Centurión
Sinopsis de la película
Bretaña, año 117 de nuestra era. Tras un ataque de la guerrilla local que ha diezmado la legión, un grupo de soldados romanos lucha por salvar la vida. Pertenecen a la IX legión, la más legendaria por su valor. La misión de los supervivientes, liderados por Quintus Dias (Michael Fassbender), es resistir hasta llegar a la frontera, antes de que las hordas de la feroz y vengativa Etain (Olga Kurylenko) acabe con todos ellos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Centurion
- Año: 2010
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
5.3
54 valoraciones en total
El último trabajo de Neil Marshall venía con la sencilla proposición de enterrar por completo todo conato de épica visto en la fallida The Last Legion (2007). Como era de esperar, Marshall lo logra sin apuros e incluso va más allá dejando de lado a la solvente King Arthur (2004), ya que Centurion bien vale una entrada de cine y el respeto de todo espectador ávido de divertimento a base de acción y violencia histórica.
La falta clara de presupuesto para lo que se requiere en un blockbuster hoy día en Hollywood, no mella al filme, quien sabe aprovechar muy bien sus recursos. Centurion nos traslada a Gran Bretaña, terreno que cinematográficamente hablando, ha sido pisado relativamente poco dentro del subgénero del imperio romano. A comienzos del siglo II, una legión romana es atacada ferozmente por las hordas nativas denominadas pictos. Los pocos supervivientes de la batalla tratarán de salvarse llegando a la frontera, esquivando en todo momento a los temibles pictos y en especial a su rastreadora Etain.
La premisa invita a disfrutar de una gincana apasionante en pos de la supervivencia sobre suelo bretón. Apenas diez soldados romanos atravesando caudalosos ríos, frondosos bosques y extensas llanuras con la mirada siempre puesta en cubrirse las espaldas es sinónimo de entretenimiento. Neil Marshall (Doomsday, Dog Soldiers y The Descent) tiene tablas de sobra para ofrecer acción ágil y sangre a borbotones, por eso aquí no iba a hacer ninguna excepción. Cuando la persecución se detiene, es únicamente para dejar correr vísceras y que un montón de cuellos y/o extremidades sean cercenados. El protagonista ni los secundarios destacan (aunque ojito con Olga Kurylenko), pero qué más dará si el entretenimiento está servido en bandeja de plata.
Lo que también es de agradecer es que Marshall haya prescindido de baratos trucos de hechicería del Magia Borrás, siendo la espada o el arco el único medio para sobrevivir de los pictos o acabar con los romanos. Es por eso que no cae en el combo de fantasmadas de turno ni tampoco se la puede achacar falta de seriedad. La fotografía también cabría aplaudir, acreditando un aspecto técnico con suficientes recursos para olvidarnos de su austero presupuesto. Las comparaciones siempre son odiosas, pero ya metidos en faena, la batalla principal en el que la 9ª legión es víctima de una emboscada picta, recuerda lo suyo a la batalla de Germania contra los bárbaros en Gladiator. Así es que la ambientación (escenarios, vestuario, armas, etc.) obliga a reconocer el buen hacer de este título.
Quizá sea tildada por su falta de rigor en algunas escenas, inclinándose hacia lo inverosímil que puede llegar a ser por ejemplo una batalla en la que tres personas venzan a diez. Y es que aparte de algún momento cogido con pinzas en el que hay que sacar a relucir nuestra imaginación o que el final eche un poco de chispas, creo que Centurion se merece un aprobado y con nota.
Lo mejor (por poner algo): espectaculares paisajes, bosques, montañas, ríos.
Lo peor: todo lo demás. Los personajes dan risa. El guión no existe. Me aburro terriblemente entre cabeza cortada por aquí, deguello por este otro sitio.
Uno va al cine a desconectar, a ver una peli de aventuras sencilla, para no comerme el tarro, nada de drama, cine-diversión vamos, y me encuentro con una absurda sucesión de travellings aéreos, mucha sangre (pero no buenas peleas) y una historia que mejoraría notablemente mi sobrina de cinco años.
Recomendable para resacas de drogas duras con tus colegas.
Considero difícil hablar demasiado en serio de esta peli que resucita de forma un tanto irregular ese género perdido que son las pelis de romanos.
Por una parte tenemos cosas bastantes agradables:
La presencia de súper Olga haciendo de guerrera picta muda y macizorra, un placer para la vista disfrutar de la muchachita, la cual al no hablar nos deleita con los movimientos de su body que no es poco ¡Como está Olguita chicos!
Para las chicas por ahí anda el Fassbender (vaya nombrecito, con lo sencillo que es llamarse Pepe), supongo que macizorro también, aunque de esto entiendo menos, haciendo de aguerrido y sudoroso centurión romano, con nombre un tanto irrisorio Quintus Dias (¿Quintos Días?). Este actor está de moda y copa la cartelera con trabajos con Tarantino en Malditos Bastardos y protagonista de la última de Cronenberg entre otras. En este film cumple sin más.
Una de las primeras escenas en la que los pictos atacan a la Novena Legión es sencillamente espectacular, pedazo de batalla con todo de tipo de decapitaciones, puñaladas traperas y bestialidades a doquier, muy bien rodada y con la inclusión de unas bolas de fuego realmente espectaculares.
Una fotografía excelente con unos paisajes que quitan el hipo, música más o menos correcta y escasas escenas de acción, pero potentes, completan lo bueno de esta peli.
Lo pasable, que es lo anterior, se entremezcla con el típico desdén del amigo Marshall, director de The Descent y la semi irrisoria Doomsday, que pasa de Málaga a Malagón en pocos segundos y lo que te tiene alucinado en una escena lo estropea a la escena siguiente con fallos de guión grotescos, violencia innecesaria, pésimos diálogos y actuaciones , y parones en la acción que aburren a una tortuga.
Sencillamente hay escenas tan tontas que te cuesta trabajo creerlas, para no perderse las tontas torturas que inflingen los pictos a los romanos, los nombres y procedencia de los legionarios romanos, la estúpida persecución de unos lobos a dos de los protagonistas, el ligue que se echa el Fassbander y su boba historia de amor, alguna de las escenas finales etc.etc.
En fin, fantástico comienzo y pésimo final, por ahí escuchareis cosas de lo modesto del presupuesto, la poca pretensión y cosas así, en las que yo no creo, ya que pienso que teniendo el atrezzo adecuado, un buen escenario, con un paisaje fantástico, y un puñado de actores que no están mal, si al final la peli resulta fallida es por un toque de incompetencia del director, como es el caso, un tanto chapucerete el amigo Marshall, cosa que no es para nada nueva.
Para mi roza el suspenso, pero la pongo un cinquillo sobre todo por las escasas escenas de acción de la peli, las cuales me parecen la bomba, que hacen que a veces la peli sea bastante entretenida.
Un hombre sin palabra no es mejor que un animal. Mi deber es llevar a estos hombres a casa
Sinceramente, con la sensación de haber disfrutado el tiempo, me quedé, al ver finalizar los créditos finales de Centurión, gratamente sorprendido por una película que no solo superó mis expectativas sino que me hizo hacer las paces con una cartelera de capa caída. Viendo un película no solo magníficamente ambientada sino también mostrándonos como podría haber sido la conquista del Norte de Britania en el año 117 D.C por parte del ejército Romano, en este caso, de la 9ª legión.
Pero la película no empezará así, sino con la aparición del romano Quintus Dias (Michael Fassbender) semidesnudo y atado de manos corriendo por un paisaje nevado con una voz en off que se me ha quedado grabada y que dice así: Me llamo Quintus Dias y este no es ni el principio ni el final de mi historia. Así pues, dicha esta frase lapidaria, veremos cuales fueron los antecedentes que han causado que el protagonista haya acabado en tal situación, y por supuesto, el desenlace de unos acontecimientos que no caerán en lo previsible.
Él junto con sus compañeros formaran la 9ª legión, la cual recibirá la orden directa del gobernador Agrícola (Paul Freeman) de acabar con los Pictos, un pueblo guerrillero asentado en tierras británicas y que echara abajo cualquier avance en la invasión romana. El comandante Virilus (Dominic West), será el encargado de dirigir al ejército y también quien salvará a Quintus Dias de ser capturado por los Pictos, quien en forma de agradecimiento se une a la legendaria legión.
Sus actores protagonistas, tanto Michael Fassbender (Hunger, 2008) como Dominic West (The Wire, 2002-2008), no son novatos dentro de este género pseudohistorico de acción ya que los habíamos visto trabajar juntos en 300″, (2006), experiencia que les ha sido útil ya que en Centurión deberán mostrar no solo sus habilidades interpretativas sino también su resistencia física en este film.
El primero, Fassbender, es el principal protagonista encarnando a Quintus Dias, un centurión romano que sobrevive a un salvaje ataque fronterizo romano logrando escapar. El segundo, West, interpretará al General Titus Flavius Virilus, el hombre que lidera a toda la tropa romana, de personalidad déspota aunque sea un hombre de honor. Por último, Olga Kurylenko, quien dará vida a la despiadada cazadora Etain, quien de entre sus habilidades destaca la de ser una hábil rastreadora.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
Había terminado el año en una excelente forma cinéfila gracias a la potable -por fin- selección para la próxima edición de los Oscars y de golpe y porrazo me sobreviene un Bodrio. O en caso de Centurión : un bodrión.
Un bodrión es un poco como una obra maestra, una rara perla (o una rara caca en este caso) que surge muy de tanto en tanto entre cientos y cientos de películas, con ese lustre especial de las cosas únicas. El bodrión no es un bodrio al uso. Ni siquiera es una película de Uwe Boll. El bodrión es un bodrio totalmente inconsciente de su naturaleza de bodrio. Suele tener un reparto más o menos decente, las localizaciones están bien, la dirección no es horrible y se han currado incluso algo de guión. El bodrión es una alineación de los planetas, un suceso que sólo se produce una vez cada mil años. Y Neil Marshall puede lucir con orgullo el título de Creador. ¿Creador de qué? No lo sé, pero mola.
Todo en Centurión es profundamente ridículo: las batallas gores con brazos, piernas e intestinos saltando por ahí, la top model supervillana supermalvada supersalvaje, que les rastreen a través de montañas nevadas y que no sean capaces de encontrarlos cuando los tienen debajo de los pies, las frasazas que me voy a poner de firma en el messenger ( SU CORAZÓN ES UNA VASIJA VACÍA QUE NECESITA LLENAR CON SANGRE ROMANA ) …pero quiero destacar unas secuencias magníficas sin cuya presencia Centurión no habría alcanzado el estatus especial del que goza: llegan los soldados a una cabaña en el bosque -qué poco típico- y se encuentran un bruja, por supuesto joven, guapa y rubia con una cicatriz que ni se la hubiese cosido Balenciaga, es un poco más favorecedora y me corto la cara yo para tenerla igual.
Pasan tres días NADA MÁS en la cabaña. Y al tercer día ¡el prota y la bruja ya se han enamorado forever and ever!.
Llegado a este punto, el espectador que no esté conmovido hasta las lágrimas, no es humano.