Distrito comercial mágico Abenobashi (Serie de TV)

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1. La historia empieza con dos chicos llamados Sasshi y Arumi que viven en un distrito comercial en decadencia. Debido a la mala situación del mismo, el negocio del abuelo de Arumi tiene que cerrar y piensan trasladarse a Hokkaido donde su padre encontró un buen trabajo. En sus últimos días junto, los chicos descubren un misterio de la zona, pero en ese momento el abuelo de Arumi sufre un accidente. A partir de ahí, empiezan ambos a viajar a través de varios mundos de fantasía.
   
   Abenobashi es una serie un tanto especial por su gran cantidad de comedia que contiene numerosas parodias y locuras a lo largo de varios universos ficticios. Es una serie corta pero con espacio suficiente para exhibir todas las barbaridades y ocurrencias de Gainax. Los mundos que visitan muy diferentes entre sí, entre ellos: Un RPG de estilo medieval, un mundo de ciencia ficción, un mundo prehistórico, un simulador de citas, un mundo a lo Hollywood, etc En todos estos mundos aparecen los familiares y conocidos de Sasshi que tomarán diferentes papeles según la realidad en la que se encuentren. En ellos recurren a parodiar o burlarse de situaciones propias de estas realidades: las peleas con mechas, las muertes en los RPG, los entrenamientos para hacerse más fuerte en un día, los personajes y las películas más míticas del cine, … Y así un sin fin de situaciones con las que hacer reír al espectador (mis preferidas la parodia a Evangelion y la transformación en Super Saiyan).
   
   Aparte de las parodias, también hay otro humor como cuando Arumi cansada por las tonterías de Sasshi lo golpea con un abanico o cuando tiran por los chistes verdes (bromean sobre la cosa del prota). Por otro lado, la serie tiene su parte dramática donde se explica el porqué de los sucesivos viajes entre mundos. En realidad, estos eran creaciones de la imaginación del protagonista en un intento por evitar enfrentarse a la realidad (spoiler). Sorprende como el chico quiere ver a su amiga feliz, incluso si tiene que negar la misma realidad.
   
   Pero como no iba a ser de otro modo, topamos varios fallos a esta divertida serie. En primer lugar, el drama en la serie no está bien acoplado causando que haya momentos muy tediosos y volviéndose bastante lenta. En segundo lugar, el fanservice es en ocasiones excesivo y poco agradable, sobreutilizando a Mune Mune como recurso erótico. En último lugar, su peor fallo es su final. Francamente, no es el peor final que he visto pero hecha por tierra la idea que trataba de enseñarnos: aprender a no negar la realidad y enfrentarse a los problemas sin huir de ellos. Desgraciadamente el dilema de Sasshi es resuelto a través de un Deus ex Machina acabando en un final feliz para él sin tener que enfrentarse a ese problema.
   
   La animación está bastante cuidada y que me recuerda mucho a FLCL. Los escenarios son bastante coloridos y los personajes suelen verse deformes o con aspecto chibi. La banda sonora tiene una extensión suficiente y se caracteriza por utilizar melodías que funcionan como parodias u homenajes a las situaciones expuestas. Por ejemplo, en el capítulo 2 suena una música (Senritsu!) que te recuerda a los combates de Evangelion entre mechas y ángeles. También hay un pequeño repertorio de canciones tristes como Aishuu!.