene potencial para ser una gran serie a la que seguir la pista.
Generalmente, jamás valoro una serie sin haber visto al menos una temporada. Pero ya se tendrían que torcer mucho las cosas para que la Doom Patrol (la Patrulla Condenada en cristiano) no acabara siendo la mejor serie de súper héroes de estos últimos años, y probablemente de todos los tiempos.
Y esto que parece hipérbole, no lo es tanto si consideramos que la serie sigue fielmente el espíritu que el mejor escritor de cómics en activo (Alan Moore ya no lo está, o casi no, que de vez en cuando se descuelga con alguna que otra maravilla, pero en todo caso de forma esporádica), Grant Morrison, imprimió a este equipo de lunáticos y rarezas. El espíritu de lo extraño y lo imaginativo, lo grotesco, lo paródico y lo sublime.
Parecía imposible de lograr, pero desde el primer episodio la serie toma unos derroteros escabrosos y arriesgados, presentando unos personajes escasamente heroicos pero extraordinariamente tridimensionales y creíbles. Este puñado de fenómenos de feria, claustrofóbicamente «protegidos» (más bien enjaulados) por el enigmático Jefe, resultan patéticos a pesar de (o más bien precisamente por) sus súper poderes, y esto es aprovechado sabiamente por los responsables de la producción para llegar al corazón del público, que no puede evitar sentir compasión por ellos. En esa misma línea, cada episodio ahondará en el trágico (o tragicómico) pasado de cada uno de los protagonistas, que resultarán ser criaturas profundamente falibles y, por tanto, humanas, muy alejadas de arquetipos de perfección como Superman, Batman o Wonder Woman.
En cuanto a la narración, resulta francamente difícil ponerle peros: además de gozar de un ritmo impecable, el viejo recurso de la voz en off es puesto al día al cedérsele el puesto de narrador al desequilibrado y psicodélico villano de la serie, Mr. Nobody, cuyos inclasificables poderes le permiten gozar de una suerte de omnisciencia. Su voz irónica, distanciada y despreciativa resulta un verdadero acierto, poniendo de relieve de manera sangrante la diferencia entre este grupo de freaks y los apolíneos justicieros al uso.
Y si los tres primeros episodios logran equilibrar de manera ejemplar las posibilidades trágicas, cómicas, heroicas, antiheroicas y deliciosamente surrealistas del extraordinario material del que parten, el cuarto logra el más difícil todavía al introducirse con pasmoso desparpajo y aún más pasmoso acierto en terrenos ya puramente Grantmorrisianos (perdonen el neologismo), al abordar los límites de lo que es o no real en una magnífica adaptación de la saga del «Culto del libro no escrito», la cual recomiendo encarecidamente a todo aquel que desconozca esta obra maestra del cómic.
La impresión que me merece lo hasta ahora visto de la Doom Patrol es que es este el camino que necesitan las series de súper héroes (o de tipos con súper poderes) para reinventarse y no morir, puesto que el adocenamiento formulaico que se ha apoderado de casi todos estos programas solo puede acabar con su progresiva desaparición de la parrilla. El género de súper héroes es una moda, y, como tal, intrínsecamente pasajera: las series Marvel de Netflix (con sus virtudes y sus defectos, en mi opinión, más de los segundos que de las primeras) han pasado a la historia, Agentes de Shield, Arrow y Gotham tienen los días contados y auguro que pronto gozarán de abundante compañía en su destierro. Tan solo propuestas novedosas y de calidad, como esta Doom Patrol, la también excelente Legión, o la menos disfrutable pero en absoluto desdeñable Umbrella Academy, pueden llegar a un público diferente del ya sobresaturado consumidor habitual de Punishers, Supergirls y compañía y, por tanto, marcar la ruta a seguir para un género que, como ya hemos comentado, muestra claros signos de agotamiento en los últimos tiempos. Solo queda esperar a ver si las audiencias acompañan la calidad de la propuesta y tenemos Doom Patrol para rato. Ojalá que sí.
Supongo que esta es una serie hecha para los fans, que más o menos saben de qué va la cosa. Para alguien como yo, al que nunca le han interesado los comics, esta cosa le deja a uno con el culo torcido. Tiene defectos y virtudes:
-Virtudes (pocas): pues que es un poco distinto a lo habitual, y la cantidad de disparates por episodio le mantienen a uno entretenido. No sé quiénes son los que más se drogan, si los creadores del comic, o los de la serie, porque vaya tela… Algo de gore para animar el asunto, que uno ya está harto de las mierdas para todos los públicos. Y bueno, tiene unos toques de humor que resultan refrescantes.
-Defectos: pues que nada tiene sentido, es todo una enorme chorrada a la que apenas se le puede seguir el ritmo. Son una colección de disparates, uno tras otro, que más parecen un sueño que hechos reales. La mayoría de los personajes son en extremo molestos, antipáticos, y cargantes, como la de la personalidad múltiple, 64 identidades, y todas son unas gilipollas a las que de verdad dan ganas de aplaudirles la cara hasta que te sangre la mano. El robot se pasa toda la serie diciendo ¡¡¿Peeeero qué cojones?!! , a pesar de llevar 30 años con esa vida. Cyborg es un niñato repelente. Pero el peor de todos es la insoportable voz en off del narrador, que es otro personaje más que en el capítulo 5 aún no sé qué pinta ahí, y que abusa de romper la cuarta pared hasta extremos insoportables, porque el chiste ya no es efectivo cuando lo haces en cada frase que te toca decir. Aunque sin duda alguna, su peor defecto es la propaganda:
Como no podía ser de otra forma en estos tiempos de retraso mental, mucho mensajito de justiciero social, para arruinarlo todo, incluído lo poco de curioso que puede tener este producto. Hasta la que hace de actriz de los 50 le suelta al robot no sé qué de masculinidad tóxica solo porque se defendió de una horda de (adivinen) nazis. No de brigadas rojas o jemeres rojos, no no no, nazis, por supuesto. Y ella está anclada en los 50 en todo, pero oiga usted, que conoce conceptos subnormales y falaces como el invento este de la masculinidad tóxica , y lo tiene que soltar para que todos nos eduquemos. El pobre robot se defiende, y esta va y le suelta que padece de masculinidad tóxica , en una escena que no pretende ser un chiste. Te cagas… Aunque la mejor es la feminista del manicomio que protesta por el elevado uso de pronombres masculinos , y se supone que están en los 80, oiga (o algo así porque ese capítulo es un puto desastre de guión y no hay por dónde cogerlo). Supongo que hay que cubrir el cupo de mensajitos para apaciguar a la horda twittera.
Pero ahora viene la mejor: hay un capítulo entero, el 8, dedicado a esta propaganda. Es tan burdo que da hasta vergüenza ajena. Va de una supuesta calle, o pueblo, que es una entidad, y, al loro, gender fluid , que es otra de tantas chorradas salidas de las teorías de género. En dicho pueblo o entidad, residen drag queens, que hablan en inclusivo para añadir más retraso mental y vergüenza ajena al conjunto. Y dicho pueblo o entidad en forma de pueblo, está siendo perseguida por una fuerza paramilitar que van de negro, y son todos hombres blancos y rubios y muy malos, menos el protagonista del capítulo, que es un miembro de esa agencia, que se queda en el pueblo a vivir porque descubre su verdadero yo, que es ser parguela perdido, y adivinen, es negro. POR SUPUESTO. Ah, y esa agencia de nazis sin escrúpulos se llama agencia de la normalidad . Es que hasta pintan la crisis de los misiles de Cuba como una especie de invento americano, fruto de la paranoia. No es que el puto loco asesino de Fidel Castro estuviera a punto de liarla de no ser por Rusia, no no, es que los americanos son muy tontos y muy malos y muy fascistas, y torturan a la gente por diversión con el pretexto de supuestas crisis bélicas… Así es como lo pintan.
Ya sabe usted, la anormalidad es bien, la normalidad es mal. Literalmente, es el mal. Qué bien que las teorías de género y las políticas identitarias hayan convertido los trastornos en derechos, oiga usted. Ahora, que yo me plantearía las cosas, sabiendo que esta historia ha salido de la mente de un tipo como Michael de Foucault, pederasta empedernido que no solo presumía de ello, sino que decía era bueno para los niños, porque quién mejor que un adulto para enseñarles, como si a los niños hubiera que enseñarles las mierdas degeneradas de los adultos.
Ah, y la segunda trama de este capítulo consiste en que el robot persigue por medio país a la loca de personalidad múltiple para pedirle perdón por decirle soy el único que te soporta de aquí , como respuesta a lo que ella le dijo cuando él solo trataba de ayudarla: Nunca serás padre porque no eres un hombre , llena de rabia y espumarajos. Y por supuesto, todos se ponen de parte de la loca, y le dicen al pobre e idiota robot que se ha pasado. Porque es muchísimo peor decirle que es el único que la soporta, a lo que ella le ha dicho, sabiendo que su mujer murió por su culpa en un accidente de coche, a él le dieron por muerto, y 30 años después descubrió que su hija estaba viva y no puede hacer nada porque es un monstruo. Whiteknighting a cholón oiga. A tope con el ginocentrismo.
Yo es que flipo.
Hasta este octavo capítulo se dejaba ver a pesar del sinsentido de todo. Pero después de este capítulo, que parece salido de La Tuerka, paso. Es absolutamente lamentable.
No sé ni por qué me sorprendo. Si es que ahora todo es así, a pesar del fracaso de estas cosas, por los motivos mencionados. Se empeñan y se empeñan con la ingeniería social. Sobre todo DC y Marvel, cavando su propia tumba.
Hará las delicias en Twitter, eso seguro.
La primera temporada para algunos era ya inmejorable, pero Jeremy Carver nos demostró lo contrario, ofreciéndonos una segunda temporada donde conocemos a fondo a Larry, Rita y por supuesto a nuestro querido Cliff. Brendan Fraser y April Bowlby demuestran una vez más que no son joyas del pasado. Esta serie se podría describir con dos palabras: acojonante y touché.