Underworld
Sinopsis de la película
Durante siglos, dos razas han ido evolucionando en las profundidades de la Tierra: los aristocráticos y sofisticados vampiros y los brutales hombres-lobo (Lycans), cuya existencia siempre había formado parte del mundo de los mitos y las leyendas. Estas razas nocturnas son enemigas mortales y están condenadas a vivir en perpetua guerra hasta que sólo una de ellas sobreviva. En medio de este conflicto ancestral, una Guerrera Vampiro, Selene, descubre una conspiración de los Lycan para secuestrar a Michael, un joven médico. Después de seguirlo por toda la ciudad, Selene entabla una insólita relación con él, y cuando los Lycans se deciden a atacar, se interpone entre ellos y el médico. Mientras intenta salvar a Michael, descubre un plan de los Lycans para crear nuevas criaturas que combinen los poderes de ambas razas y carezcan de sus debilidades. Este proyecto, de hacerse realidad, favorecería a los Hombres-lobo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Underworld
- Año: 2003
- Duración: 121
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Opinión de la crítica
5.7
87 valoraciones en total
No se sentirá defraudado si sólo va en busca de una cinta de acción y fantasía, pero sentirá lástima por las expectativas levantadas.
En efecto, Underworld es Blade y Matrix pero también es Entrevista con el vampiro, La reina de los condenados, Resident Evil o El cuervo, una amalgama de películas pasada por la mente de unos cuantos enamorados del género vampírico, los tebeos, y las películas de acción, a ser posible, con una atmósfera lóbrega. El plagio, la inspiración, o como quieran llamarlo, salta a la vista (sólo hay que prestar atención a la larga lista de tópicos). Aprovecha los últimos avances en efectos especiales, los conforma bajo una estética gótica (muy atrayente en los últimos tiempos), y consigue un ápice de estilo propio con el que engrosar las arcas, y quién sabe, si otra franquicia (el final de la cinta así lo sugiere).
Desde hace siglos, dos razas supuestamente mitológicas, los aristócratas y sofisticados vampiros, y los brutales y subterráneos hombres-lobo, libran una batalla por la hegemonía nocturna. Selena, una guerrera chupasangre, se da cuenta de que sus enemigos persiguen a un doctor, y descubrirá algo más inquietante: una conspiración entablada entre unos pocos vampiros y los licántropos para crear una especie invencible compuesta por ambos.
Básicamente, Underworld atrae por su planteamiento y su desenlace (la aparición del maestro de los vampiros nos hace resurgir del letargo), y todo lo que deambula en medio no es sino un indiferente atontamiento con pocas virtudes: la elección de Budapest como escenario, tener a Kate Beckinsale como heroína, y la capacidad del director, Len Wiseman, cuya única experiencia procedía de su participación en el apartado artístico de Stargate, Independence Day y Men in Black, para conseguir el diseño decadente y el ambiente terrorífico apropiados.
Underworld se balancea entre la ridiculez y la jocosidad, funciona como lo que es, puro entretenimiento, pero lo más grave es que levanta expectativas, tanto en el freak más gótico, como en el espectador más exigente, con las que finalmente traiciona al espectador, y ése es su lastre, lo que podía haber sido y no fue: una apuesta moderna por el Romeo y Julieta de Shakespeare, una revisión del idilio bella y bestia, o una siniestra metáfora de la incapacidad del hombre para convivir con lo diferente. Lo dicho, una lástima.
Noche y oscuridad, rayos y centellas, lluvias y catedral, palomas que parecen cuervos y, sobre todo, mucha pose. Una voz en off susurrantemente femenina y poderosa nos cuenta el rollo para que aquí nadie se pierda el hilo dental. Lo normal aquí es salir corriendo o tirarse por una ventana… pero esta señora vampira, Selene, cae siempre de pie y sigue andando como si estuviera en la pasarela Cibeles. La clave es aprovecharse de los logros de otros, desangrarlos y pasar sus coágulos por la batidora: de los juegos de rol de White Wolf a la estética Matrix. El éxito consiste en llegar en el momento adecuado. En el 2003 se estrenaban las esperadísimas Matrix Reloaded (mayo) y Matrix Revolutions (noviembre). A mediados de septiembre cayó sobre sus botas de cuero con hebillas una vampira guerrera, cazadora de hombres lobo, embutida en cuero y látex bajo una estética cyber-gothic–punk y pariendo cientos de miles de balas a discreción sobre la pantalla y sus desafortunados rivales. ¿Es Trinity? ¿Está como un cañón (¡y qué pedazo de cañón con el que está fusilando al personal!)? ¡No! ¡Es Selene!
Lo importante no es ser vampiro sino tener suficientes balas en la recamara. La sangre actúa como wikipedia y TL de Twitter y cualquier parecido vampírico con la irrealidad es impura inconfidencia. Los vampiros no necesitan adoptar, pueden crecer hasta una edad adulta y pasan de chupar sangre a los humanos si no es para expandir su vírica inmortalidad. O eso creo, porque en ese (infra)mundo nadie lo tiene claro. En el argumento hay una gran conspiración, mentiras del pasado, gobernantes emergentes, planes oscuros en la sombra y sexo interracial (o zoofilia desde nuestra perspectiva humana).
Hay una secuencia que resume la esencia de la película. Me encanta cuando Selene está acorralada por hombre lobos peludos, sudorosos (y seguramente sin desodorante). No tiene escapatoria. Pero huye disparando al suelo haciendo círculos sobre sí misma. En ese punto Underworld nos habla de sí misma y la naturaleza cinematográfica que representa en esa sutil y balística metáfora: cuando el género está atrapado lo mejor es dar vueltas sobre sí mismo para marear (pero sin marearse) y… caer más abajo…
No importa descender a los infiernos si con eso sobrevives.
Aúllen o muerdan, pero Selene y la saga que protagoniza lo hizo…
Bella y espectral, la vampiresa surge a la luz de la luna, con un atuendo negro y ajustado que marca aún más sus suntuosas curvas. Su cara, pálida pero hermosa, estremece de deseo, y en algunos momentos el espectador pondría su cuello en la deliciosa boquita de la señorita Beckinsale, aquí la vampiresa, para que lo muerda a gusto y regusto.
Hasta aquí todo lo bueno de la película. Ahora empezemos a desgranar los defectos:
1. Las interpretaciones son deplorables. Beckinsale se salva porque el espectador tiende a estar más pendiente de su escote que de sus gestos, pero las actuaciones del resto de caracteres son, claramente, vacías y poco esforzadas. Bochornoso sobre todo Speedman.
2. El argumento parte de una premisa interesante: un conflicto ascenstral entre hombres lobos y vampiros. Pero a medida que se empiezan a introducir los tópicos como un elegido mesiánico o un romance apresurado una sensación de dejavu se introduce en el espectador.
3. Un guión que no se sustenta, se mezcla la historia del elegido con la de un malo malísimo que debe despertarse, lo que contribuye a profundizar en el hastío del sufrido espectador, que empieza a recordar a Blade , y desea más planos de Beckinsale luchando.
4. Pero las escenas de lucha están mal resueltas: son confusas y con constantes movimientos de cámara, sólo se pueden observar nitidamente bocas rugiendo y personajes dando saltos inconmesurablemente altos.
5. El final es abierto, lo que indica al espectador que el señor Wiseman pretende sonsacarle más dinero mediante planos de Beckinsale.
Conclusión: si tiene ganas de disfrutar de una película gótica y con decorados correctos, con efectos especiales del montón y una protagonista con buen cuerpo, esta humilde crítica se lo recomienda, si desea ver una película al menos interesante consulte su filmoteca.
Me acabo de tragar toda enterita la saga Underworld. Ahí a pelo. Underworld, pam. Evolution, pam. La de los Lycans, pam. En fin, hay días que hago cosas más interesantes. Lo bueno es que pienso copiar/pegar esta crítica en las tres pelis. Claro que, pensándolo bien, no sé qué tiene eso de bueno…
Qué decir. Tías buenas encaramadas a ruinas llenas de gárgolas, gotiquillos pegando tiros, hombres lobo dando brincos… a mí me parece de puta madre, tampoco puedo decir que esperara otra cosa. Lo peor (y creo que lo que más me gustó, después de las jamonas en látex), los diálogos de la primera: el malo llamando marditos incompetentes a los sicarios, el vampiro jefe gritando harás lo que yo diga y cosas así. Todo con la personalidad de un zapato metido dentro de un cazo. Todos muy guapos, eso sí, con ojos de colores improbables, perillas maquiavélicas, ojeras atormentadas, cuero negro, sumachibúns, flequillos milimétricamente despeinados. La segunda (Evolution), ehm, bueno, la acabo de ver y no me acuerdo de nada en absoluto. Había uno con alas, creo (porque, entendámonos, éste es el tipo de detalles que interesan en este tipo de películas… ¿guión? ¿interpretación? ¿originalidad? ¡No! ¡Monstruos con alas!). Y la tercera, el mismo rollo en plan medievo. Y ya está.
No viene a cuento, creo, ponerse a analizar mucho los guiones, o el hecho de que los vampiros no chupen sangre (quitando cuatro rusos y tres medievales ni un mísero mortal sale en toda la saga), que la ropa de los hombres lobo desaparezca o reaparezca en la transformación de un modo tan desconcertante como poco coherente. Menudencias. En la segunda sale un bicho con alas.
Un seis, venga. Hay pelis que tienen ciertas aspiraciones artísticas, creativas, cinematográficas, etc. Y luego hay productos como éste, concebidos para el ocio de encefalograma plano de toda la vida, como el fútbol, ciertos videojuegos, la televisión. Como ya he dicho, por mí de puta madre: por lo menos no engañan a nadie y son medianamente entretenidas… medianamente. Mucho más patético es cuando una peli se pone trascendente y termina dando risa…
Otra cosa. Me cago en el primer crítico que acuñó el término estética de videoclip. Dejando de lado que hay videoclips que están en el MoMA de Nueva York, todo el mundo igual, como cotorras. Es como lo de esto es cine o esto no es cine (y lo dice peña que ha ido a ver Alien vs. Godzilla IV, ¿pero qué esperabais? ¿La jodida Soga?). Mh, digamos que son críticas que caen en todo tipo de clichés, reinciden en los manidos tópicos del género (crítico), no aportan nada nuevo a un panorama que bla, bla, bla.
Sí señor, entretenida de principio a fin. Buena película que añade una nueva visión al género de vampiros y licántropos. La verdad es que dentro del género de ciencia ficción, este subgénero de los hombres lobo y los chupasangres siempre me han gustado.
Es, además, una buena película de acción, con muy buenos efectos en las transformaciones de unos y otros. Kate Beckinsale es una buena elección como heroína.
No puedo dejar de acordarme de todos aquellos que han tenido el humor de hacer una crítica con excelentes notas de 3 para abajo, ¿pero que esperaban ver? Para mi que se equivocaron de sala. En fin, lo siento por ellos, hay que interesarse un poco por la película antes de ir a verla (al menos ver la nacionalidad).