Coco
Sinopsis de la película
Miguel es un joven con el sueño de convertirse en leyenda de la música a pesar de la prohibición de su familia. Su pasión le llevará a adentrarse en la Tierra de los Muertos para conocer su verdadero legado familiar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Coco
- Año: 2017
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
Película
8
68 valoraciones en total
Estupendo film de animación, todo un canto a los sueños por cumplir y al amor y legado familiar.
Muy divertida, colorista, imaginativa, con intriga y al final verdaderamente emotiva.
Quizás no sea redonda en cuento al ritmo se refiere, puesto que en ciertas fases del mundo de los muertos baja un tanto (muchas persecuciones, sin duda pensadas para los más chicos), hasta que el protagonista conoce a su antecesor.
Pero su primera media hora más o menos y la última, son primorosas, entretenidísimas y con muchísima calidad cinematográfica.
El guión es un dechado de virtudes, apelando al corazón de los seres humanos, hasta lograr enternecerlos y conmoverlos.
Una gran película, para chicos y mayores, disfrutable cien por cien, que deja un poso y sensaciones maravillosas siendo un entretenimiento familiar con numerosas enseñanzas positivas que haríamos bien en llevar a la práctica cada día.
Excelente banda sonora, bonitas canciones y un final antológico que pone los pelos como escarpias al espectador más duro.
Recomendable al mil por mil, hasta el momento ya ha conseguido algunos premios importantísimos, como el del mejor film de animación, concedido por el Círculo de Críticos de Cine de Nueva York, y por el National Board of Review.
https://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Obra maestra. Así tal cual es como creo que conviene arrancar definiendo la que tal vez, por sorpresa, sea la mejor película del año y lo mejor que le ha pasado al cine de animación desde Toy Story 3. Disney y Pixar cuando se dan la mano suelen ser lo mejor de lo mejor. No sólo como empresa que sabe vender productos de entretenimiento de gran categoría, sino por brindar productos dotados de alma y significado que en otros tiempos serían insólitos.
Coco tiene aroma a cine clásico y no sabe cuánto se lo agradezco. Sin jergas vergonzosas actuales. Sin personajes típicos y tópicos que sólo quieren arrancar risas a la chavalería con móviles. Sin salidas de guión fáciles o edulcoradas. Es cine valiente y comprometido desde el principio hasta el final, en todos sus aspectos. Cuanto menos se sepa de su premisa (yo la vi sin saber, ni esperarme, nada) muchísimo mejor. Pero vaya por delante que afronta una de las temáticas más turbias y problemáticas desde la infancia: la muerte. Ese tema tabú en la infancia que tantos adultos hacen tanta bola de nieve de ello, lo magnifican y acaban dando más miedo a los pequeños más que tranquilizarles por ser ley inevitable de vida, manifestando respeto por la misma.
Y una de sus grandes sorpresas es que lo aborda de forma realista, vehemente, pero ante todo natural y divertida. Arranca aplausos por su imaginación y sonrisas por sus continuos aciertos. Diseña y descubre todo un mundo al otro lado del puente como creo que nunca se había visto -menos en una película de este estilo-. Ya con esas, empezamos con buen pie. Si ya la historia es dócil y sabe moverse de forma trepidante, si esconde giros más sorprendentes de los que cabría esperar de esta cinta con esta premisa en un principio, si muestra las bondades y las maldades de la condición humana sin hacer excesivo daño pero tampoco edulcorando la verdad y si consigue hacer que salgas del cine emocionado por todo lo que acabas de ver… es para recordarla tanto como su canción principal.
Pero lo mejor de todo, lo que la hace ganarse la perfección en lo que se propone para mí, es que no engaña. No se queda en hacerte pasar un rato magnífico. La cinta persigue penetrar en tu cabeza y hacer que evoques tus propias vivencias, tu propia familia, tus propias amistades y tus propias acciones. La cinta quiere que recuerdes y que impulse a ti a hacer cosas por las que la gente te recuerde. Y lo consigue. Por eso, en lo personal para mí, es por lo que consigue ser una obra maestra.
Bien pensado, vivimos la vida en una continua referencia.
Homenajeamos en nuestros actos a los que vinieron antes que nosotros, evitamos pasar por alto los consejos y enseñanzas de nuestros allegados y, al final, no podemos evitar referenciarnos a nosotros mismos, solo para dejar esa huella especial en aquellos que nos importan.
La línea entre una pasión que nos llega por parte de otros y nuestro propio legado se va tornando difusa con los años, a medida que se comprende la importancia de ser recordado, y, sobre todo, de qué manera.
Pocas películas animadas recientes se han enfrentado a temas tan complejos como Coco y han tratado de abordarlos desde el corazón, mezclando sin complejos lo místico y lo emocional, a la vez que evitando idealizar los sueños y condenar las metas humildes.
No hay mayor satisfacción que seguir una pasión, aún cuando el camino hacia ella pueda parecer difícil: así le sucede a Miguel, un muchacho mexicano que trata de escapar de la herencia familiar de zapateros, porque lo que él siempre ha querido es compartir la música de su guitarra con el mundo, como su ídolo Ernesto de la Cruz.
Este último, de hecho, logra configurarse a través de los ojos del joven zapatero en una figura perfecta e ideal, máximo ejemplo de que un sueño solo se cumple si te arriesgas a cogerlo: ahí están esas cintas que ve Miguel con sus mejores momentos, de dudoso gusto cinematográfico pero innegable valor nostálgico, como pedazos de un mundo mejor al que solo se logra acceder si se consigue tocar desde el corazón a un público entregado.
Los temas de fondo de la historia llegan directamente desde esas escenas simples y cotidianas, con Miguel afinando una guitarra mientras contempla el desgastado televisor, y a la vez esquiva la sobreprotección de una familia que nunca le dejará tocar música, solo porque su misterioso tatarabuelo decidió anteponer una vida de fama y guitarra a cualquier otra cosa.
Por un lado, está la satisfacción de servir en una tradición familiar que todos los que le rodean apoyan, pero por otro… está la emoción de tocar en la plaza, sin freno, sin mesura, sin más acompañamiento que las sonrisas de quienes escuchen, capaces de dotar de significado letras que perderían sentido sin nadie que pudiera oírlas.
Vaya, nada que ver entre un taller lleno de familiares trabajando, y un impresionante espectáculo con público y bailarinas coreando.
Por motivos que no conviene desvelar, la entrada de Miguel en la Tierra de los Muertos tiene lugar siguiendo su pasión musical, pero lo más interesante es la expresión que allí alcanza su dilema: perseguido por una familia no-muerta que le recuerda la importancia de pertenecer a una ofrenda del Día de Muertos, prefiere aliarse con un esqueleto vividor llamado Héctor para ir a buscar a su ídolo y así hacerle saber que a donde realmente quiere pertenecer es a la música, mientras su cuerpo va disolviéndose en forma huesuda a medida que se acerca el amanecer.
De alguna manera, Miguel sigue intentando liberarse de un entorno limitado y acaparador, como hizo Ernesto de la Cruz en su momento, rechazando una familia a la que por fin puede confrontar amargamente: nunca me habéis apoyado, que es lo que se supone que hacen las familias .
Sin embargo, es justo en el momento en el que se enuncia esa frase en la que nos damos cuenta de que quizás su tatarabuela Imelda no es la villana que hemos estado percibiendo, persiguiéndole y amenazándole con una bestia mítica, sino una mujer dolida que hizo todo lo posible por mantener su familia unida.
Al igual que antes hemos visto que Héctor quizá no es un caradura frívolo, sino un abandonado enfrentándose al olvido de no estar en ninguna ofrenda, al igual que después vemos en Ernesto de la Cruz algo más próximo a un pobre hombre, utilizando sus tristes vivencias como inspiración de sus películas en blanco y negro, que parecen más viejas que nunca.
Nadie fue recordado como debería, quizá porque cambiaron pasión encendida por obligación momentánea, e incluso alguno no tuvo la oportunidad de enmendar su error.
Miguel se ve reflejado en generaciones anteriores que siguen atrapados en equivocaciones, incluso después de muertos, y decide que con él podría terminar el círculo: la pasión por la música y el necesario legado familiar pueden convivir, siempre que ambos estén dispuestos a tenderse la mano.
Y aún más, ese cambio de sentido emocional puede arreglar un cuadro familiar largo tiempo quebrado, tal es la magia del Día de Muertos, que revive la presencia de los queridos, solo para que nos demos cuenta de todo lo que nos han dejado, tanto bueno como malo.
Pixar, en esta historia, consigue algo bastante especial si se piensa bien: habla de tradiciones, de herencias, de eternos inmutables… y demuestra que nunca es demasiado tarde para cambiar, ni se es demasiado esquelético para no luchar.
Tan sólo hace falta recordar…
Recuérdame , la misma grandilocuente balada que canta Ernesto de la Cruz al principio, adquiere otra dimensión al final, más sencilla, más bonita, más íntima.
Justo en ese momento una pasión y un legado familiar alcanzan una comunión especial: la clave en la aventura que hemos vivido, y la prueba de que ambos mundos se pueden encontrar.
Debo admitir que como mexicano cuando hay una cinta extranjera y sobretodo estadounidense sobre algún elemento referente a México siempre pasa por mi cabeza Hora de estereotipos y vi Coco con la buena intensión de encontrar algún punto positivo y vaya que me lleve tremenda y agradable sorpresa.
Pensando en puntos bajos me quedan en la cabeza algunos huecos en la trama y los parecidos de esta trama con Up pero quitando esto esta cinta es perfecta y lo hablo por doble ración: por la de alguien que disfruta y ama el cine y por mi mexicanidad.
Como lo dice el titulo está cinta es una carta de amor a México, sus tradiciones en el Día de Muertos, sus valores y su música, Lee Unkrich nos demuestra que un guionista puede tocar fibras muy finas en nuestras emociones con historias de juguetes que tienen vida, peces parlanchines, monstruos de closet y ahora con las tradiciones mexicanas (merito también a los demás colaboradores como Adrian Molina).
Ignoro como la recibirán en otros países pero la Identificación Cultural de esta cinta me abruma con tantos elementos con los que me identifico que se acumulan y al final nos roban lagrimas con una sola frase: Recuérdame .
Ya no estoy seguro si talento mexicano pudiera haber hecho una obra de estas características, por lo pronto agradezco a Disney/Pixar por darle a los mexicanos una cinta digna, sin estereotipos fáciles y que los puso en nuestros zapatos, Gracias.
La he visto hace nada … 5 minutos … y aún no sé qué decir, de verdad, solo había oído que era muy buena, que era genial, de lo mejor de Pixar, y la verdad eran comentarios que no me sorprendían porque Pixar es, desde hace bastantes años, lo mejor que Disney crea a día de hoy, es lo único que aún no ha perdido forma ni esencia, y siempre que llega una de sus películas (con algunas excepciones) marcan.
Entre tanto debate de la cuestionable SW VIII, esta cinta (también de disney, pero vamos, como se nota que son dos partes de la industria totalmente distintas y que son otros los creadores) porque COCO rompe la barrera, te emociona y te lanza una flecha directa al corazón que te hace reflexionar y hallar muchísimas emociones que pocas veces sacamos a la luz por la propia oscuridad del mundo que nos rodea.
Siento que en la crítica me pase de meloso y emocional pero es que la película te lo provoca, no tengo nada, NADA, absolutamente malo que decir de COCO, es una OBRA MAESTRA de los pies a la cabeza y una de las películas más bonitas que he visto en mi vida.
Aceptarte a ti mismo, aceptar la muerte con una sonrisa, no olvidar a la familia, el poder de la música, perdonar y redimirnos del pasado, … tantas lecciones llevadas a cabo con tanta maestría y la magia de Pixar, sus canciones y todo el derroche de imaginación que posee … no me extraña nada que en México se haya convertido en todo un fenómeno porque además es un homenaje como ninguno a toda su cultura.
Pixar lo vuelve a hacer posible, una película que quizá es algo dura para los niños… ya lo es para los adultos, pero eso es lo que hace excepcionales a estas películas, marcarte en el corazón, mover tu mundo interno … escribir esta opinión mientras las lágrimas empañan mis ojos … esto es magia, esto ES CINE