Blood C: La última oscuridad
Sinopsis de la película
Como cada noche, Mana coge el metro. Pero en esta ocasión hay algo distinto, un ambiente cargado de tensión. De pronto, uno de los pasajeros se transforma en un monstruo sanguinario, desatando el pánico en el vagón. Pero hay alguien que permanece impertérrito, una joven que saca una enorme espada y se enfrenta a la criatura…
Detalles de la película
- Titulo Original: Gekijôban Buraddo Shî - Za Rasuto Dâku (Blood-C: The Last Dark)
- Año: 2012
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
4.7
69 valoraciones en total
Blood-C: The Last Dark es la película que cierra la serie de anime Blood-C. Al ser una película destinada a finalizar el argumento de una serie, es imposible entenderla sin haber visto antes la serie (antes de juzgarla hay que informarse bien de qué vemos). No se puede criticar o juzgar esta película sin concebirla como parte de un todo que es la serie y la película porque de lo contrario no se entendería nada.
Buena banda sonora, apabullantes efectos especiales y buenísima animación. La película eleva el listón bajo de la serie por todo lo alto con un argumento interesante que nos descubre los secretos de la organización de Fumito Nanahara de la serie y resuelve algunas incógnitas relacionadas con la relación que exisitó entre este y Saya en el pasado.
El final es revelador y pone la piel de gallina a alguien fan de la saga de Blood. Seguramente volveremos a ver a Saya en acción pero, hasta la fecha, creo que el universo CLAMP (reinas del manga) fundido con Blood ha dado a lugar a una peculiar mezcla que no pasará desapercibida. La belleza de sus personajes, junto con la crudeza del universo Blood dan lugar a la Saya más variopinta de los últimos años.
Blood-C: The Last Dark funciona como el perfecto manual del mal anime. Ése que encima consigue que la gente que lo sufra no se siga interesando por este tipo de producciones, cuando no tiene nada que ver (por suerte) con otras cosas que merecerían mayor atención. Por ejemplo, las obras de Studio Ghibli, la filmografía de Satoshi Kon o sin salir del género (acción con elementos sobrenaturales) clásicos modernos como Ninja Scroll . Los problemas de esta película se cuentan por decenas:
– Indefinición: no tiene fuerza como película independiente porque no termina de saberse si es una secuela (de la serie o manga), una precuela (ídem) o un spin-off. Los personajes están tan mal escritos que el único consuelo posible es pensar que quizá se han desarrollado durante horas en un material previo porque de otra forma sería sumamente triste. Algunos están de fondo, simplemente para que existan más nombres a los que acudir, otros tienen unas motivaciones anómalas, y la protagonista tiene la clásica evolución mierdosa de pasar de ser cortante, seria y misteriosa, a ir abriéndose y ablandándose a medida que se le acercan otros personajes. Puro desastre.
– Narración: caótica. Lo que pasa en pantalla es totalmente aleatorio, no hay una sucesión de escenas que lleguen a una conclusión lógica (ni ilógica, sencillamente pasan cosas) y se empeña en no ser interesante con todo el rato. Aburridísima y dispersa, con personajes sin interés y todos los tópicos posibles, con eternos primeros planos de ojos encharcados en lágrimas y gilipolleces similares que ya cansan. Hay un personaje concreto que empieza siendo un lameculos y luego resulta ser la llave para arreglarlo todo. Seguro que nunca lo habéis visto, ¿verdad?
– Estilo: nulo. La película tiene una dirección pobrísima. Si dejamos de lado las decisiones que se toman para enfatizar el drama (como el uso de sos primeros planos) nos quedaremos con acción simplísima (escena inicial al margen, bien resuelta) que no consigue transmitir emoción. Al final Blood-C: The Last Dark es una OVA mala lanzada en cine y con calidad de imagen triple A, básicamente porque detrás está Production I.G. y como poco son cumplidores. Ahora bien, como película es insufrible, se hace larguísima y la única sensación posible es la de haber perdido el tiempo. Un bodrio absoluto.
Este film es la continuación de la serie (Blood-C – Año: 2011) y para aquellos que no la hayan visto puede ser que algunos elementos de la misma no tengan sentido o la profundidad argumental y sentimental de los personajes principales, pero se pude ver como film independiente, aunque su calidad siempre será inferior.
El film no tiene nada del otro mundo, una nueva historia, sencilla, lineal, simple, con acción y sangre, mucha sangre, pero aparte de ello, no aporta nada nuevo al género ni a la historia de la protagonista, Saya, pero seguramente los fans de la protagonista agradecen verla en la pantalla, aunque su aspecto es muy diferente de sus principios, 2001 y del 2005. Un aspecto mucho más juvenil pero menos atractivo, carente de la fuerza y la oscuridad de sus comienzos, donde el dibujo era más sombrío, algo que en este film carece.
Como anécdota comentar la aparición de dos personajes interesantes del mundo Clamp, uno es Watanuki de Xxxholic, como sucesor de la tienda y el otro el de siempre, un icono, la Mokona, aparece un par de veces a modo interactivo, pero no como personaje.
En fin, es más para los fans, que para los agnósticos, con un final cerrado, aunque seguramente veremos a esta chiquita nuevamente en acción en un futuro.