Thor
Sinopsis de la película
Thor es un arrogante y codicioso guerrero cuya imprudencia desata una antigua guerra. Por ese motivo, su padre Odín lo castiga desterrándolo a la Tierra para que viva entre los hombres y descubra así el verdadero sentido de la humildad. Cuando el villano más peligroso de su mundo envía a la Tierra a las fuerzas más oscuras de Asgard, Thor se dará cuenta de lo que realmente hace falta para ser un verdadero héroe.
Detalles de la película
- Titulo Original: Thor
- Año: 2011
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
5.6
27 valoraciones en total
La verdad es que la película entretiene, sobre todo si eres comiquero. Podrás sentirte ofendido con algunos detalles, lo cual es evidente, pero en el fondo lo gozarás los 130 minutos.
Los efectos están logrados, Asgard impresiona estética y visualmente hablando. A mi parecer, desde el principio está bien hecha, porque te pone en antecedentes y te sitúa en la trama sin problema alguno. Las escenas del comienzo con la pelea contra los gigantes de hielo son brutales, ahí podemos ver claramente la magnitud del poder que tiene Thor, aunque los adversarios no sean de lo más fiero a lo que se haya enfrentado.
Al margen de todas las escenas de lucha, está la parte sentimental. Lo tocan casi por encima, lo cual es bueno, porque pueden hablar de otras cosas más importantes para con el personaje. Pero bueno, estamos en lo de siempre… todo héroe tiene una mujer a su lado (o un hombre, haciendo mención a los Young Avengers), y qué mejor personaje femenino que Natalie Portman. Hay algunas partes de relleno con toques cómicos que me hicieron pasar un buen rato.
Tenía muchas ganas de ver la cinta. La verdad es que ha cumplido las pocas expectativas que tenía. Con lo cual, la recomiendo sin ninguna duda. Un rato agradable lo pasas seguro.
¿De qué sirve contratar a un director como Kenneth Branagh para no dejarle salirse ni un milímetro del guión de franquicia que sigue la Marvel desde que se inició en el cine superheroico? ¿No sería más barato contratar a un cualquiera y darle un manual de instrucciones?
Pues sí: Thor es tan despersonalizada, correcta y sin alma que podría haberla hecho un ordenador y no notaríamos la diferencia. Gran parte del metraje se siente como un constante trámite que hay que pasar para llegar a la parte de los efectos especiales y los golpes de martillo y aunque es cierto que rara vez aburre, tampoco sabe rellenar estos huecos con algo mínimamente ocurrente. Tampoco se piden diálogos a lo Woody Allen, pero qué menos que alguna que otra frase épica para el recuerdo.
El vestuario y diseño de los personajes es cuestión aparte: ¿de veras llevaban esos trajes en el cómic? A Thor le queda chico el uniforme, los gigantes del hielo son los primos de Mordor de los azules de Avatar, el robot chungazo parece una farola cabreada y si los cuatro colegas no han salido del fondo de armario de un videoclip de ABBA, que vengan los dioses y me fulminen con sus rayos.
Es cierto que los diseños de Asgard, con sus decorados grandilocuentes, casi egipciacos, justifican por sí solos gran parte de la visita, aunque el efecto especial de primera clase es el torsazo vikingo de Chris Hemsworth, que amortiza gimnasio en un par de secuencias altamente cardíacas.
Entiendo que es cine comercial y que como franquicia debe seguir una coherencia con el resto del universo Marvel, pero un poquito de creatividad o por lo menos espíritu de superación, serían más que bienvenidos. Hasta entonces, hay que conformarse con un martillo de Thor en sordina, en cuyo pie reza la leyenda: Made in Taiwán .
Anodino batido de proteínas visual que, además de obviar cualquier encanto del cómic original, insiste en los tópicos más sosainas del guion y realización de encargo cuya finalidad es servir de aperitivo para la próxima Los Vengadores (Avengers, que se dice ahora). Humor-garrafón que hace mala mezcla de la grandilocuencia y la autoparodia, diálogos e interpretaciones anabolizadas (la peli iba de dioses nórdicos, ¿recuerdan? No de tipos que trastean Mjolnir cual barra de cheerleading), épica ñoña, trámite enamoraticio, inevitable secundario/a cómico/a, etc. Especialmente incómoda es la sensación de premura narrativa, el modo fast forward de transiciones horrorosamente escritas en un metraje que, con todo y eso, dura cojón y medio. Aspecto éste al que asiste el espectador desde la contradicción de que la velocidad, paradójicamente, transcurra lentamente.
Barra libre, por tanto, para la puerilidad en otra entrega más de la franquicia Marvel siendo desguazada por el mejor postor. Kenneth Branagh no aporta nada, quizás, como mucho, falta de destreza en unas secuencias de acción sorprendentemente rutinarias (sin noticias de ese Loki macbethiano que nos prometíamos). No colaboran para la espectacularidad el contraproducente abuso del croma, un kitsch diseño de guardarropía, platería, metalurgia y siderurgia plastificada (más sci-fi televisiva que mitología asgardiana), ni el festivaleo digital de fortalezas pixeladas, reinos cósmicos, nebulosas y demás incontinencias urinarias.
En fin, previsible, aburrida y, lo que es peor, un encargo frío y despersonalizado. Gustará moderadamente al respetable.
No he leido ningún comic y no se me da bien la mitología nórdica y germánica, por lo que haré crítica directamente de la película. Me ha recordado mucho a la primera entrega de Iron Man porque consigue entretener, entre la acción, las aventuras y los toques de humor que contiene la cinta.
Con un comienzo y final más que trepidante, el largometraje va directa a la historia, posiblemente demasiado directa, quedando algo vacía de fondo, carente de profundidad seguramente porque este tipo de films es para espectadores que quieren hacer un consumo rápido, es decir, pasar un buen rato sin apenas pensar. Y lo consigue. Algunas escenas queden cortas, en especial, algunas peleas. He de decir que las partes del reino de Asgard son más entretenidas que cuando están en Nuevo México, tal vez porque esa parte esté más trabajada, tanto visualmente como de guión o tal vez porque la historia en la tierra esté cogida con pinzas. Tiene guiños a otras cintas de Marvel, sobre todo sabiendo que para el año que viene tenemos película de Los vengadores así como algún cameo interesante.
Sobre el reparto, aunque Chris Hemsworth sea el idóneo para el papel, comparado con el resto del reparto está un escalón por debajo de éstos, tal vez porque llevan más tiempo en este mundillo o porque sepan actuar mejor. Le falta fuerza y gancho como Loki, interpretado por Tom Hiddleston, que tampoco transmite ser un malo malísimo. Sobre los actores secundarios, aunque estén desaprovechados, tienen buenas actuaciones pero te quedas con ganas de verles más en escena.
En cuanto a efectos especiales está todo muy logrado, como he dicho antes, la parte del reino de Asgard está muy conseguido y, aunque se abuse del ordenador, no será algo que te importe. Sobre el 3D, no está nada mal y tiene sus detalles más que interesantes pero no es imprescindible.
En fín, película para pasar un buen rato con un cubo de palomitas pero no le pidas mucho más porque no hay…
LO MEJOR: Entretenida. Efectos especiales. El comienzo.
LO PEOR: Algo vacía. Chris Hemsworth.
Hace mucho tiempo que Marvel Studios encontró una fórmula casi indestructible para adaptar a sus famosos héroes a la gran pantalla. Protagonista conocido arropado por unos secundarios apetitosos, presupuesto desmesurado, sentido del humor muy blanco y que la historia no moleste mucho. Así surgieron las franquicias de Iron Man, Spider Man, X-Men, Fantastic Four o Hulk, por citar solo algunas de sus muchas adaptaciones. Mismas pautas, desiguales resultados en taquilla por lo que, si es necesario, se recurre al reset de la saga como ha ocurrido con el film protagonizado por La Masa. Misma suerte correrán en breve el Hombre Araña y los mutantes. La cinta que nos ocupa, Thor, no es una excepción, convirtiéndose así en un producto realizado y destinado para consumo rápido, muy cuidado visualmente pero carente de alma, profundidad y, paradojicamente para tratarse de El Hombre de Hierro, de fuerza.
Decía Spielberg que el público sale contento de la sala si le proporcionas un gran arranque y un gran final, obviando el nudo de la historia. El libreto de Mark Protosevich procura que así sea pero los primeros minutos ya dejan constancia de lo que nos espera en el resto del metraje: un humor blanco como la nieve, un protagonista con el que es arduamente complicado identificarse y una estructura previsible y poco trabajada. El prólogo no impresiona ni despierta interés alguno. Es más, desde ese momento, hasta el espectador menos avispado puede discernir que va a ocurrir. Las referencias visuales a El Señor de los Anillos no hacen más que recordarnos la brillantez de la saga dirigida por Peter Jackson y lo impersonal que luce el universo localizado en Asgard.
Sigo en spoiler pero no es spoiler