De origen desconocido

5 comentarios en «De origen desconocido»

1. La película es todo el rato lo mismo, y seguro que peca de poco original, pero es un entretenimiento asegurado. Es la típica película de terror casero de los 80, donde la casa es la sala de juegos de los personajes.

   Me ha llamado la atención de que muchas de las escenas no se andan con rodeos y van directamente al grano, es decir, no tarda mucho en mostrar las cosas.

   Seguramente no pasará a la historia, pero te deja la sensación satisfactoria de haber visto una película curiosa y divertida.

2. George Pan Cosmatos dirigió, entre otras, Rambo y Cobra. Lo cual podría indicar que para él el cine siempre supone una guerra, ya sea en el campo del terror, del thriller u, obviamente, del género bélico. En esta película Peter Weller las pasa más putas que en Robocop, y acaba igual de cabreado. No hacían falta las dos citas explícitas a Moby Dick y a El viejo y el mar para darnos cuenta de que su personaje es la reencarnación en clave yupi de los viejos Ahab y Fuentes, y su lucha un atávico duelo entre hombre y bestia contemplado desde una perspectiva doméstica y claustrofóbica. La trama, casi anecdótica, sabe cubrir los 90 minutos de metraje evitando los altibajos, lo cual nos da una medida bastante aproximada del talento de Cosmatos como narrador minimalista (y chiflado). Y el final, en contra de lo esperado, se estudia desde un punto de vista muy inteligente que deja buen sabor de boca (ver spoiler). Todo es un poco ridículo y divertido a su pesar, pero a mí me ha molado.

   Lo mejor: una cena de sociedad y el tour de force de Peter Weller.
   
   Lo peor: ¿qué coño ha comido esa rata para ser tan jodidamente grande e inteligente?

3. Bart Hughes es un hombre adinerado sin apenas preocupaciones. Cuando su bella esposa y su adorable hijo se marchen de viaje descubrirá que no está solo en casa.

   Notable película de suspense un tanto olvidada, a reivindicar, donde Peter Weller (Robocop) se marca una interpretación de altura. George Pan Cosmatos, padre del también director de cine Panos Cosmatos, se sirve de un argumento mínimo para elaborar escenas de terror del bueno, siempre con un fondo de ironía. La rata, el monstruo, el apestoso bicho, constituye una amenaza invisible de cuya existencia se llega a dudar. Se sugiere más de lo que se muestra. Cosmatos hace uso de planos subjetivos para evidenciar las andanzas del roedor, y emplea interesantes ángulos de cámara. Nos sumerge en la mente del protagonista. Bart Hughes cae víctima de la obsesión, pronto se desinteresa del trabajo y ocupa todo su tiempo en tratar de acabar con su inesperado enemigo. La eterna batalla entre el hombre y la bestia ha comenzado: sólo puede quedar uno.

   No te das cuenta de que pasas el 20% de tu tiempo pensando en ella. Pero ella pasa el 100% de su tiempo pensando en cómo derrotarte. Porque es una rata. No tiene nada mejor que hacer .

4. ¿Cuál fue mi reacción al descubrir que el habitante non grato coprotagonista de la película era una rata? Pues una furia incontenible me gritaba desde dentro para que me levantara, cogiera el dvd y lo quemara, también pisotearlo con rabia o lanzarlo por la ventana. Pero claro, había un tipo con traje que no tenía ni idea de qué hacer en caso de rata a la fuga por casa, y un primer plano de esa ratilla traviesa que ponía ojos tiernos al mirar a cámara. Así, la furia se disipó en tiempo récord y me quedé para contemplar quien podía llegar más lejos en esta batalla, la bestia-rata o la bestia-hombre.

   Bart Hughes llega a su límite, algo enorme, escurridizo y asqueroso estaba tomando el control de su hogar, le acechaba un bicho que no podía ver pero que intuía de aspecto peludo y olor rancio. Además hembra, para que el problema se transformara en peligro.

   Pasaba el tiempo y lo que comenzó con un hombre poniendo trampas y una rata sorteándolas como si no fuese con ella el ataque, se convirtió en un demente alterado dispuesto a todo y una roedora que no paraba de crecer en tamaño e inteligencia con un grito de guerra muy claro por parte de los dos: muérete ya, que la casa es mía.

   Entre diversión y asco transcurre la película, olvidas que querías a otro humano como acechador inoportuno y no un animal portador de enfermedades, incluso puedes responder a la otra pregunta indispensable, ¿de dónde surgieron las ratas? De origen desconocido. Bart llegó a esa conclusión tras su paranoico estudio del enemigo y yo me lo creí, pues una rata inmunda como esta, sólo puede venir directa del infierno o aparecer de la nada y nadie nos lo puede confirmar.

5. Vale la pena esta película del director de origen griego George Pan Cosmatos…que dos años mas tarde se haría con un poco más de nombre al rodar Rambo (Acorralado II parte,1985). En realidad es una historia que bien podría darse en cualquier casa, y que hurga en nuestros miedos más profundos y antiguos.El miedo a lo desconocido primero, y a lo conocido y aterrador para muchos, después, como es el miedo a las ratas. El film nos presenta una historia que bien podría pasar o seguramente habrá pasado ya….en cualquier lugar del mundo, y que demuestra como una persona aparentemente normal, con una vida normal, puede verse afectada y de que forma!! por la invasión de su hogar de estos seres aparentemente invencibles. A que nos puede llevar una situación así ¿?, la paranoia en su grado máximo, es la primera en sustituir al miedo, para luego a medida que el problema se alarga en el tiempo…bordear la locura. Interesante y desconocida película, con un correcto Peter Weller, en el papel protagonista, sin ser una estrella todavía…..años mas tarde pegaría el pelotazo con Robocop(1987).