Arthur Christmas: Operación Regalo
Sinopsis de la película
Santa Claus cree que su reinado está llegando a su fin y que se acerca ya la hora de jubilarse. Confía en que su hijo Steven, que es muy eficiente y responsable, aunque no muy alegre, esté preparado para tomar el relevo inmediatamente. Sin embargo, esa Navidad surge un problema: uno de los 600 millones de niños a los que había que visitar se queda sin su regalo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Arthur Christmas
- Año: 2011
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6.5
32 valoraciones en total
Muy buena, sinceramente.
De los padres de Wallace&Gromit y Evasión en la granja, Arthur Christmas es una estupenda película de Acción-Navideña-Comedia delirante, que, englobando todas las características de las películas navideñas clásicas, consigue darles sabiamente la vuelta, mantener ese hilarante sentido gamberro tan característico de Aarman y Nick Park y presentarnos un servicio de reparto de regalos de Santa del siglo XXI que es muy difícil que no arranque una franca carcajada.
Tenemos cuatro versiones de Papa Noel peleándose por llevar a cabo su misión en Nochebuena por causa de un solo regalo olvidado y mantener el espíritu de la Navidad desde muy diferentes puntos de vista, un ejercito de duendecillos entrenados como los Seal americanos y un guión descacharrante que no derrapa en ningún momento, haciendo que A.C.Operación Regalo sea un filme ágil, distinto y ante todo, muy, muy divertido.
No se pierdan el elfo anciano y el jubilado abuelo Noel. Sin duda, de lo mejor en mucho tiempo.
Aardman Animations presenta Arthur Christmas (8/10), que no es Wallace & Gromit, Chicken Run: Evasión en la Granja, ni ninguna proeza en stop-motion a las que nos tiene acostumbrados estos estudios, pero consigue asombrarnos desde el inicio hasta el final. Animación despreocupada y fresca, que no te dejará helado, más bien te cambiará la expresión facial con tendencia a la sorpresa risueña.
Reconozco que fui a ver Operación regalo porque era la única película de la cartelera que aún no había visto, la dejé para lo último deseando que la quitaran de los cines antes de no tener otra opción. ¿Por qué? porque nunca he esperado mucho de las historias navideñas, que generalmente tratan de envolvernos con sus cuentos de fantasía y sus enseñanzas morales reforzadas y repetitivas. Pero vaya sorpresa que me he llevado y es que quién no puede enamorase de Arthur, del abuelo santa y de una cantidad de personajes maravillosos que hacen posible una historia tan inocente, infantil y divertida? Yo no me resistí.
La historia va de un Santa Claus que acude a unos métodos muy modernos para alcanzar la flamante tarea de entregar regalos a todos los niños del mundo en la noche de navidad, pero a pesar de los esfuerzos se les ha olvidado una niña, hecho que se convierte en el punto de partida para una gran aventura emprendida por el hijo cobarde y bueno de Papá Noel, su abuelo, su reno y una elfina bastante particular encargada de envolver los regalos. Desde el principio hasta el final la historia logra envolverte en su magia y su ternura, y logra que al salir de la sala de cine aún conserves esa tonta sonrisa en la cara que te hace sentir un niño de nuevo.
El final es predecible, pero qué más da? no se puede reprochar un final cuando toda la cinta logra alegrarte tanto. Quizás no estoy siendo objetiva y no me importa serlo, si un film consigue llegar al corazón de sus espectadores lo demás es añadidura y eso hace Operación regalo, te mantiene pegado a la pantalla, siendo tu única desconcentración los niños de la sala que estallan en sus carcajadas y aplausos.
Se trata de una película infantil que resulta apta para todas las edades, solo si estás mentalmente preparado a pasar un buen rato y a reirte de lo lindo.
El militarismo, el sistema frío inquebrantable que rige nuestras normas y vidas y la mecanización global de un mundo cambiante, sin apenas sentimientos, frente a la inocencia perroflautil de las nuevas juventudes idealistas es el resumen de Arthur Christmas: Operación Regalo. Cuando todo está automatizado precisamente la magia que podría albergar se pierde pasado el tiempo. No sé si la película preténdele leerse a sí misma y releer esa magia de la antigua animación. Pero también parte de lo que quiere comunicar se ha evaporado al confirmar, después de Ratónpolis, que Aardman se pasa al 3D en formato largo… aunque ¡Piratas! puede proponer un nuevo orden y coherencia.
Si los niños se convierten en números, objetivos y porcentajes, si Santa Claus & CIA se convierten en una empresa con departamentos totalmente corporativizada… si, en definitiva, ya nada importa… ¿qué sentido tiene emocionarse por la Navidad? «Todas las preguntas tendrán respuestas», se nos anuncia y la nueva producción de Aardman pretende dar ‘coherencia y credibilidad’ al misticismo mediante la tecnología. Renovarse o morir, despedir lo viejo y dar bienvenida a lo nuevo… son los síntomas que acompañan tanto al cine de animación como al presente de nuestras vidas. Las Navidades ya no son lo que era ni lo que fueron, si es que llegaron a ser algo alguna vez. Ni tampoco el perfeccionista y tridimensional cine de animación. Se necesita ese 0,000000015148% de error para que volvamos a creer, para que lo imperfecto se haga perfecto. Para que esos números y variables se hagan seres de carne, dibujo, plastelina y hueso.
Es cierto que si uno se pone quisquilloso le sacará pegas a Arthur Christmas: Operación Regalo y la tildará de película misógina, anclada en el siglo re-pasado y con explotación chino-élifca-medieval… No habrá una Santa Claus mujer, salvo abolición de la Ley Sálica en el Polo Norte. Frases que ubican a la mujer como seres ignorantes condenados a servir al macho dominante puede levantar ciertas ofensas. Aunque, ¿qué puede salir de la boca de una persona que tiene más de 130 años sino palabras retrógradas? La apología del poder militar operacional establece una de las mayores amenazas ocultas del planeta. Los elfos, si cambiaran los juguetes por misiles y con semejante tecnología, podrían dominar el mundo en menos de un par de milisegundos. Pero el filme de Sarah Smith y Barry Cook se ubica dentro de los filmes animados navideños de buenos sentimientos pero con notable melancolía por el tiempo perdido y pasado. Ya nada es lo que era pero las vicisitudes familiares de Santa Claus son carne de sitcom o de culebrón venezolano. Está claro que como un anuncio de juguetes todo puede resultar aparentemente artificial y con ánimo de lucro. Pero la verdadera felicidad está en proporcionarla a otros, aunque sea una vez al año. No hay que fijarse en el envoltorio sino en el regalo, porque Arthur Christmas lo es y uno de los más dignos animados de la cosecha del 2011.
Tras el tropiezo de Pixar con Cars 2 este año, resuenan como favoritas para los Oscars Rango, Las aventuras de Tintín y Arthur Christmas. Y cualquiera de las tres podría ser una buena apuesta. En el caso de la británica, una inesperada sorpresa, tiene varios puntos que la hacen merecedora de tanta alabanza.
A priori, contrar con una historia navideña sobre Santa Claus a estas alturas suena a muy visto. Y ahí empieza ya Arthur Christmas (Arturito Navidades para los amigos) a destacar.
Hace una jugosa mezcla de lo clásico que siempre funciona con un toque irreverente y cierta modernización del tópico para aportar una nueva visión de lo ya visto. Tradición contra modernización, lo ideal es la mezcla de ambas, avanzar sin perder de vista lo andado, y eso mismo hace la película.
Sabedora de que tiene la etiqueta para todos los públicos cuenta la historia con moralina para el peque, con chascarrillos para que los adultos puedan verla y disfrutarla igual o más si cabe.
A pesar de carecer de un antagonista que marque la acción del filme, el ritmo y la emoción nunca decae, y pese al previsible desenlace, uno no puede evitar el gozo y la ilusión cuando termina todo.
Y es que, como se dice en la película, no importa el medio empleado (2D / 3D, animación tradicional / ordenador) siempre que el final sea el mismo: la ilusión. La de Arthur por entregar el regalo olvidado, la del equipo de Aardman por terminar una gran película y la de un servidor por disfrutar como un niño una vez más en el cine.