De Dunkerque a la victoria
Sinopsis de la película
Un grupo de amigos celebran una cena que tiene un carácter anual. Pero no cuentan con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, que los separará en distintos bandos. Unos estarán en el ejército alemán, otros combaten junto a la resistencia. Acabada la guerra, sólo tres de los amigos acuden a su cita anual.
Detalles de la película
- Titulo Original: Contro 4 bandiere (From Hell to Victory) aka
- Año: 1979
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
5.1
62 valoraciones en total
Algún día habrá que escribir la historia de las coproducciones europeas, ansiosas de emular al cine de Hollywood, que invadieron las pantallas durante los años 60, 70 y 80. No sólo de los títulos, sino de los realizadores. Tomemos el caso de Umberto Lenzi, sin ir más lejos. Este hombre dirigió (o asín) 65 películas desde 1958 a 1992. Hizo de todo: aventuras, gialli, westerns, eróticas, bélicas, ciencia ficción, zombies, thrillers… Lo que le pidieran. Con mayor o menor fortuna. Con mayor o menor presupuesto. Con más o menos desnudos. Era como una apisonadora. Un obrero del cine, podríamos decir.
Los grandes blockbusters bélicos de Hollywood se rodaron en los 60, con piezas rotundas como El día más largo, Los cañones de Navarone, La gran evasión, Doce del patíbulo, Los héroes de Telemark… Y más que me olvido. De repente, a finales de los 70, las fuerzas combinadas de Italia, Francia, España y la RFA echaron la vista atrás y descubrieron un filón. Se dedicaron a rehacer esos enormes éxitos, dentro de sus humildes posibilidades. De Dunkerque a la victoria cuenta con un presupuesto más holgado, lo cual le permite contratar a una serie de estrellas en decadencia que Hollywood había expulsado a Europa para que se buscaran la vida. El reparto impresiona: George Peppard, veterano de mil batallas, George Hamilton, en un papel de militar francés, que parece recién salido de un baile de disfraces, Horst Buchholz, lejanos los días de Los siete magníficos y Uno, dos ,tres, Jean-Pierre Cassel, siempre elegante y muy galo. Las chicas son sofisticadas: Capucine, con sus ojos leoninos, nada convincente, y Anny Duperey, que aquí no tiene escena de desnudo, qué le vamos a hacer. Sam Wanaker se los merienda a todos, Howard Vernon encarna a un sádico oficial nazi, una de sus perversiones favoritas, y hasta sale un Lambert Wilson tan jovencito que dan ganas de darle un caramelo… Pone la fotografía el hoy internacional José Luis Alcaine, y la banda sonora viene firmada por Riz Ortolani, que alterna momentos líricos con grandes algaradas bélicas. La historia es manida, la realización correcta, el ritmo pautado, imposible darle un suspenso, se nota el esfuerzo de todos por dar el do de pecho.
Por supuesto, no aporta nada. Son esas películas que uno se merienda entre dos serias para desintoxicarse un poco de tanto dolor y tanta miseria. No es moco de pavo. Gracias a la 2 por sus emisiones matinales..
Con un guión ya visitado por el cine americano, el de los amigos de diferentes nacionalidades que deben encontrarse y enfrentarse en una guerra, el italiano Umberto Lenzi -Hank Milestone como seudónimo, que el producto también debe venderse en los países anglosajones- traza un periplo de amistad irrompible aún entre las bombas. Franceses, americanos y alemanes deben distanciarse para poder reencontrarse otra vez, con su amistad ¿incólume? El tiempo lo dirá.
Rodada con buenos medios, y con actores de distintas nacionalidades -Peppard y Wanamaker entre ellos, que sirvan de cebo a los espectadores americanos- para mí tiene un gran error: un guión donde predomina más la acción que la profundidad emocional. Queriendo satisfacer tanto a amantes del espectáculo bélico como a los del drama humano, se queda a medias aguas. No es problema de actores ni de medios, es problema de historia, con altibajos e incapaz de definirse.
De todas maneras, los medios ya no alcanzaban para rodar escenas de guerra aérea. Lenzi repite escenas, abusando de primeros planos. Ya no daba para más.
A pesar de todo, un producto digno, a ratos interesante.
Pasable producción italiana sobre la II Guerra Mundial, dirigida por el prolífico Umberto Lenzi aquí con el seudónimo de Hank Milestone sobre las peripecias de cuatro amigos (americano, inglés, francés y alemán) durante la contienda, se deja ver sin problemas gracias a la presencia de estrellas venidas a menos como George Peppard, George Hamilton y Capucine, como fugaz secundario aparece un jovencísimo Lambert Wilson (21 años).Las escenas bélicas están bien rodadas. (defenders of the faith).
Atractiva, directa, fría, prometedora, misteriosa, tramposa, cruel, violenta, confusa, irregular, previsible, floja, y decepcionante producción bélica que desde un principio deja en evidencia las limitaciones del presupuesto.
Los responsables de la película quieren ir directos al grano y en un principio, puede parecer que lo consigan, ppro lo cierto es que el desarrollo de los acontecimientos, van minando la paciencia y la tolerancia.
Umberto Lenzi, desaprovecha lo que podría haber sido una gran trama de espionaje y traiciones, derivando todo a una especie de telenovela barata que no llega a emocionar.
Nos encontramos ante la típica historia de amistad, amor, honor y familia, en tiempos de confrontación.
No esperes encontrar grandes interpretaciones, ni grandes secuencias de acción. porque no las encontrarás,
Todo se me antojó excesivamente previsible y descuidado.
Entretenida co-producción (España entre ellas al estar José Frade) de género bélico, que tiene bastantes puntos en común con Los jóvenes leones , film del mismo género y dirigida poco antes por el mismo realizador, un Umberto Lenzi que repite patrones y algunas situaciones de partida, como el distanciamiento en la paz entre padre e hijo, y que gracias a la guerra acaban comprendiéndose, respetándose y queriéndose (además, el personaje del hijo en ambas cintas está interpretado por el mismo actor: Ray Lovelock).
Dejando esto aparte, el film que nos ocupa se nota que tiene más presupuesto, más medios, que se ve bastante en aspectos de producción como el vestuario, maquinaria pesada como tanques y aviones, y fotografía, francamente bonita.
Los intérpretes resultan irregulares, con Capucine en plan gran señora, Lovelock tan poco expresivo como siempre, George Hamilton, con aspecto de estar de vacaciones en la Gran Guerra, y un Sam Wanamaker humano y realista. El normalmente excelente Jean Pierre-Cassell, aquí casi en un papel anecdótico, y Horst Buchholz (inolvidable magnífico ), coronel alemán, siempre atribulado ante el horror de la guerra y la distancia que esta produce para con sus amigos del alma, todos aliados.
Irregulares escenas de acción, con particular mención en el plano positivo a los momentos en la que la Resistencia Francesa actúa, y un guión algo deslavazado y poco profundo, que no sabe sacar el suficiente aliento poético y humano de la situación de partida, con un final que resulta un poco frío y distante cuando debería haber sido más cálido, aunque no esté mal del todo.
En resumen, que se puede ver, no es tan mala ni mucho menos como he leído por ahí, pero podría haber estado mejor con algo más de coherencia en las escenas, no muy bien montadas y un mayor estudio psicológico de los diversos personajes.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/