A la mañana siguiente
Sinopsis de la película
Alex Sternbergen (Jane Fonda), una actriz alcohólica, se despierta una mañana junto a un conocido productor de cine porno el cual tiene un cuchillo clavado en el corazón. No recuerda nada de esa noche ni sabe si ha cometido ella el crimen. Asustada decide huir y borrar sus huellas.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Morning After
- Año: 1986
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
5.7
23 valoraciones en total
En algún momento de la historia Sidney Lumet, fue abducido por los extraterrestres, premiado por la suerte o algo que no tengo explicación y creo Network, un mundo implacable, una película fenomenal. Ha tenido otros momentos de inspiración, no tan notables como el anterior, pero que le han permitido un par de películas, sin ser memorables, más que regulares. Pero la gran mayoría de sus producciones son como La mañana siguiente, realmente intrascendentes.
La mañana siguiente, película de misterio, sin misterio, de intriga, sin intrigas, con toques de crítica social (sobre el alcoholismo) carentes de credibilidad. La intriga no alcanza niveles aceptables de intensidad para atrapar al espectador.
Una película que sin duda no pasará a la historia.
Es cierto que esta película es flojita en cuanto a la elaboración de su guión y sus medios técnicos, pero yo le tengo cierto cariño porque me permite disfrutar de una actriz, Jane Fonda, la cual siempre me ha encantado y a la que echo de menos en el panorama cinematográfico, me parece una genial actriz. Junto a ella aparece el guapísimo Jeff Bridges, un actor por el que siento predilección, cumpliendo de forma correcta, una vez más, con su papel. El desaparecido Raul Juliá también deja buen sabor de boca. Como anécdota, la aparición de la buenísima Kathy Bates en un papel completamente irrelevante, no propio de su calidad como actriz.
Mediocre film de intriga sobre una mujer que despierta una mañana al lado de un cadáver. La película se centra más en tratar de explotar a su estrella, Jane Fonda, que en hacer atractiva la trama, lo que deriva en un argumento a la vez soso, inverosímil y previsible, impropio de un thriller. Tampoco es un drama pues no explota las posibilidades que ofrecía un personaje principal alcohólico. En resumen: buenos actores poco aprovechados en una historia intrascendente.
Primera película de Sidney Lumet en LA tras muchos años de trabajo en NY. El guión es de James Cresson (como James Hicks) y David Rayfield (no acreditado). Se rueda en Hollywood Center Studios y en LA durante la primavera de 1986. Nominada al Oscar a la mejor actriz principal, ésta es la séptima nominación de Jane Fonda. Producida por Bruce Gilbert, se estrena el 25-XII-1986 (EEUU).
La acción tiene lugar en LA a partir de la mañana del 28-XI-1986, con una escena previa de la noche anterior. Alex Sternbergen/Viveca (Jane Fonda) es una mujer frágil, de unos 40 años, actriz en paro, alcohólica, separada y sin hijos. Amanece en un lugar que no conoce, junto al cadáver de un desconocido y sin capacidad de recordar lo que hizo la noche anterior. En el aparcamiento del aeropuerto conoce a Turner Kendalll (Bridges), antiguo policía y ex-alcohólico.
El film combina los géneros de misterio, drama y thriller. Glosa las consecuencias de la adicción al alcohol, su influencia sobre la conducta humana y su alcance autodestructivo. Explica hasta que punto es díficil el proceso de desadicción, el esfuerzo que implica y que la duración del mismo puede prolongarse durante años. Se refiere a las causas del problema: soledad, fracaso profesional, paro, desarraigo familiar, carencia afectivas, etc. Con frecuencia los alcohólicos son personas que erroneamente quieren compensar, superar u obviar problemas personales con consumos abusivo que agravan las situaciones que padecen. El alcoholísmo ha sido tratado en obras tan memorables como Días sin huella (B. Wilder, 1945) y Días de vino y rosas (B. Edwards, 1962). La película denuncia las impunidades de los fuertes, sus abusos de los débiles y la no inusual colaboración de los débiles al servicio de los abusos de los fuertes.
En el film hay misterio e intriga, pero no alcanzan niveles notables de intensidad. Hay tensión y está bien construida, pero le falta la fuerza propia de un gran film. La dirección es correcta, pero parece orientada más hacia la comercialidad que hacia la construcción de una obra personal. Las interpretaciones son buenas, en especial la de Jane Fonda, arropada adecuadamente por Jeff Bridges y Raúl Juliá. Se advierte una buena química entre Fonda y Bridges. Fonda se muestra tal como es, con naturalidad y sin disimular la edad que tiene. Su intervención alcanza niveles culminantes en las escenas en las que Alex aparece borracha. La cinta está salpicada de humor.
La música, de Paul Chihara ( Crackers , L. Malle, 1984), ofrece una partitura de viento, con bonitos solos de saxo, que crea sentimientos de tensión, misterio y amenaza. La fotografía, de Andrzej Bartkowiak ( El honor de los Prizzi , J. Huston, 1985), presenta brillantes claroscuros que contrastan marrones rotundos y vibrantes con tonos claros de naranjas, marillos y dorados. Extrae gran belleza de los paisajes urbanos de LA. Sin ser una gran película, es correcta y entretenida.
Ha llegado a mis inocentes manos esta película por mera casualidad, como llegan las cosas importantes de la vida. Si la busco no hubiera sido igual. Cuando uno espera lo mejor, lo más normal es que se lleve una decepción, en cambio de algo que aparece de la nada, por casualidad, un producto ochentero sin más, no sería raro que te llevaras una agradable sorpresa.
De acuerdo que Sidney Lumet pinta bien, suena de Serpico, de Tarde de perros y de sus suaves intrigas pero es que además me encuentro con Jeff Bridges y Jane Fonda, a la que no tengo el gusto de ver mucho y es toda una mujer por siempre y más, una actriz de las buenas y guapa como ninguna, por lo que el señuelo no puede ser mejor. Y efectivamente, de lo mejor. De acuerdo que la película tiene alguna trampa, que por otra parte me ha dado igual porque pronto me he dado cuenta de qué iba esto, y de lo que iba es de una sensible relación.
El señor Lumet se ve que ha rodado una especie de comedia acerca de una conspiración de andar por casa, y nunca mejor dicho, en la que se van a encontrar una actriz en horas bajas con problemas de alcohol y un ex policía. No es exactamente una comedia pero podría pasar si tenemos en cuenta que lo más importante es el rollo que se trae la pareja. Se nota que el director la ha hecho con un ajustado presupuesto y que ha sacado de esta pareja de grandes actores lo máximo. El resultado es una película de lo más agradable, por lo menos a mí me lo ha parecido, y me ha encantado. Por otro lado hay que tener en cuenta que mis opiniones no valen nada y lo más seguro es que a los demás no les guste. Yo he disfrutado con ese rollete de cuando uno empieza a salir con alguien, de que se gustan pero no se aclaran, igual por culpa de los muchos reveses que llevan a cuestas. Como la vida misma.