300
Sinopsis de la película
Adaptación del cómic de Frank Miller (autor del cómic Sin City) sobre la famosa batalla de las Termópilas (480 a.C.). El objetivo de Jerjes, emperador de Persia, era la conquista de Grecia, lo que desencadenó las Guerras Médicas. Dada la gravedad de la situación, el rey Leónidas de Esparta (Gerard Butler) y 300 espartanos se enfrentaron a un ejército persa que era inmensamente superior.
Detalles de la película
- Titulo Original: 300
- Año: 2006
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
7.2
94 valoraciones en total
Resulta difícil acercarse a una obra tan controvertida, provocadora e inclasificable, que ha generado tantas airadas reacciones y tan enfebrecidas defensas en todo el mundo tras su estreno.
300 no es el remake del peplum El León de Esparta ( 300 Spartans ) dirigido en 1962 por Rudolph Maté, y que parece ser que fue la inspiración de Frank Miller para su novela gráfica 300 , en la que se basa el film.
300 tampoco es un peplum de nuevo cuño, de concepción clásica, surgido a la sombra de los éxitos del Gladiator de Scott, la Troya de Petersen o el Alexander de Stone.
Tampoco pretende ser un film histórico, que reconstruya los escenarios y hechos que originaron la Batalla de las Termópilas entre persas y espartanos en el siglo V a.C.
Al no ser esas sus pretensiones, resulta vacuo pretender juzgarlo bajo esas premisas.
¿Qué es entonces 300?
300 es sencillamente una enfebrecida adaptación del comic de Miller citado, que, si bien, respeta absolutamente la plástica y el grafismo cromático del mismo, consigue enriquecerlo, añadiéndole tramas secundarias que enriquecen la historia y sirven de respiro a la salvaje brutalidad de las batallas.
Es también un film innovador por su utilización de todos los recursos de la tecnología digital para evocar un pasado inexistente, un universo imaginario, que asombra por su concepción dinámica y plástica. En este sentido resulta fascinante el diseño de los títulos de crédito finales y su forma de romper con la tradicional bidimensionalidad de los comics.
Es, por último, una moderna revisión de innumerables leyendas épicas en la mitología: El enfrentamiento entre el Bien y el Mal, la Belleza y la Deformidad, lo Apolíneo y lo Dionisíaco, todo ello relatado con un salvajismo y una brutalidad perfectamente coreografiadas, conscientes de su función de espectáculo visual.
Zack Snyder parece asumir el carácter revolucionario y provocador de su film, llevando su peplum a la desmesura y haciendo de ésta, su señal de identidad, como ya hicieran en su momento, Baz Luhrmann, con su Moulin Rouge en relación al género musical, o Quentin Tarantino, con Kill Bill en relación al, ya de por si, desmesurado subgénero de las artes marciales, y quizá es en esa desmesura, donde radica su capacidad de fascinación.
Hace unos pocos años me hice con el comic de Frank Miller, no soy un freak de los comics, pero me interesan como medio de expresión: los pongo a la altura de cualquier otro (literatura, cine,…) cuando aprecio que se hacen en serio. Me refiero aquí no al tebeo para niños, sino al comic para adultos (Sin City, Watchmen, 300…)
He leído las críticas y he ido también (y veo que no muchos lo han hecho) a las fuentes originales: entrevistas con el director, notas de producción, entrevistas de Frank Miller…
Y he encontrado que hay una enorme confusión con esta película. Trataré de resumir los datos que he recogido, para aviso a quienes lean esto antes de verla.
1. LA HISTORIA
Frank Miller, en su comic, no trata de ser fiel a la historia. Ha repetido más de una vez que su interés por la batalla de las Termópilas se despertó por una película, Los 300 espartanos del año 1962. Y el argumento del cómic está calcado de esa peli, tomándose gráficamente las libertades estílisticas propias de los años 80 y 90, para crear una obra más visceral, menos bonita, que en su momento supuso algo diferente en el medio.
¿Qué hizo Miller con la historia? Quedarse con el puro núcleo: unos pocos se enfrentan a muchos y, aunque sólo sea moralmente, vencen.
2. LA PELÍCULA
La película tiene un mérito, por el que se gana el 10: es el comic llevado a la pantalla, tal cual. NO ES UNA ADAPTACIÓN del comic. Es el COMIC FILMADO VIÑETA A VIÑETA, con todo lo que tiene de bueno y de malo.
Los aciertos son múltiples:
– El aspecto visual: la luz, las técnicas de cambio de velocidad, el respeto a la planificación del comic…
– El reparto: actores eficaces que parece que han entendido que un tebeo también se puede hacer con profesionalidad y trabajando en serio. Yo voy al cine, desde hace mucho tiempo, a divertirme, no a que me echen un mítin, y quiero que esa diversión esté bien hecha, y esta película está hecha por profesionales desde el principio hasta el final.
– El objetivo, que no es otro que entretener. Y los que ven críticas políticas, se detienen a comentar sobre los hombres musculosos, sobre los errores históricos… no han entendido de qué va esto. Peor para ellos.
Entiendo que una película, por muy adaptación que sea, debe ser capaz de sostenerse por sí misma. Ese es probablemente el gran fallo de 300, desde ese punto de vista. Pero tal como yo lo veo, este caso, como antes el de Sin City, no es exactamente así, en este caso el propósito no es crear una película BASADA en el cómic, sino FILMAR EL CÓMIC. Y eso, insisto, les ha hecho ganarse mi 10, porque lo han logrado con creces.
3. MI CONSEJO
Leed el comic antes de ir al cine. Si os gusta, la película os dejará alucinados.
Si no os gusta, ahorraos el precio de la entrada, porque eso es lo que os vais a encontrar en la pantalla.
Y por supuesto, no hagáis ni caso de las críticas.
300 tabletas de chocolate, vainilla muscular y bronceado zanahoria.
Una de las carrozas del desfile del orgullo gay con su Drag Queen.
Suspensión aérea en escalada.
Tres récords olímpicos: jabalina, altura y longitud.
Dueñas en tanga, sin pelo y con correas.
Batalla, rebatalla, prórroga, penalties y batalla de desempate.
Y una crítica sin verbos, como la película.
Pues te digo que no me ha temblado la espada al clavarle un nueve a esta peli. ¿Algún problema?, porque tampoco me temblaría al revanarte el cuello de purista cinéfilo, como me vengas con el cuento de que esto es un atentado histórico o una salvajada sangrienta con lectura política incluida y tintes de xenofobia.
Me niego a analizar presuntas connotaciones fascistoides en esto, o a cagarme en ese asqueroso rollo del patriotismo, el honor, y todas esas cosas que tanto me disgustan. No. Sería como analizar Bola de Dragón o Campeones . El rigor y credibilidad se lo exijo a Spielberg cuando va de serio (y casi nunca me lo concede), pero a esto no. Esto es cachondeo espartano.
Hay que dejarse llevar por los instintos más primarios, por la estupidez adrenalínica, la exaltación testosterónica, el sangriento festín de la lucha más filogay. Porque la despreciable violencia puede y suele ir asociada a la diversión, y que nadie se escandalice y trate de negármelo (siempre y cuando sepamos disociarla como pura ficción, que los hay que se lo creen todo).
Gocé como un niño (y eso siempre es saludable) con su poderío visual de abrumadora estética tan fielmente adaptada del cómic, su propuesta técnica digital y su acción tan desmesurada.
Ya sé que los hay que se empeñan en negarle al cine su sanísima vertiente de diversión, ¡qué persados!.
Anoche ví 300 , aunque en eso ya se me han adelantado cientos de filmaffiniteros .
Parece ser que, a día de hoy, cientos de usuarios ya han validado su crítica. A este paso salimos fácil a crítica por soldado. Resulta desalentador llegar tan tarde pero, en fín, yo a lo mío.
Comenta un colega de la web que es necesario saber o conocer qué es lo que vamos a ver, qué es lo que nos vamos a encontrar en 300 . Discrepo. La sorpresa es siempre un aliciente, un ingrediente fundamental -si no imprescindible- para la buena salud de una película. Personalmente no soy un adicto a los comics y desconozco del todo la obra de Frank Miller. Aún así 300 me ha sorprendido gratamente.
Estoy de acuerdo en que se trata de un producto repleto de los tópicos asociados a este género. Admito que la obra de Snyder supura tintes casi fascistas y que busca ser sumamente efectista. Reconozco que no aporta ni sugiere nada más allá de lo aparentemente superficial…
Todo y con eso, 300 se convierte a lo largo de 2 horas en un espectáculo visual de gran envergadura, técnicamente impecable, estéticamente precioso, rebosante de épica por los cuatro costados. Este tipo de cine también es legítimo y necesario.
Anoche disfruté como un niño pequeño viendo 300 . Sin complejos.