Diamante de sangre
Sinopsis de la película
Historia sobre el tráfico ilegal de diamantes. En 1999, Sierra Leona vive una terrible guerra civil. Un contrabandista (DiCaprio) especializado en la venta de piedras preciosas, cuyos beneficios sirven para financiar tanto a los rebeldes como al gobierno, conoce a un pescador nativo (Djimon Hounsou) que enterró un enorme diamante cuando trabajaba como esclavo para los rebeldes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blood Diamond
- Año: 2006
- Duración: 138
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Opinión de la crítica
Película
7.3
81 valoraciones en total
Termino de ver esta película, y la verdad es que me sorprendo, no me la esperaba tan buena, me gustó esa mezcla de cine de acción y aventuras con el cine de denuncia social, me gustaron las interpretaciones excelentes del trío protagonista, destacando sobre todos Djimon Hounsou, me gusta la dirección de zwick y la excelente fotografía que suele acompañar casi siempre a sus películas.
Así que entro a filmaffinity y decido valorar esta película, y tras poner la nota me dedico a fijarme en las críticas del resto de usuarios, y me vuelvo a sorprender, veo muchas críticas negativas hacía ella, así que me dispongo a ver porque ha disgustado esta película y me sorprendo de nuevo, porque los argumentos que esgrimen no tienen nada que ver con la película sino con la hipocresía.
Acusan a la película de hipócrita por denunciar un tema y ganar dinero con ella, argumentan que con el dinero que se gastaron en realizarla podrían haber ayudado a que muchos niños no se murieran de hambre.
Pues ante esto sólo quiero comentar que es verdad que esta película persigue conseguir dinero, la productora es la warner bross, y esta claro que esta no es una hermanita de la caridad, pero esto no es algo aplicable únicamente a esta película, porque acaso os creéis que la productora de El jardinero fiel produjo la película únicamente para denunciar a las industrias farmacéuticas, y que no perseguían en ningún momento ganar dinero y premios (como al final lo consiguieron con el globo y el oscar para Rachel Weisz).
Tras esto sólo me queda preguntar ¿cuáles son más hipócritas estas películas que nos quitan la venda de los ojos y nos enseñan los problemas del mundo, aunque se gane dinero con ellas, o aquellas películas que nos muestran los hermoso y lo bello que es la vida y generan muchos más dinero que las películas anteriores?, ¿quiénes son más hipócritas los que escriben estas historias denunciándolo ante el resto de la sociedad, o los que critican a la película por ser hipócrita, y luego ni apadrinan niños, ni donan a los pobres, ni deciden ir de misioneros, ni cooperan con ONGs, ni hacen nada de nada, sino que prefieren vivir en la comodidad de sus vidas, olvidándose de todo aquellos problemas que no tienen que padecer porque tuvieron la suerte de nacer unos kilómetros más alejados, y cuando alguien se lo recuerda quitándole la venda de los ojos deciden tachar de hipócrita al que le muestra que la vida no es tan perfecta como creen?
Me quedo con una frase de la película:
– Y cuando en tu país vean lo que esta pasando aquí, ¿nos ayudarán?
– Probablemente no
En una de las escenas de la cinta que nos ocupa, una televisión emite imágenes del ex-presidente Clinton disculpándose a la prensa por el caso Lewinsky. Edward Zwick nos da aquí un dato importante para la historia, aunque parezca irrelevante: 1999. El caso Lewinsky afloró hace ahora aproximadamente nueve años. ¿Por qué haces una película en 2006 y la ambientas en 1999? Si fuese porque el director es de esos que piensa que todo tiempo pasado fue mejor (especialmente si quieres retratarlo en cine) no habría retrocedido tan sólo nueve años.
La respuesta al misterio está en que no fue hasta finales de la década de los 90 que la gente empezó a hacer algo respecto al comercio de los llamados diamantes de sangre. Digo esto porque es más fácil hacer una película denuncia sabiendo que cuentas con un hecho real, el día en que los gobernantes empezaron a hacer algo contra esta intolerable injusticia, que te va a proporcionar un final más feliz , pero desgraciadamente las cosas siguen igual de mal hoy en día.
Al margen de esto, Edward Zwick construye una correcta película con dosis de acción necesaria y desgarradora violencia. Especialmente crudas son la toma de los niños por parte de los revolucionarios y su posterior entrenamiento, y los asaltos a las aldeas de tribus de África. Leonardo DiCaprio (que hizo doblete ese año al estar dos veces nominado a Mejor Actor por ésta e Infiltrados ) está creíble en su papel de mercenario sin escrúpulos, y Djimon Hounsou, su compañero de fatigas en el filme, transmite la angustia de un padre que ha perdido a su hijo, incluso al tenerlo de vuelta. Jennifer Connelly aparece lo justo como para no hacer de la película la típica de aventuras y su papel por tanto no distrae del conjunto final y queda muy bien.
Con una mezcla de aventuras, drama y algo de romance, pero siempre manteniendo un tono serio, Diamante de Sangre consigue entretener a la vez que muestra la realidad de África, una realidad que, como dice Connelly en un momento de la película, puede que salga en la CNN uno o dos minutos, entre el deporte y el tiempo .
Se agradece y mucho que el mainstream americano enfoque parte de sus historias hacia la denuncia de situaciones que les comprometen directamente, aunque resulta paradójico e hipócrita que una industria sea capaz de realizar una película con cuyo presupuesto se hubiesen salvado de la muerte (por hambre) varios millones de personas. Tanta hipocresía como el que escribe, que devora películas como si de sobredosis de heroína se tratase pudiendo dedicar su tiempo a otros fines benéficos sin ánimo de lucro.
El cine comercial obviamente no puede ser una ONG que regale sus multimillonarias ganancias a causas que tristemente cada vez están más perdidas, ni uno tendría que ser tan reticente y demagógico, aunque ¿ustedes donarían los cien millones de euros que acaban de ganar a la lotería al tercer mundo? ¿Pensarían en ceder una parte… para que les desgravase en la declaración de la renta? ¿Apadrinarían a un niño con los seis euros que les cuesta la entrada?
Ciñéndome a lo cinematográfico, Diamante de sangre tiene elementos interesantes en su propuesta como el crudo y frenético retrato de la violencia utilizando a los niños en el tercer mundo y otros argumentos vistos y trillados hasta la extenuación: debo encontrar a mi familia y recuperar a mi hijo, quiero tener la noticia del año, deseo ese diamante sangriento…
El filme de Edward Zwick está más emparentado con El señor de la guerra que con El jardinero fiel, aunque comparte con esta última un desenlace panfletario que patina y desinfla lo que nos han mostrado previamente: una muy bien interpretada película con ritmo muy ágil, vibrante en sus secuencias de acción y entretenida pese a durar más de dos horas, con unas muy justas cinco nominaciones a los Oscars de este año.
Aparte de los mensajes y denuncias que expone (no pienso comprar diamantes cuando sea rico o me toquen los cien millones en la lotería) resulta interesante que en Hollywood se fijen más en actores competentes que en Vin Diesel y compañía para protagonizar sus películas de acción ya sean comprometidas o NO, hipócritas o NO, acertadas o NO y olvidables o NO.
¿Le he dejado ya claro el botoncito que debe (y estaba pensando) pulsar más abajo?
Después de un intenso bombardeo mediático y publicitario, me dispuse a visionar Diamante de sangre sin crearme demasiadas espectativas, pero con la esperanza de encontrar una historia minimamente seria, a tenor del delicado tema que trata.
Parece que se ha puesto de moda el cine-denuncia, si (desde mi punto de vista) la interesante El jardinero fiel ,denunciaba las ilegales actuaciones de la industria farmacéutica en Africa,y la fallida El señor de la guerra , nos mostraba el turbio asunto del tráfico de armas a nivel mundial, Zwick nos adentra de nuevo en un continente constantemente convulsionado, desde la prespectiva de la industria de las piedras preciosas y de las continuas y cruentas guerras, que se generan por el intento de control de la producción y distribucción de diamantes.
La situación en el continente africano es jodida, en pleno siglo XXI, y en un planeta totalmente globalizado, es triste comprobar que todavía existan esclavos, niños soldado y millones de refugiados que se mueren de hambre, mientras que la comunidad internacional mira hacia otro lado, esta parte que muestra Zwick es interesante, desde una prespectiva documental, pero creo que frivoliza en demasía, ya que Diamante de sangre no deja de ser un mero producto hollywodiense, para hacer caja, es un filme de acción, con su toque de romance, aventura y con todo el saco lleno de los tópicos que acompañan a este tipo de películas(mucha pirotecnia, disparos, persecuciones…) y la contundente puesta en escena de la cruda realidad, es desde mi punto de vista una mera acompañante para el lucimiento de sus protagonistas.
La interpretación de DiCaprio no es mala, pero Leonardo tiene tanta pinta de sicario excombatiente, de tipo chungo y de traficante de diamantes, como el Fary haciendo de 007, y eso que la cinta está hecha, por y para el lucimiento de este y como otro intento de trampolín con Infiltrados , para conseguir de una vez el oscar, que ya le han negado por dos veces, aunque por lo que he leído el mejor situado es Forest Whitaker.
Jennifer Connelly, pasaba por allí , correcta sin más, el mejor sin duda Hounsou, aunque evidentemente el papel le venía como un guante.
Así que como documental-denuncia un 9, pero como intento de cine comprometido con mensaje incluído… no cuela Sr. Zwick.
Ahora a contar dólares y a ver si cae alguna de las cinco nominaciones, mientras que en Sierra Leona las seguiran pasando putas, y por la alfombra roja de la gala de los Oscar, sin lugar a dudas se lucirá más de un diamante,y el resto del mundo mientras seguiremos mirando hacia otro lado.
Zwick, porque la vida puede ser maravillosa!!!!!!!!!!!
Una vez más, el continente africano es víctima de la codicia. Si ya comenzó este periplo de injusticias con la expansión colonial a principios del Siglo XX, la historia parece continuar, siendo en esta ocasión, los diamantes la materia prima más cotizada.
The Blood Diamond nos sitúa en Sierra Leona (África), en pleno conflicto civil marcado por la explotación de los yacimientos de diamantes. Estos recursos tan valiosos son objeto de negocio por parte de las guerrillas para la obtención de armas, así como para las poderosas empresas internacionales, las cuales obtienen los preciados recursos de forma clandestina, con el fin de múltiplicar su valor en el mercado.
Edward Zwick consigue mostrarnos las consecuencias de todos estos acontecimientos de la mano de tres actores de los cuales destaca por encima de todos, la brillante actuación de Djimon Hounsou, padre que sufre el ataque de los guerrilleros tras ser raptado su hijo, cuyo propósito no es otro que convertirlo en guerrillero de la milicia.
En lo que se refiere a DiCaprio, he de decir que si bien nunca ha llegado a cuajar en los papeles de tipo duro, aqui lo logra con solvencia interpretando a un contrabandista de diamantes que es víctima de su propia codicia.
Por último, Jennifer Connelly realiza una actuación correcta interpretando el papel de una periodista americana, cuyo objetivo es obtener pruebas de las crueldades que esta sufriendo el pueblo a consencuencia del corrupto negocio de diamantes.
Este film evoca realismo, emoción, crueldad, belicismo, un sentimentalismo profundo y unos grandes planos paisajísticos que lo convierten en un fiel retrato de lo que viene padeciendo, a lo largo de ya tantos años, el continente negro … un lugar maravilloso vícitma de la raza humana.