Cayo Largo
Sinopsis de la película
Frank McCloud (Humphrey Bogart) es un veterano de guerra que viaja a Cayo Largo, en Florida, para visitar al padre (Lionel Barrymore) y a la viuda (Lauren Bacall) de un compañero muerto en combate. Pero su estancia se complica, ya que en su hotel se aloja también una banda de gángsters que, aprovechando una fuerte tormenta, los toman como rehenes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Key Largo
- Año: 1948
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
7.9
42 valoraciones en total
Si hay algo que me llama la atención de una actriz y sobre todo de una mujer, son sus ojos, esa mirada que proyecta una fuerza descomunal, pasional, enmarcada en un rostro de una belleza que raya entre lo femenino y masculino. Esto por la mezcla de sangre que posee y por cierta fuerza animal que es imposible de contener en un cuerpo esbelto y felino.
Todo esto era Lauren Bacall. Una mega estrella del cine negro.
Su rostro singular, forma parte de la memoria del cinéfilo.
En Cayo Largo Bacall dejo huella con su presencia indispensable entre otros monstruos de la actuación.
Lauren nos demostró que para el amor no hay edades al ser la fiel pareja del llorado héroe de CasaBlanca.
Catalogada por la crítica como obra menor del genial Jonh Huston, esta cinta sin embargo supera en facturación técnica a otras de mayor renombre en su filmografía, gracias entre otras cosas a la sensacional fotografía en blanco y negro del prestigioso fotógrafo alemán Karl Freund, autor de obras tan celebérrimas como Perversidad de Fritz Lang.
Inspirada en la obra epónima para teatro del poeta y novelista norteamericano, Maxwell Anderson,Huston sin embargo, con la colaboración como coguionista de Richard Brooks (posteriormente director de cintas basadas en obras de la literatura universal, tan famosas como A Sangre Fría , La gata sobre el tejado de zinc ó Los hermanos Karamazov entre otros títulos), intentó por todos los medios valiéndose fundamentalmente por sus rápidos movimientos de cámara suprimir su instintivo sello de pieza teatral, a la vez que modificar partes de la obra, como el hecho de que el protagonista en la obra teatral era un exiliado de la guerra civil española, así también como conferir protagonismo al personaje de la viuda…
Toda una odisea el rodaje de esta película, fundamentalmente porque Huston salía de otro rodaje, el de su obra maestra por excelencia, El Tesoro de Sierra Madre , para casi de seguido, y con problemas por el tema del comité de actividades antiamericanas del que también habían sido parte esencial el dueto protagonista formado por la pareja Bogart y Bacall, afrontar este otro proyecto por exigencias de contrato con la multinacional de turno.
Muchos hablan de que quizá por ello, Huston creó una obra menor, dando la sensación de una película hecha con prisas. Lo cierto es que el resultado final es una sorprendente cinta de aventuras y drama en mitad del atlántico, en las islas Key del estado de Florida, y en concreto en Key Largo (Cayo Largo), con unos protagonistas que para nada acusaron el cansancio del momento tan tenso por el que estaban pasando, y donde incluso una de las protagonistas, Claire Trevor que interpreta magistralmente el papel de Gaye Dawn, se llevó el gato al agua en la ceremonia de los Oscars del año 1949, donde además Huston acumuló a título personal dos oscars por su otra película del mismo año El tesoro de Sierra Madre …
R E C O M E N D A B L E.
Huston es un director que me cae bien, no lo metería entre los grandes, pero no estoy de acuerdo con John Ford en lo de que era un estafador. Contaba historias, que es lo que a mí me gusta cuando veo una película, que me cuenten algo, y lo hacía muy bien. No sé si Ford vivió para ver películas como Fat City o El hombre que pudo reinar , pero si esas le parecieron estafas, no sé yo si fiarme de su criterio cinematográfico, lo que no tiene nada que ver con amar su cine que era inmenso. El de Huston no creo que esté a la altura pero desde luego nos dejó un puñado de películas para el recuerdo. Aunque en ese saco yo no metería a Cayo Largo .
Cayo Largo adopta una estructura teatral para contar el relato, lo cual me gusta tanto como me disgusta. La sensación de claustrofobia es palpable, inmejorable cualidad para añadir tensión al relato, la angustia y el agobio se transmiten muy bien y me ayuda a meterme en la historia. Ahora bien, confiar a los intérpretes casi todo el peso del relato ya es otra cosa.
Por suerte esos actores son la hostia, el siempre grande Bogart, que no sé si sería un gran actor pero desde luego llena la pantalla, me gusta verle y oírle. Y otro tanto de lo mismo para el inmenso (figuradamente hablando) Edward G. Robinson, nadie tan pequeño me dio tanto miedo, sólo gente como James Cagney o Joe Pesci son comparables. El resto están espléndidos, salvo una Lauren Bacall que yo diría que está algo de florero, y su papel es un poco convencional. Sin embargo, no logran evitar el tedio que supone estar una hora escuchándoles hablar y moverse en una estancia sin que pase mucha cosa.
El tercio final en el barco, sin embargo, es inmejorable, donde la tensión se guarda magistralmente para acabar en un final demasiado enfático y poco creíble. Recomendable de todos modos, sin que sea excepcional es un trabajo muy interesante y es mucho más entretenida que aburrida.
Quinto largometraje de John Huston (1906-87) y último que realiza par la Warner. El guión, de Richard Brooks y John Huston, se basa libremente en la obra teatral Key Largo (1939), de Maxwell Anderson (1888-1959) y en un capítulo de la novela To Have and Have Not (1937), de Ernest Hemingway (1899-1961). Salvo unas pocas tomas panorámicas, se rueda íntegramente en los platós de Warner Studios (Burbank, CA). Claire Trevor, la simpática Dallas de La diligencia (Ford, 1939), gana el Oscar a la mejor actriz de reparto por el papel de Gaye Dawn. Producido por Jerry Wald para la Warner, se estrena el 16-VII-1948 (NYC).
La acción dramática tiene lugar en el islote Cayo Largo, el mayor del archipiélago coralífero, de más de 1.700 islotes, llamado Cayos de Florida (Florida Keys). El ex mayor Frank McCloud (Bogart), licenciado del ejército tras la finalización de la IIGM y sin familia, llega a Cayo Largo con el propósito de visitar al padre, James Temple (Barrymore), y a la viuda, Nora (Bacall), de George Temple, uno de sus compañeros de armas, amigo y subordinado en la campaña de Italia, muerto en combate durante la durísima batalla de Montecasino (17/I a 19/V de 1944). El padre es propietario del Hotel Largo, que Frank encuentra tomado y secuestrado por una pandilla de gángsters liderada por Johnny Rocco (Robinson), famoso por sus tropelías durante los años de la Prohibición. Frank es un hombre generoso e idealista, pero cansado, decepcionado, desilusionado, solitario y sin ganas de luchar. James, postrado en silla de ruedas a causa de una artritis severa (enfermedad de Luis XVIII), como la que afectaba entonces a Lionel Barrymore, es combativo y temerario. Johnny, un gángster anticuado que se propone por oscuros motivos huir a Cuba con sus esbirros, es cruel, hipócrita, miedoso y cobarde.
El film suma cine negro, drama, thriller, crimen, suspense, enfermedad y mafia. La narración es tensa y en ella tienen gran importancia los diálogos y la expresión corporal. Una parte importante del relato se explica mediante gestos, posturas, miradas, reflejos del rostro y similares. En condiciones de manifiesta desigualdad, se enfrentan James Temple, Nora y Frank McCloud con el grupo de gángsters, desconsiderados, agresivos, cínicos y sanguinarios. Mientras la actitud de James Temple es valiente, franca y temeraria y la de Nora es clara y terminante, la de Frank evoluciona con lentitud desde posturas pasivas y de silencio consentido a otras más activas. El enfrentamiento va subiendo de tono en un crescendo que Huston administra con habilidad. De las burlas, las palabras injuriosas y las actitudes humillantes, el relato deriva hacia hechos físicos (bofetadas, arañazos, empujones…) y hacia hechos más graves que llevan el ambiente a una situación extrema.
Muy mal deben andar las cosas para que una película de John Huston en la que intervienen Humphrey Bogart, Edward G. Robinson, Lauren Bacall, Claire Trevor y Lionel Barrymore pueda considerarse una obra menor. No es el caso de Cayo Largo, más bien al contrario. Estamos ante una película excelente del mejor y más genuino cine negro americano, con uno de los gangsters más típicos del cine USA junto a Cagney, Edward G. Robinson, una de las vamps más seductoras, Lauren Bacall y el Bogart más de vuelta de todo, de todos los Bogarts conocidos.
La elección es difícil pero me quedo con Claire Trevor en su papel inconmensurable de esposa de mafioso, alcohólica hasta las cejas y con la vida destrozada sin remisión. Su escena cantando por un trago de whisky es de un patetismo absolutamente doloroso. El Oscar conseguido significa el mínimo reconocimiento a su excepcional trabajo. Si el resto de actores está francamente bien, Claire está suprema.
Esta mezcla de claustrofobia, tensiones, pistolas y sexo, tiene tanta fuerza explosiva que nuestra retina queda inevitablemente impactada por imágenes como la del enfrentamiento sin palabras Bacall-Robinson, escenas como la del baño puro en boca ó el propio afeitado del mafioso, por no hablar de un inválido Barrymore literalmente caminando por la fuerza impelente de la ira. Película de pasiones, sentimientos y verdades donde las haya: Ira, Miedo, Egoísmo, Desencanto… y esa química especial que siempre surge de la unión de la pareja por excelencia del cine de siempre.
Como colofón, esa ventana que se abre tras la tormenta dejando pasar unos rayos de sol absolutamente purificadores. Y el retorno, la esperanza y la vida….