Confesiones de un banquero
Sinopsis de la película
Los verdaderos amos del universo no son ni los políticos, ni los ejércitos, ni los gobiernos. Los verdaderos amos del universo son los bancos de inversiones. Un poderoso banquero alemán nos ofrece una inquietante visión de sus emociones, motivaciones y predicciones, mientras nos desvela un universo paralelo de ingresos desorbitados y presión despiadada. Descubrimos un sistema que aísla a los banqueros del resto del mundo y les convierte en incapaces de reflexionar sobre su propio trabajo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Master of the Universe aka
- Año: 2013
- Duración: 88
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te añadimos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6
93 valoraciones en total
La banca de inversión ha sido mala, muy mala, pero eso no justifica este documental basado en una entrevista a una única persona durante más de una hora en un escenario prácticamente único que como metáfora en el minuto diez ya resulta agotada.
El principal problema es que esa única persona ni tiene carisma ni merece un retrato por su complejidad. Para empezar no sabemos qué puesto directivo ocupó ni en qué banco para saber hasta qué punto nos puede ilustrar con información relevante o si simplemente habla de oídas o nos cuenta lo que queremos oír. Porque para hablar de los excesos de la economía financiera que llevaron a la crisis mundial al nivel que este señor lo hace no hace falta ser ningún experto. Y lo peor no son los lugares comunes, sino que resulta aburrido, ni siquiera nos cuenta anécdotas que despierten un poco de interés. Si de verdad ganaba tanto o conocía a gente que estaba en ese mundo podría haber sacado jugo a alguna historia turbia de esas a las que son aficionados los poderosos, financieros o no (que le pregunten a Max Mossley por sus fiestas).
Así que el documental ni es didáctico, ni interesa como retrato de un personaje polémico, ni es divertido.
Y el director se permite insertar un par de momentos en los que el aburrido alemán no quiere seguir respondiendo preguntas como si su entrevista le hubiera forzado a confesar algo cuando la sensación que deja la película es que el banquero ha ido despachando sobre lo que le ha dado la gana, con conocimiento o sin él.