Cartas desde Iwo Jima
Sinopsis de la película
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Rodada íntegramente en japonés, la película ofrece la versión nipona de la batalla de Iwo Jima, el episodio más cruento de la guerra del Pacífico, en el que murieron más de 20.000 japoneses y 7.000 estadounidenses. El objetivo de la batalla para los japoneses era conservar un islote insignificante, pero de gran valor estratégico, pues desde allí defendían la integridad de su territorio. El mismo año, Eastwood dirigió también Banderas de nuestros padres, que narra la misma batalla desde el punto de vista norteamericano. La versión japonesa muestra cómo el general Tadamichi Kuribayashi (Ken Watanabe) organizó la resistencia a través de un sistema de túneles.
Detalles de la película
- Titulo Original: Letters From Iwo Jima
- Año: 2006
- Duración: 141
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Opinión de la crítica
7.4
52 valoraciones en total
Letters from Iwo Jima pertenece a una estirpe de películas en peligro de extinción. Es tan intensa, tan terrible, tan abrasadora en sus emociones, que te deja con el estomago del tamaño de un chicle, con la sensación de que te han arrancado algo desde muy adentro. Es una película sencilla y humilde en su concepción, pero es desde esa humildad donde la película se crece, regalándonos escenas absolutamente prodigiosas.
Es impresionante la capacidad de Eastwood para interpretar el papel de los perdedores, aquellos que siguen luchando aún sabedores de su trágico final, metiéndonos en su piel, compartiendo su sufrimiento. Eastwood te somete a un impresionante torrente de emociones en estado puro, moviendo la cámara entre luces y sombras, guiados por la sobria e implacable interpretación de Ken Watanabe, y acompañados por una maravillosa banda sonora, triste y bella a partes iguales. Todo esto, que ya lo hizo en sus obras maestras anteriores (Unforgiven, Mystic River, Million dollar baby) resulta ahora aún más trágico, más desolador, aún más emocionante.
NINGUNA película me había hecho sentir tan inmensamente pequeño ante la grandeza de los sentimientos, las emociones y la épica que subyace bajo todos y cada uno de los personajes de Letters from Iwo Jima . Con ninguna película bélica anterior había odiado tanto la guerra como con esta, porque es que te mete en el mismo campo de batalla, te abrasa con el calor y la arena de Iwo Jima, te golpea con la dureza y el realismo de su violencia, y te auxilia a última hora con una belleza poética, con un lirismo fordiano, con un humanismo digno de Kurosawa.
Una increíble e inmensa radiografía de todos los códigos éticos y morales que mueven a las personas en una guerra, un ejemplar estudio de nuestra propia condición humana, detestable y noble a la vez. Una apoteosis continua de sentimientos y emociones. Una película en la que tienes la constante sensación de que todas las escenas tienen algo importante que contarte. La experiencia cinematográfica más estimulante, sobrecogedora, humana y estremecedora de la última década, coronada por un final esplendoroso, de embriagadora tristeza y desolación.
Letters from Iwo Jima es, para el que aquí les escribe, la obra maestra definitiva de Clint Eastwood. Una obra tan ajustada a derecho y forma, tan grande, única e inolvidable que incluso mejora a su predecesora, coloca a Eastwood en el altar de los más grandes, y por si no fuera suficiente, sitúa a este tremendo díptico sobre la batalla de Iwo Jima en las cotas más altas de la cinematografía de todos los tiempos, y junto a Senderos de gloria de Kubrick, como el mayor y más bello alegato antibelicista de la historia del cine.
Una obra de arte que resuena en la mente y el corazón días después de su visionado, como un duro y emotivo testimonio de la inutilidad y crueldad de todas las guerras.
Chapeau, Mr. Eastwood, y de nuevo, una vez más, GRACIAS
» Algunos fragmentos de críticas positivas sobre Cartas desde Iwo Jima:
Es sin precedentes, una elegía dolorosa y ferozmente hermosa que puede permanecer junto a las mayores películas antibélicas.
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La dirección de Eastwood está aquí en una especie de belleza, mezclando la ferocidad de las películas clásicas de Akira Kurosawa con la delicadeza y la mirada fija de Yasujiro Ozu.
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‘Cartas desde Iwo Jima’ no es solamente la película que Eastwood quiso hacer, sino que es la que realmente el productor Steven Spielberg había tratado de hacer dos veces: ‘El imperio del sol’ y ‘Salvar al soldado Ryan’.
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Una de las más grandes películas bélicas o antibélicas de todos los tiempos.
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» Otros datos:
La película encabeza los paneles de la crítica española en su estreno.
Distribución en España: 68 copias.
Espectadores en su primera semana: 46.980.
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» Algunos fragmentos de críticas positivas sobre El motorista fantasma:
[ … ]
» Otros datos:
La película cierra los paneles de la crítica española en su estreno.
Distribución en España: 415 copias.
Espectadores en su primera semana: 421.228.
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Se dice que no hay que fiarse nunca de los críticos. Aunque lo peor es que existe parte de razón: Cartas desde Iwo Jima NO es una obra maestra, simplemente una estupenda película y de lo mejor que se ha realizado en el 2006.
La crítica se dedica a lanzar estrellitas cual ninjas, como diría Gilbert, y convierten una buena película en algo más. En algo mayor al instante en un ejercicio de seducción y persuasión a las masas.
Como la crítica es algo subjetivo allá ellos. Allá ellos cuando se equivocan, cuando han condenado u olvidado películas en el pasado para después reivindicarlas y adorarlas.
A Shyamalan le han endosado el Razzie al peor director y actor de reparto por La joven del agua. En Europa ha tenido buenas críticas y pese a no gustarme el filme, la dirección de Shyamalan me parece muy notable. El tiempo pondrá a la película en su sitio si es que lo merece.
Eastwood, pese a sus 76 años, sigue empeñado y confiado en demostrar al mundo que se encuentra en plena madurez profesional, lo cual lo pone de manifiesto nada más ver los primeros fotogramas de ésta su última película hasta el momento: Letters from Iwo Jima , fotogramas que te dicen que estás ante algo grande, algo que no se ve muy a menudo, algo que se te mete por dentro, te atrapa, y se te queda para siempre en el fondo de tu alma, en este caso Mí alma de cinéfilo y que permanecerá allí para siempre, al lado de un buen puñado de películas, muchas de ellas distintas, pero todas ellas con un nexo común como es el no dejarme indiferente y saber colocarlas en lo que, para mí, supone la excelencia cinematográfica.
La presentación del personaje que interpreta de manera absolutamente inmejorable el fantástico Ken watanabe: El Teniente General Tadamichi Kuribayashi pasará a la Historia del Cine por culpa de la conjunción de una serie de factores, todos ellos en estado de gracia como son: El manejo de la cámara, la espléndida música, compuesta por el propio Eastwood para la película, sumado a la asombrosa fotografía de Tom Stern y terminando por la demoledora capacidad expresiva de Watanabe, el cual imprime a su personaje un carisma muy pocas veces visto en el cine que hace que profesemos por él durante toda la película una mezcla entre cariño y respeto y nos convirtamos gustosamente en uno más de sus subordinados.
No voy a desvelar absolutamente ninguna de las dudas con las que, inteligentemente Eastwood nos dejó al final de la versión americana de éste ya mítico díptico sobre la Batalla de Iwo Jima, pero tan sólo decir que se solventan de manera completamente sobria, prefiriendo, obviamente que sea el espectador quien, personalmente vea, opine y juzgue sobre lo anteriormente citado.
¿Es mejor o peor que Banderas? Realmente sólo se dos cosas: Vistas las dos películas, sí me encontrase en el campo de batalla, me pondría a las órdenes de Kuribayashi por una sencilla cuestión: El Honor, y, para finalizar, he de decir que la versión japonesa me ha llegado más adentro, me ha emocionado de mayor manera, todo ello, sin quitarle un ápice de mérito a la versión americana.
Junto con: Bird , Sin Perdón , Mystic River y Million Dollar Baby , el señor Eastwood nos regala su quinta obra maestra, convertida en un clásico incluso antes de estrenarse.
Gracias Clint, tipos como usted tienen la culpa de que ame el cine de la manera en que lo hago, y, en los tiempos que corremos actualmente, echo profundamente de menos más culpables de su categoría.
Desde mi punto de vista Clint Eastwood realiza con Cartas desde Iwo Jima un soberbio trabajo cinematográfico donde mezcla poesía con realismo cruento. El cuidado trabajo de cámara, con planos ágiles que desbordan la inusitada expectación del espectador se combina con la delicada puesta en escena y a la vez un magistral reparto encabezado por un Watanabe en estado de gracia que recrea el sentimiento poético de Kuribayashi, recordado por el pueblo nipón como un auténtico héroe y poeta.
Eastwood cuenta la historia de manera fresca y desde el lado japonés, lo que hace el film mucho más interesante y atractivo para el espectador cansado de concebir visualmente el pasteleo melodramático y sobrante generado en otras películas del género.
Cartas desde Iwo Jima es un acierto del señor Clint, del maestro Clint. A lo que añado que ya era hora de dejar a un lado los westerns, urbanos o no.
Cartas desde Iwo Jima …Maravillosa.
A estas alturas de la vida, Cint Eastwood todavía consigue emocionarnos con los tópicos más manoseados de la historia (de la historia del cine, de la literatura, de la humanidad…) Porque ya sabemos todos que la guerra es terrible y que vista desde una perspectiva general, pase, pero cuando se convierte en hombre contra hombre, que es lo que realmente se cuenta aquí, todos somos iguales. O casi todos. La carta de una madre a su hijo nunca tuvo un sentido más universal, tampoco han estado nunca tan vivas y presentes las personas que miran a los que van a morir desde una fotografía arrugada y convencional, pocas veces somos tan conscientes en el cine de la delgada línea que separa la vida de la muerte en circunstancias como las que nos presentan.
Con todo esto aún hay tiempo para presentarnos la mentalidad arcaica de un ejército japonés mermado, dividido y destinado a la destrucción, como adivinamos por lo que sabemos y por los cinco primeros minutos de la cinta (nadie en su sano juicio da un duro por esos muchachos cavando trincheras inútiles en una playa inmensa).
Sabiendo, como sabemos todos, el final del asunto, el director se recrea mostrándonos las vidas particulares de unos personajes formidablemente construidos, íntegros. Excluyo quizá a los capitanes del género testarudo, planos y absurdos en sí mismos.
El tono grisáceo-verdoso de las imágenes (rocas, mar, acero, cadáveres) deja una honda impresión de tristeza en la retina y la música (inusualmente acertada) contribuye a ello.
No creo que podamos clasificarla como una película de guerra, sin más. Con la sensibilidad de un maestro, Clint Eastwood se ha planteado aquí algunos de los aspectos más profundos del alma humana (de cualquier alma humana): miedo, valor, soledad, incertidumbre.