Batman Vs. Dos Caras
Sinopsis de la película
En la Penitenciaría de Gotham, en presencia de Batman, Robin y el Fiscal de Distrito Harvey Dent, el Dr. Hugo Strange y su asistente, Dr. Harleen Quinzel, realizan un experimento en cinco presos, Joker, Penguin, Riddler, Egghead y Mr. Freeze en un intento de eliminar su mal con una máquina llamada Evil Extractor. El experimento funciona mal y Harvey se expone a un gas marcándole el lado izquierdo de su cara y que hace que éste se convierta en Dos Caras.
Detalles de la película
- Titulo Original: Batman vs. Two-Face
- Año: 2017
- Duración: 72
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Opinión de la crítica
Película
5.2
79 valoraciones en total
Cuando se planteó utilizar a Harvey Dent en la serie tan camp de Batman en aquella época, los guionistas tomaron la acertada decisión de no hacerlo. Aunque tenía un lugar de privilegio en el panteón de Gotham, resultaba un antagonista demasiado oscuro y atormentado para un proyecto muy suavizado, surrealista y con un Dúo Dinámico tan adorable como surrealista.
La curiosidad queda saciada con este film de animación dirigido por Rick Morales. Lo mejor que se puede decir, igual que en el anterior proyecto, es que viene desde la más profunda admiración desde el homenaje y el cariño. Incluso las burlas. Cuando algo se hace con esas buenas intenciones, resulta imposible que salga mal o de una forma incorrecta.
Una trama delirante permite reunir a nombres muy queridos y vitales para la franquicia (por ejemplo, Julie Newmar como Catwoman), aunque sí hay una estrella de la función es este testamento que deja Adam West, quien recibe justo tributo en los títulos de crédito.
El Caballero Oscuro más blanco deja aquí la que quizás sea su última incursión con la célebre creación de Bob Kane y Bill Finger. Batman versus Dos Caras nos deja un repaso a la galería de villanos de aquel show tan singular y ritmo ye-ye.
Un paraíso para los fans.
Es el Batman de Adam West. Con esto lo digo todo. Una película animada tan disfrutable como realmente divertida. Se permite incluso una historia un tanto astuta con respecto al juego ambivalente de Harvey Dent/Dos Caras. Merece ser vista y disfrutada como lo que es. El Batman de Nolan puede ser dios, pero no me hubiese importado vivir mi infancia con este Batman de West.
Mientras ves esta película, es imposible abstraerse del hecho de que Adam West ya no está entre nosotros.
Como un absurdo de justicia poética, siguió honrando su papel más famoso hasta sus últimos momentos, tan imposible era separarlos a ambos.
Adam West fue Batman y Batman fue Adam West, dos caras de una misma moneda que siempre nos cayó en el lado más favorable.
Por eso, nada más adecuado que su nueva y última aventura sea Batman vs Dos Caras, ese capítulo perdido que nunca vimos, adaptando a un villano que en sus matices morales poco se prestaba a la exageración o la parodia habituales de la serie.
Porque esta historia va de dobles, de pulsiones ocultas bajo una fachada de bondad, o de las distintas sensibilidades que conviven bajo una misma persona.
Harvey Dent, el intachable fiscal de distrito y fiel amigo de Bruce Wayne, queda marcado por la maldad recombinada de diversos villanos nada más empezar, dando rienda suelta a un habitante de su fracturada mente que hasta ahora no se había asomado y plantando una semilla de vileza en un hombre que decide lo que será al tirar una moneda al aire.
Toda una provocación frente a todos esos bienes o males absolutos que son los demás, cuyas acciones sólo admiten una sola vía de moralidad.
Pero la verdad es que en todo Gotham, héroes y villanos, existen dobles personalidades, tapadas incluso con menos éxito que Harvey si cabe, porque son conscientes de ellas o se sorprenden a veces con su atractivo: ahí quedan el Rey Tut, amable profesor que ha aprendido a tolerar los accesos que le causa un megalómano faraón, o la abogada Lucilee Diamond, visiblemente cautivada por las perversas curvas que el traje de Catwoman deja en su rígido carácter.
Por supuesto, dos estandartes de la doble personalidad deberían ser el Cruzado de la Capa y el Chico Maravilla, pero realmente tampoco, siempre han sido dos personas decididas e ingeniosas con disfraz o sin él, que no admiten dobles lecturas o dramas de identidad secreta, y precisamente Gotham les necesita porque son así, como admiten el Comisario Gordon y su ayudante, más autoconscientes que nunca en su función como comparsas del murciélago.
Pero la caída en desgracia de Harvey precipita la poca objetividad de Bruce y la envidia de Dick, quizá por primera vez aportando un matiz de duda a su perfecto historial como justicieros.
Ahora por fin se comprende por qué Dos Caras nunca tuvo su aparición sesentera: demasiados detalles a contemplar, demasiado difícil de asimilar el concepto de una persona que condena los actos de su alter-ego pero a la vez los necesita como liberación, para un mundo de blancos o negros que sólo la traviesa ambigüedad de Catwoman se atrevía transitar.
Pero los tiempos cambian, Batman y Robin nunca los han negado, y por eso esta película se permite contemplar esos conceptos duales, de paso admitiendo que es esa conjunción extraña de humor, habilidad lingüística y onomatopeyas lo que da su encanto a esta versión (a su manera, otra tanda de diferentes sensibilidades que conviven en un mismo cuerpo).
Por eso también el Dúo Dinámico toma inspiración en su imaginario popular: el famoso bofetón a Robin y la postura frente al relámpago de su serie noventera se recrean, tal vez como prueba de que esto sigue admitiendo referencias en su mezcla, junto a todas las que queden por venir.
Con una extraordinaria interpretación vocal de William Shatner mediante, y sin desmerecer a un espléndidamente jovial Burt Ward y una sensual Julie Newmar, Dos Caras llega para contarnos que todos tenemos otra persona dentro, y cuanto antes aceptemos que sus gustos y vicios nos complementan, antes seremos capaces de disfrutar sin reparos de toda la maravilla retro que este Caballero Oscuro nos ha vuelto a brindar, aunque vayan a haber versiones más oscuras, más tormentosas o menos inocentes en el audiovisual.
Lo único, el detalle más pequeño, la tristeza más grande, es que esto es un final.
Le dice Batman a Robin: no querría tener a otra persona a mi lado en esta interminable lucha contra el crimen .
Y te podría decir, querido Adam West, que yo tampoco, por muchos que vayan a venir tras de usted.
Sí, así se me ha quedado la cara, como si me hubiesen dado con un canto en los dientes. Llevo vistas unas cuantas cintas de animación sobre superhéroes y la sensación general ha sido muy grata (con excepciones como WONDER WOMAN), al menos en las realizadas ya dentro del nuevo milenio. Y entonces voy y me encuentro con esto… No hay por donde coger este producto. Entiendo lo del homenaje al batman de los 60 (aunque no me congratula) pero tampoco había que pasarse. Que copiasen el look y los personajes de aquellos tiempos pero, ¿era necesario copiar también ese tipo de historias simples y ramplonas?, ¿los diálogos sumamente infantiles e idiotas?, ¿los detalles increíbles que tratan al espectador de imbécil (de pronto le salen cohetes de las botas y salen volando, pfff)?, ¿los clichés y tópicos predecibles de aquella época?, ¿los comentarios de los personajes sumamente torpes y ridículos? ¿una coreografía de peleas mas simple que el mecanismo de un chupete?… podría seguir pero me voy a hacer muy pesado. En fin, una película de animación totalmente desfasada, con un argumento retorcido y tonto desde su mismísima concepción, unos diálogos sumamente pueriles, un diseño tosco y la animación correcta y poco más. Tengo la curiosidad de si se intentó dibujar literalmente una de las cintas del personaje de aquella época… Total, un completo desastre, TONTA Y ABURRIDA COMO POCAS.