Colombo: Mariposa de color gris (TV)
Sinopsis de la película
Un conductor de un programa radial, Fielding Chase, mata a un miembro de su staff que trató de ayudar a su hija Victoria a abrirse camino y escapar de la presión de su padre. Episodio Nº62 de Colombo.
Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales, de duración regular, con cast, dirección y equipo de producción fijo). Pensados como telefilms (de hora y media como promedio de duración), cada episodio cuenta con una historia independiente y con un director y un equipo de producción distinto. Los films tuvieron una transmisión irregular, pero con un mínimo de tres o cuatro producciones por año hasta 1978. Más de diez años después, Falk retomó su personaje por dos años (1989-1990). A partir de 1990, Columbo dejó de emitirse con regularidad, y los siguientes films fueron estrenados como especiales. Por estas razones, los 68 episodios de Colombo se dispersan irregularmente a lo largo de 35 años (1968-2003).
Detalles de la película
- Titulo Original: Columbo: Butterfly in Shades of Grey (TV)
- Año: 1994
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
6.3
55 valoraciones en total
Hace poco vi que esa pareja de traperos, Mike y Frank, los cazatesoros (American Pickers), se presentaron en el Estado de Kentucky en casa de William Shatner, que vive en un caserío de esos apartados de la civilización rodeado de una gran parcela, él y su mujer solos, tan a gusto. Estos tíos, los cazatesoros, que son capaces de pagar veinte mil dólares por un hierro retorcido con manillar porque son los restos de una auténtica Indian de los años treinta, habían sido llamados por la mujer de William para que les adornara el jardín con alguna pieza antigua. Tras llegar y hacer el saludo treki, se pusieron manos a la obra a buscar por todo el territorio alguna piedra de molino o guarrería perdida en el tiempo.
El caso es que estuvieron todo el rato con bromas a costa del ex capitán Kirk, que si llama a Sulu, a ver qué rumbo llevan, o que si se podían teletransportar con los tesoros que encontraran, etc. Se pudo apreciar que William era un tipo simpático y entrañable que había tenido su gran momento de gloria con aquella serie del espacio y que es muy recordado por la sociedad americana, porque la sociedad americana es así, no olvida a sus héroes, sean reales o ficticios.
Pues bien, la serie de Colombo, para acompañar a Peter Falk siempre tuvo de artista invitado algún personaje que tuvo su momento de gloria, de tal forma que en cada capítulo había un enfrentamiento servido de Colombo con uno de esos grandes de la televisión y, en este caso, con William Shatner resulta un caso especial, y espacial, al menos para mí. Inolvidables, entrañables y tiernos, con un humor solapado de altas dosis.
El uno frente al otro, con esa socarronería por ambas partes del disimulo, de la ironía, haciéndose los tontos. Uno sabe que el teniente Colombo tiene pillado al asesino desde el principio, pero el tío los calienta poco a poco, cansinamente, los da cuartelillo, y lo mismo pasa con el otro, en este caso una estrella de las ondas radiofónicas que no puede soportar la soledad sin ceder un milímetro en su orgullo, que él sabe que ha sido descubierto pero aguanta el tío sin confesar como exigiendo que el teniente se explique ya que es tan listo, que se lo curre, que lo demuestre, y así va tragando, quemándose, haciendo que se asombra con las dudas del teniente, diciendo: Ah, ¿sí? Pues será por esto o por lo otro , y el teniente levantando la colilla del puro: ¡Claro, es verdad! ¡Cómo no se me había ocurrido! Qué listo es usted… Qué inteligente… Perdóneme, perdóneme… Uf, qué impresión estar junto a usted. Ya verá cuando se lo cuente a mi mujer… ¿No tendrá una foto suya para regalársela…? Es una gran admiradora de usted… Muchas gracias… … … Ah, una cosa más que se me olvidaba… Y el otro contemplando con paciencia infinita su pinta de desaliñado, con su ojo pipa, la toba de su puro soltando ceniza y su arrugada gabardina, con su mierda de coche y su insignificante presencia, así que en algún que otro momento no puede más y lo manda a tomar por culo.
Butterfly in shades of grey (Mariposa de color gris) es un telefilm dirigido por Dennis Dugan en 1994, segundo de la duodécima temporada y sesenta y tres de la serie. Las ondas radiofónicas nos pasea por la gran urbe mediante amplios planos generales que progresivamente, entre planos encadenados, nos lleva hasta el origen de la poderosa voz que de costa a costa inunda los aparatos receptores: Fielding Chase (William Shatner) es su responsable así como del programa de éxito del momento.
Egocéntrico acaparador y narcisista de su propio triunfo en los medios, no duda en hacer cualquier cosa para que su entorno familiar no se resienta negativamente, protegiéndolo hasta rozar el recelo excesivo que no duda en aplicar sobre su querida hija adoptiva Victoria Chase (Molly Hagan) desde el momento en el que Gerry Winters (Jack Laufer), su amigo, la intenta convencer para que se libere del irrespirable proteccionismo paterno y poder realizarse profesionalmente con su oculta pasión. Primeros planos de Fielding, nos da una idea de lo que el sorprendido locutor quiere hacer para poner remedio a la situación utilizando el subterfugio.
Las incondicionales ayudas del entrometido Gerry, no pueden tener otra salida que su desaparición del entorno de influencia familiar, para lo cual Dennis Dugan nos muestra, cuasi de forma preceptiva, la escena y la acción que influirá en la decisión de su querida hija y del malogrado amigo, provocando así la intervención del departamento de homicidios de la policía de Los Angeles y con él, el teniente Colombo (Peter Falk).
El juego del esquivo locutor sobre Colombo se centra en alentar las intimidades del difunto Gerry, generando las suficientes interrogantes sobre su pasado, aireándolo, presentándolo como un arreglo de cuentas entre enamorados engañados. Con lo que no cuenta Fielding Chase es con la testarudez de Colombo y alguna cosa más en sus investigaciones que le llevan, entre diferentes espacios de interior y exterior, a rastrear desde la insistencia cualquier pista en cualquier situación y en cualquier dirección, por encima de la incomodidad de su presencia en el entorno del sospechoso.
Varias escenas sin trascendencia para la investigación nos muestra mediante planos ambiente al despistado detective entre el atrezzo y los actores de un plató, su desorientación en el lugar y, la inevitable confusión sobre su apariencia, solucionado el entuerto da finalmente con Theodore ‘Ted’ Malloy (Mark Lonow) amigo íntimo sobre el que Colombo alberga algunas dudas por su relación intima con el asesinado, un conjunto de planos medios y contra planos nos lleva hasta la solidez de la coartada perfecta para el interrogado.
La pista insinuada por Fielding Chase pierde toda su consistencia. Colombo fija su investigación, con más sospechas si cabe, sobre el esquivo locutor, mostrándonos el realizador desde exteriores, las acciones necesarias que implican finalmente al principal sospechoso y, a la solución del caso mediante una oportuna e ingeniosa escenificación que aportará la principal prueba de culpabilidad en el caso del egocéntrico Fielding Chase.
Complemento genealógico. Colombo cita a su mujer en siete ocasiones y otro personaje lo hace en una ocasión, también cita Colombo a un primo suyo en dos ocasiones.