Dark Blue
Sinopsis de la película
En 1992, días antes de conocerse el veredicto del caso Rodney King -contra 4 agentes de policía blancos- y los posteriores disturbios en Los Ángeles, dos oficiales de policía son asignados a la investigación de un caso de cuádruple homicidio con componentes raciales. Los agentes son el detective veterano Eldon Perry (Kurt Russell) y el novato Bobby Keough (Scott Speedman). Navegando por las vecindades tumultuosas de la ciudad, Perry y Keough deben detectar a asesinos de sangre fría y afrontar a sus propios demonios, que demuestran ser más despiadados que los criminales que ellos persiguen.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dark Blue aka
- Año: 2002
- Duración: 116
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Opinión de la crítica
5.4
85 valoraciones en total
Ser poli no brilla. Porque no es ser un héroe, ni el bueno de turno que encierra a los malotes en la cárcel hasta el fin de sus días, ni ser el cabeza de familia de la típica familia feliz con jardín. Porque ser poli es estar en el lado salvaje, el reverso oscuro de las luces de neón. Es ver mierda, día tras otro, hasta que no ves otra cosa. Es quemarte y entregarte a la botella. Es odiar todo y pagarlo con tu familia. Es tener que luchar por la supervivencia, en un mundo donde la única ley es la de la selva. Es cruzarte con yonquis, putas, atracadores, depravados, psicópatas, maníacos y mafiosos. Es lidiar con la muerte todos los días. Es el infierno.
Un infierno que James Ellroy sabe mostrarnos mejor que nadie. En esta ocasión, proporcionando el argumento para que Ron Shelton filme esta despiadada crónica sobre el Departamento de Policía de Los Ángeles. A través de una clásica historia de corrupción policial y disturbios raciales (la película nos sitúa durante los acontecimientos previos al famoso juicio sobre el asunto de Rodney King), Shelton nos muestra un departamento de policía totalmente desmitificado, hombres amorales, dispuestos a todo con tal de sobrevivir en el caos que ellos mismos han colaborado a crear. Un cuerpo de policía fascista, que impone orden a base de palizas y balas. Unos agentes de la ley cuya única diferencia con los delincuentes es que llevan placa. Unos hombres destrozados que han perdido el rumbo, que en nombre de la ley y el orden, optaron por combatir al fuego con el fuego, y ahora arden en sus propias brasas.
Eso es el universo Ellroy. Dolor, miseria y muerte. Y todo eso es esta película, donde no está oculta crítica alguna, pues lo único que cuenta es la verdad, la pura y podrida verdad, testimonio salvaje y descarnado que nos muestra el lado más oscuro del dorado sueño americano.
Cuando he visto las críticas y el 5,4 de puntuación he pensado ¿estamos hablando de la misma película? Porque pienso que es la mejor política policiaca del presente siglo y en todo cosa una buena película. Pese a lo reiterativo del género policial te sorprende el planteamiento. En medio del caos racista que asoló Los Angeles en 1992, la cinta presenta hasta donde puede llegar la corrupción policial, el abuso de poder, la prepotencia de quienes se sienten amparados por el estado (democrático en este caso). Los héroes son antihéroes y el relato, al más puro estilo de cine negro, elimina todo idealismo para ofrecernos la cara más sucia de los defensores de la ley: cinismo, amoralidad, defensa de vulgares intereses, etc.
Añadamos una gran actuación de Kurt Russell y un gran final para una película que no entiendo que no haya tenido más reconocimiento.
Dark blue es una de las más iracundas reflexiones sobre el fascismo cotidiano que se han rodado en el cine americano en los últimos años. Da igual que todo suene a ya visto, porque su esquinada confección dramática no se pliega a las leyes del mercado ni a convencionalismos de fácil asimilación. Esta no es una película de buenos y malos (ni siquiera de polis buenos y polis malos): es una radiografía de marcado tono pesimista que pone en evidencia la decadencia de valores del mundo moderno ejemplificada en ese estrato policial más podrido que el alma de Dorian Gray. Aquí no hay ni un solo personaje positivo, todos están hechos a base de luces, sombras y borrones de moralidad, y hasta el personaje protagonista interpretado por Kurt Russell trasciende el arquetipo del clásico antihéroe para convertirse en un auténtico cabronazo incapaz de despertar nuestras simpatías.
Es inteligente la idea de colocar la historia durante las revueltas populares que se sucedieron tras el juicio de Rodney King, el afroamericano apaleado sin motivo por una cuadrilla de policías sin corazón, pero no resulta nada difícil trasladar las conclusiones obtenidas a la actualidad. Lo que menos me gusta del film del deportivo Shelton es su recurrencia a esa violencia seca e implacable que la emparenta con clásicos policiacos setenteros (incluso con alguna de las últimas del hierático Steven Segal) caracterizados precisamente por su poderosa carga fascista, y es que a Shelton la forma se le revela contra el fondo, con toda seguridad porque se siente demasiado atraído por aquello que pretende criticar. O quizás porque no sabe si decantarse por la diatriba directa o el homenaje a un género, para acabar quedándose con las dos. Aún así, un atípico thriller que mereció algo más de atención en su momento, algo así como el hermano pequeño y respondón de Training day, menos divertido, con una puesta en escena más tosca y chapucera (aunque con algún que otro hallazgo, véase la fantasmal incursión por el barrio negro levantado en armas), pero más adulto y menos dado al maniqueísmo de multisalas. Más ambiguo, en definitiva.
Lo mejor: su rabia nada contenida.
Lo peor: a veces se regodea en la violencia de forma innecesaria.
Película muy chungueras donde Kurt Russell me sorprende haciendo de un personaje antagónico a lo que estamos acostumbrados. Y no por hacer algo distinto lo hace mal sino todo lo contrario. La historia engancha aunque sea un tema muy llevado a la pantalla polis corrputos en Los Ángeles, movidas de asuntos internos, disturbios raciales, etc…
Las escenas de acción están rodadas con el cuidado del que sabe que si lo hace mal queda como todas las pelis….y no te las crees.Y de hecho te metes mucho en la acción a causa de cómo están rodadas las escenas…
En fin, el mérito que tiene de ser una peli que te engancha hasta el final a pesar de que el tema está muy manido….chao Kurt. Te queremos malote.
Kurt Russell, presenta la mayor parte del tiempo, aspecto cansado haciendo poco creíble su personaje, tal vez necesitado de mayor vigor. Scott Speedman correcto y acertado al construir un policía, en el que se mezcla la inexperiencia de la juventud, con un ambiente corrupto con el que no se siente identificado aunque si obligado a participar.
Película correcta, construida con arquetipos muy reconocibles y arriesgando poco. Confluyen en ella, el miedo, el descubrimiento del regusto por la traición, el coraje y la cobardía…