Depredador 2

5 comentarios en «Depredador 2»

1. Cuidado, he visto que muchos la tachan de infumable, paquete y bazofia. Pues estoy en completo desacuerdo.
   
   Es similar a la primera, cambiamos la jungla por una ciudad sobrecargada y tenemos lo que tenemos, un producto de acción entretenido con buenas secuencias, un bicho que mola mucho y un Danny Glover que cuela como trofeo para el predator.
   
   Puede que se disperse en algún momento pero no deja de ser una aceptable secuela que digan lo que digan cimentó a un monstruo mítico en los parámetros de la modernidad monstruosa. Y sino mírenla y dejen de pensar en Arnold y la Jungla. Mente abierta para una buena caza Urbana.
   
   Sí quiero recalcar un hecho que no tiene lógica. La inclusión de una cabeza de Alien en la nave del Depredador está bien. Muy sugerente, de hecho 14 años despues apareció por fin una peli enterita para el enfrentamiento entre estos dos bichos.
   
   Sin embargo creo entender que los aliens son insectos, y como todos los insectos la parte dura está fuera, lo que se llama exoesqueleto, como los escarabajos, arañas o cucarachas. Es decir carecen de un esqueleto interno, no tienen huesos. Así que ese cráneo de Alien es erróneo.

2. La primera Depredador , pensada inicialmente para la serie B, consiguió elevar su categoría a película mainstream, y el resultado fue redondo, cada pieza funcionando como un reloj. Con una premisa tan pulp como alienígena visita planeta Tierra para irse de caza mayor: boinas verdes, medalla de oro: Arnold Schwarzenegger la película se ha convertido en un clásico imprescindible del cine comercial y de entretenimiento del bueno, prueba de ello son las miles de veces que la pasaron en la tele durante 20 años en horarios privilegiados, era una apuesta segura.
   
   Depredador 2 es de 1990, aquel año indefinido entre los 80 y los 90, imposible de apuntársela a ninguna década, pertenece por igual a ambas, lo mismo le pasaría a Desafío Total. Las secuelas por aquel entonces buscaban diferenciarse lo más posible de la original, vease Aliens, Terminator 2, Batman Vuelve, Parque Jurásico 2, etc. Lo peor que podían decir de una secuela es que era igual que la primera, no como estos tiempos de secuelas tipo Hellboy, Spiderman, X-Men, Piratas del Caribe, etc. en que cualquiera diría que cada secuela se parece más a la anterior.
   
   Por eso Depredador 2 apostó por la vuelta de tuerca, llevar a nuestro cazador interestelar favorito de la jungla a las calles de una megaurbe. Pero claro, había que exagerar un poquito el panorama, ya que el morbo era llevarle a una ciudad de EEUU, y no a Rio de Janeiro, Tijuana o Medellín. Así es que se apostó por un futuro cercano (1997) en que la ciudad de Los Ángeles es una olla a presión de crimen, violencia, batallas campales en las calles y señores de la droga.
   
   Perdemos a Schwarzenegger como el trofeo estrella a cambio de Danny Glover (sin el bigote de Arma Letal), no tiene la fuerza y presencia de Arnold, le falta carisma sin duda, pero queda más a juego con el nuevo entorno urbano, es parte de la diferenciación respecto de la primera, para lo bueno y para lo malo.
   
   Por supuesto de la mano del diferente iba el más , una secuela no sólo tenía que ser diferente, también tenía que ofrecer más cantidad de lo que fuera. Depredador fue una película violenta, con unos breves pero impactantes momentos de cuerpos despellejados y colgados cual patas de jamón. Por esa fidelidad al más podemos decir que Depredador 2 es una de las películas comerciales más violentas que se han hecho jamás, de hecho yo diría que es un punto de inflexión en ese sentido, los 80 supusieron una gradación creciente de violencia explícita en el cine comercial mientras que los 90 fueron totalmente cuesta abajo, cada vez menos violencia explícita, más patadas y disparos eso sí, pero poca o ninguna gota de sangre.

3. Tiene narices: películas como esta, tratadas con dureza en su momento (el nivel medio antes era mucho más elevado, no lo neguemos), ahora ha subido unos cuantos enteros.
   
   Es cierto que no está Arnie, que el factor sorpresa ha bajado y que la trama no termina de cuajar por completo…
   
   Pero tenemos a Bill Paxton, a Danny Glover on steroids, acción old school (violencia, armas de fuego, CGI inexistente… ) y una dureza hard que el cine actual ha perdido.
   
   Y sí, repito. No es tan buena como la primera entrega. Pero échenle un vistazo a este film y luego vean seguidamente algo como Transformers o GI Joe , O mejor:vean Predators o AVP . Hagan la prueba..
   
   Una scifi action movie a la vieja usanza hecha para mayores de 13 reivindicable.
   
   Más de una secuela de ahora quisiera ser así.

4. Recuerdo haber leído o visto en algún reportaje que Schwarzenegger no volvió a repetir por verse involucrado en otro film, algo que sin duda preocupó a los productores más de lo habitual. Lo extraño fue la elección para el reparto de esta nueva entrega, Danny Glover llevando el peso de una segunda parte que despertaba grandes expectativas tras los buenos resultados de la primera. En definitiva el resultado final no pudo resultar más acertado y estimulante, el director Stephen Hopkins logró zafarse en todos los sentidos del film original, creando nuevas personalidades a las que dispone un buen perfil en pantalla. Es decir que Glover, pese a ser el centro no es ni mucho menos la esencia básica y concluyente de la película, pues como en la primera parte nadie pudo colapsar el interés que despierta el auténtico protagonista, el Depredador. Hopkins además pudo contar la presencia de otros interesantes actores como Bill Patxon, Ruben Blades, Gary Busey, Maria Conchita Alonso, cada asumiendo su responsabilidad en el film y descargando carga a Danny Glover, al que sólo utiliza siempre que es necesario. El traslado al entorno urbano, la confusión creada en torno a los grupos de bandas armadas que son aniquiladas casi sistemáticamente, resulta tan entretenido como curioso, teniendo en cuenta lo visto en el film de McTiernan. Este cambio beneficia a la película hasta el punto de contar con momentos memorables que están a la altura de su homólogo. Quizás sea fácil interpretar que no está a la altura de la primera, pero desde mi punto de vista lo que único en la que el film de McTiernan la supera es en la sorpresa y la frescura que aportó al género.

5. Tras el éxito comprensible de su antecesora Depredador de John McTiernan, la historia ahora se traslada a la ciudad de los Ángeles, donde el caos y la anarquía reinan a sus anchas en los barrios mas desamparados y peligrosos. Un perro viejo de la industria, Danny Glover, se encargará de desenmascarar una serie de brutales asesinatos que asolan la zona.
   
   Perdido el factor sorpresa de la primera entrega, era necesario introducir alguna mejora, ya sea en profundizar en el origen del depredador, en las nuevas armas de combate de éste, aumentar la tensión en cada aparición fugaz…
   
   Pero el mediocre Stephen Hopkins (Pesadilla en Elm Street 5, Volar por los aires…) no es capaz de imprimir la intensidad dramática que trasciende las barreras del mero espectáculo como lo hizo el señor McTiernan.
   
   Recuerden sino aquella: la cacería del depredador deshaciéndose de ellos uno por uno, los nervios a flor de piel cuando Arnold se arrastraba sobre las hojas muertas del suelo y el predator le perseguía con sus cuchillas preparadas…
   
   Ésto se hecha bastante en falta en la secuela.
   
   Las armas son mas sofisticadas, su inteligencia ha evolucionado, pero la mala costumbre de Hopkins de situar la acción de noche o en habitaciones oscuras, junto con la pérdida de escenas explícitas, hacen que la utilidad de esta secuela quede reducida a la irrefrenable curiosidad de saber el origen del Depredador. Y se nos explica, todo sea dicho, de una forma un tanto superficial, que no nos aclara mucho nuestras preguntas, aunque nos da respuestas a otras.
   
   Siempre se suele decir popularmente: Segundas partes nunca fueron buenas .
   
   Aunque intentara sostener una sofisma a favor de un personaje tan interesante, el vacío que deja McTiernan en la dirección y que no suple como debería Hopkins, el acercamiento tan nimio hacia el ser espacial, y la impresión sensorial de haber disfrutado mas con la original, hacen que éste sea uno de los ejemplos que confirman esa frase común.