Androcles y el león
Sinopsis de la película
Androcles es un cristiano que sigue las enseñanzas de la religión incluso con el trato hacia los animales. Viendo a un león con dolor, le elimina una gran espina de la pata, esto hace que se hagan amigos. Tiempo después, Androcles y otros cristianos son detenidos y condenados a morir en la arena comidos por los leones. Era demasiado esperar que uno de los leones pudiera tener una pata que había sanado recientemente y ¿podría recordar quien le ayudó a sanarla?
Detalles de la película
- Titulo Original: Androcles and the Lion
- Año: 1952
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
5.4
86 valoraciones en total
Androcles and the Lion (Androcles y el León) es uno más de aquellos panfletos cristianos cinematográficos que a rebufo de la épica de Cecil B. de Mille surgieron en la ferviente patria norteamericana. El filme lo dirige el desconocido Chester Erskine, que apenas tiene ni un filme destacable en su exigua trayectoria. La producción corre a cargo de la RKO, que ya en la década de los cincuenta empezaba a ver declinar su estrella.
Nos encontramos en un marco histórico prácticamente fantasioso. Según vemos, la película arranca en el último año del mandato de Antonino Pío, pero lo cierto es que la fecha da absolutamente igual. Androcles y el león es una más de aquellas películas que pretende presentarnos al Imperio romano como el culmen de la depravación, mientras que por una parte encontramos a los Cristianos, los buenos, como la cúspide de las virtudes y la ingenuidad. En realidad, una demostración de la realidad populista del filme, que busca descaradamente la identificación del espectador norteamericano medio, que dejémoslo claro, no está muy duchado culturalmente hablando (sólo así puede entenderse que películas como esta pudieran gozar de tanto apoyo de público).
En una pequeña aldea de Siracusa, Alan Young interpreta a Androcles, un cristiano que vive bucólicamente en el campo. Junto a Ferrovius,el arquetipo de soldado enorme y bonachón (como cristiano, no está dispuesto a pegar a nadie) interpretado por Robert Newton, y Lavinia, una belleza de la época que hace perder el oremus a todos los personajes que están a su alrededor, interpretada por Jean Simmons, son capturados por los romanos, que los llevan al circo para que se conviertan en pasto de los leones (la primera duda histórica empieza a asomarse, Antonino Pío tuvo una política de acercamiento con los cristianos en líneas generales, además las célebres masacres de cristianos hay que analizarlas con mucho detalle, pues son más difamación cristiana que una realidad). En un primer momento podríamos pensar que nos encontramos con un drama de proporciones colosales, pero lo cierto es que la película deja clara sus señas comerciales ya desde el primer momento.
Y es que, el filme opta por la comedia más que por un auténtico drama, por lo menos en esta primera parte del metraje. Y el motivo es sencillo, Androcles y el León, pretende convertirse en una película apta para todos los públicos, e incluso con target familiar incluido. Por eso, no resulta extraño ver la sonrisa a nuestros personajes, mientras hacen una marcha que les va a llevar a la muerte. El ejemplo más claro lo encontramos en nuestro personaje que da el título al filme, un cristiano ingenuo que tiene un papel invertido respecto al rol tradicional con su mujer. Humor pues, totalmente infantil y estúpido, que más que construir una trama compleja, busca la complicidad alienante del espectador. Si no hay personaje más idiota que Androcles, que baje Dios y lo vea.
Entremedias se nos intercala una historia romántica, que parece arquetípica en estos filmes, como es la relación amorosa que parece brillar entre un general honrado y una cristiana cautiva. Sin embargo, las diferencias entre ellos parecen ser un auténtico impedimento, y como viene siendo habitual la cristiana da largas al soldado romano, que no llega a entender porque los cristianos resultan tan orgullosos.
El mensaje cristiano nihilista, que tanto crítico el filósofo alemán Nietzsche en sus obras, aparece en el filme. Los cristianos, infravaloran el mundo sensible en pos de una victoria ultra terrenal, y por eso no tienen reparos en aceptar la muerte en el circo. En el filme esto se traduce con discursos pseudofilosoficos, que pretenden mostrarnos a unos cristianos inocentes que sonríen ante la muerte, así como en unas escenas que de ingenuas resultan insultantes. En realidad el filme es un meeting religioso. Cada vez que aparece un romano es para describirlo como un sátiro o afeminado, todo lo contrario que los cristianos. La brocha gorda, es la herramienta básica del cineast.
Eso sí, para cumplir con la cuota familiar, y después de intercalar alguna secuencia absurda (Androcles hablando con el Emperador) la película incluye también alguna escena de gladiadores, acción asegurada, coreografiada decentemente, aunque no lo suficientemente excelente como para justificar el metraje anterior.
https://neokunst.wordpress.com/2015/05/27/androcles-y-el-leon-1952/
La he visto dos veces en mi vida, y la primera de ellas, por televisión, siendo un adolescente y seguidor incondicional de las películas de romanos y Santos, etc, pensé esto de ella:
Según dice la mayoría es una no muy afortunada versión de la obra de G.Bernard Shaw. Sin embargo a mí me ha gustado mucho. Cierto es que me encantan las pelis de romanos, pero está lleno de buenos intérpretes y de diálogos y escenas de gran comicidad, como las que tienen a Robert Newton como protagonista .
Pues bien, vista de nuevo en agosto de 2019 debo decir que es un film francamente bueno, una sátira (cariñosa) sobre el cine de romanos que se hacía hasta entonces (luego vinieron tiempos para el péplum mucho mejores) y sobre el cine religioso con los mártires cristianos y demás.
Es muy entretenida, con momentos humorísticos muy logrados, como las conversiones de Ferronius (magnífico Robert Newton).
Un gran cuadro interpretativo donde los secundarios se comen a los protagonistas y una fotografía en blanco y negro soberbia, hacen que se deguste esta cinta como un pequeño manjar, lleno de buenos diálogos y, sí, algo de cartón piedra, pero buscado adrede para darle mayor comicidad y de paso para hacerla más barata, supongo (amén de la consabida transparencia en la escena primera con Androcles y el león, pero es que si no, a ver si el bueno de Alan Young se pone delante de un león…).
Te lo pasas bien.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Entre la historia de romanos, la comedia y el drama se mueve este cuento con moraleja. La verdad es que está muy bien realizado para lo que es y no se puede exigir más, Victor Mature, de capitán de los ejércitos de Roma da credibilidad a la historia con sus dos espadas enfundadas como un pistolero, y Jean Simmons está en plenitud.
El relato es sencillo, algunas escenas causan rubor casi dirigidas al público infantil. La película a ratos parece contar dramáticamente un episodio de los cristianos condenados a ser comidos por los leones en el circo o a luchar contra expertos gladiadores, y en otras parece que relata un cuento para niños y más con el césar Antoninus. El vestuario y el decorado están muy bien logrados.
Decididamente, Victor Mature creo que donde más destacó fue en películas de romanos. Es cierto que tiene buenas películas de cine negro pero para esas películas que hizo hubiera preferido a Robert Mitchum, personalmente lo digo. Robert Mitchum en cambio de romano no lo veo bien, igual que nadie se puede imaginar a Cary Grant en algún Western.
En clave de desinhibido humor, respetando siempre el texto incisivo e ingenioso de G. Berrnard Shaw, la película que dirige C. Erskine enseguida muestra su desenfadado aire de parodia para que nadie se llame a engaño.
El momento idóneo para el antihéroe ha llegado y en esta película cobra su verdadera y máxima dimensión.
Cine familiar de mitad del siglo pasado filmado con enorme soltura y fluidez a cuyo buen fin contribuye la convincente actuación de los protagonistas.
J. Simmons, V. Mature y, naturalmente, A. Young dejan sobre la pantalla esa magistral interpretación entre cómica y dramática que el argumento exigía de ellos.