Corazones rebeldes (Young At Heart)
Sinopsis de la película
Documental sobre los integrantes de un veterano coro de Nueva Inglaterra, que interpretan canciones modernas, pop y rock. Se anuncian como Mayores portándose mal, residen en Northampton (Massachussets) y forman el Young@Heart, un coro que no se parece a ninguno: sus componentes son jubilados y andan entre los 75 y los 93 años. A esas edades en que o se cría malvas en los cementerios o polvo en los geriátricos, ellos no, ellos se suben al escenario (con excelentes críticas, por cierto) para versionear a Outkast, Jimi Hendrix, Radiohead, Sonic Youth… (FILMAFFINITTY)
Detalles de la película
- Titulo Original: Young At Heart (Young@Heart)aka
- Año: 2007
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
6.9
23 valoraciones en total
Un documental sobre un coro de ancianos, por muy interesante que fuese, tenía muchas posibilidades de quedarse en algo anecdótico. Y este lo es hasta el momento en el que la muerte se cruza con los protagonistas (debo matizar que en realidad está siempre presente, pues todos los miembros se saben en las últimas), momento a partir del cual se convierte en un estremecedor testimonio de cómo sobrellevar una pérdida y enfrentarse a un futuro que se sabe breve.
La vida de los miembros del coro Young@Heart es la música, una vez que su vida llega a la recta final encuentran una motivación especial en versionar temas de todo tipo, desde Sonic Youth a James Brown pasando por Coldplay. Algunos pasajes son verdaderamente emotivos, como la inmensa interpretación que un desconocido genio llamado Fred Knittle hace de Fix You ante un público entregado, o la actuación en la cárcel con el Forever Young de Bob Dylan horas después de pasar un mal trago. Y lo mejor es que el documental no queda en la simple recreación: el espectador sufre y disfruta al lado de esta gente que supera los obstáculos del día a día con una encomiable vitalidad, la misma que el film contagia.
Si bien es cierto que formalmente no es ninguna maravilla, de sobra merece una oportunidad.
Un documental que irradia un encomiable optimismo a través de los miembros de un coro de pseudo-roqueros octogenarios que hacen suyas canciones míticas de la historia del pop-rock. Reconforta comprobar que gente en la recta final de su vida se entrega a su pasión por la música, pero uno tiene la sensación de que los pobres ancianos son cobayas en manos de un director de coro harto antipático y que, a buen seguro, obtiene un buen fajo de billetes.
Lo cierto es que algunos ancianos, espero que nadie se ofenda, cantan como el culo y, por momentos, la película no puede evitar caer en la pura compasión, rayana en el patetismo. Resulta interesante por la curiosa composición del grupo, y por el protagonismo que concede a un grupo social tan injustamente olvidado, pero como documental tampoco es que sea extraordinario.
La primera incorrección que rodea a este documental es el sugestivo titular: Banda de ancianos tocan música de, entre otros, Radiohead y Outkast, porque, pese a ser exacto en la forma de presentarlo, es inexacto en el fondo mostrado. De hecho, la carcasa es secundaria en esta obra, la idea principal se aleja del espectáculo, de los fuegos de artificio, de los acordes o de los gallos. El concepto más importante es la lucha por la supervivencia, no relacionada con la vida, sino, ciertamente, con la vitalidad. Una noción mucho más compleja.
Tanto la vida como la muerte, por ser estados a los que estamos sometidos sin tener en cuenta nuestra voluntad, planean por el film sin presentarles demasiada importancia, aparecen sólo como elementos unificadores de un bien manifestado objetivo común, que no es otro que el de disfrutar de la savia e intentar no pensar gran cosa en los límites de la misma.
Con mi juventud en alza sería una osadía, además de una estupidez, aspirar a ponerme en el lugar de estos viejos adorables. Por tanto, desde la distancia y sin valorar su calidad musical, esta película me supone un soplo de aire fresco, puesto que encontrar historias como esta (para mí desconocida hasta ayer) ayuda a apreciar la existencia como un proceso que puede llegar a dar de sí todo lo que nuestro cerebro y nuestra voluntad estén dispuestos a arriesgar.
Me interesaron especialmente las impresiones del grupo ante la muerte de alguno de sus integrantes, porque denota cierta costumbre por la muerte para mí tan inimaginable como atroz, mientras que a sus ojos no sea más que una reacción sensata, al percibir el éxito que supone alcanzar el verdadero sentido de la vida.
Es un Documental sobre gente mayor pero joven de corazón como dice su título.
Los protagonistas de la película están llenos de achaques pero les sobra mucha ilusión, si nos comparamos con ellos nos daríamos cuenta de que no sabemos valorar todo lo que tenemos y no usamos para ser más felices.
Mucha gente pierde la ilusión y las ganas de hacer cosas y se acomoda en una especie de mundo gris viendo pasar la vida, estos mayores disfrutan, transmiten sus ganas de vivir y carecen del sentido del ridículo.
Lo que más me ha gustado es el contraste entre Vida-Muerte que se dibuja en varias escenas, da para pensar, todo es relativo, perecedero ¿Para qué preocuparnos entonces tanto?
También he disfrutado mucho con la banda sonora, que espero comprarme cuando salga en CD, porque sinceramente creo que hay temas en los que estos alegres ancianos superan a los propios artistas.
Documental que narra las desventuras de un singular coro de Massachusetts formado por una veintena de ancianos cuya media de edad ronda los 80 años, y que se dedica con sobrecogedor tesón a versionar temas de los Beatles, James Brown…y agárrense: Jimmy Hendrix, Coldplay, Radiohead o ¡Sonic Youth!
Sin inventar nada en el aspecto narrativo de la no ficción pero sin ceder al ternurismo, contando como gran baza con un extraordinario sentido del humor y transmitiendo una vitalidad que traspasa la pantalla, Stephen Walker triunfa cediendo toda la responsabilidad de levantar la película a los auténticos protagonistas de esta historia… ¡y vaya si lo consiguen! Young@heart es una cinta emocionante, entrañable y un hermoso homenaje a nuestros mayores.