The Boy: La maldición de Brahms
Sinopsis de la película
Una joven familia se muda a una mansión sin ser conscientes de la aterradora historia que ha marcado su historial durante décadas. Allí, el miembro más joven de la familia hace un nuevo amigo: un muñeco con forma humana al que llama Brahms .
Detalles de la película
- Titulo Original: Brahms: The Boy II
- Año: 2020
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
4.1
53 valoraciones en total
En el año 2016, William Brent Bell consiguió un relativo éxito con The Boy, una película que basaba todo en su ritmo pausado y en la atmósfera gótica que empapaba cada fotograma aunque, al final, la sorpresa no era tanta. Cuatro años después, Brent Bell regresa al mismo mundo con este Brahms: The Boy II.
Tras un suceso muy desagradable, que ha dejado marcas emocionales en la pareja formada por Lisa, Sean y Jude, el hijo de ambos, la familia se muda a una pequeña casa en medio de un idílico bosque. Lo que debería ser un viaje hacia la curación, sufre un desvío al infierno cuando Jude encuentre enterrado un muñeco: Brahms.
Reconozco que The Boy me pareció entretenida pero es la típica película que se ve y solo deja el poso de la sorpresa final, por eso me sorprendió el anuncio de esta segunda parte. Vale, ¿qué queda por contar si en la historia del 2016 ya estaba todo resuelto? ¿Acaso quedaba alguna pieza suelta y se podría tirar desde ahí?
Brahms vuelve a utilizar el muñeco, que genera bastante desasosiego, y el mismo lugar de rodaje, ahora trasladando la acción de la mansión victoriana a la casa de invitados donde ha ido a instalarse la familia. Los creadores del Boy original, el director William Brent Bell y la guionista Stacey Menear juegan parte del metraje con los que vieron la película original, gracias a una serie de guiños, al tiempo que los que se acercan por primera vez no sentirán que les falta información… Esto es lo más positivo, ya que el resto plantea más problemas: Brent Bell y Menear apuestan todo a la presencia de Brahms y al gesto inexpresivo del niño Christopher Convery, en la supuesta dinámica entre ellos que no evoluciona hasta el último tercio cuando llegan las respuestas de forma demasiado atropellada.
Katie Holmes nunca ha sido una gran actriz y el terror no le debe ir mucho ya que, al igual que en Don’t Be Afraid Of The Dark de Troy Nixei, se la nota incómoda, de su partenaire en pantalla, Owain Yeoman, solo podemos decir que su barba siempre está impoluta, Christopher Convery resulta demasiado inexpresivo y el veterano Ralph Ineson se pasea por la película, siempre con la escopeta colgada del brazo, a la espera que le toque hacer algo.
Este es el problema de The Boy II y que muestra las debilidades del guion y la realización: cada diez minutos se aplica la fórmula de A (Katie Holmes pone cara de mosqueo y/o miedo)+ B (El muñeco está sentado) que es igual a C (Susto apoyado por sonido o música) antes de iniciar el A+B= C de nuevo hasta que llega D (resolución), E (Epílogo forzado) y luego F (Final).
Si te gusta el género ya has visto Brahms: The Boy II y su resolución te recordará a un par de películas de que no diré para no estropear la sorpresa, pero los espectadores que no suelen ver películas de terror, seguramente disfrutarán sus pequeños sustos y la resolución.
https://www.terrorweekend.com/2020/03/the-boy-la-maldicion-de-brahms-review.html
Lo único bueno que se puede decir es que técnicamente la película está bien hecha, a pesar de su flojita puesta en escena. Más allá de esto, muy poquito. Parece mentira que sea el mismo equipo de la primera entrega, guionista y director.
Más cercana al thriller psicológico que al cine de terror, esta secuela no aporta nada. Lejos de volver a ver a Katie Holmes (no la culpabilizo, todo es mediocre), la historia es artificial, va dando vueltas (la asociación del niño y el muñeco) sin sacarle partido al conflicto de esa madre en apuros emocionales, cubriendo minutos intrascendentes para llegar al final más que plano, frustrante, pésimo en definitiva.
El vacío argumental es el leitmotiv.
Parece que los guionistas han intentado animar un poco la decaída historia con la visita de unos familiares al caserón de las afueras, pero es demasiado poco para otra historia de muñecos malévolos con toque sobrenatural (¿no está ya el mercado demasiado saturado?). La sucesión de clichés es de los que hacen época, a cual peor.
Por fortuna, parecen haber sido conscientes de que el producto no iba causar sensación, ni mucho menos, a pesar contar con Katie Holmes (así poco va a remontar su carrera), y la duración no va más de la hora y media para alivio de todos.
Algo de razón llevará la gente cuando todas las críticas la señalan como una película aburrida, pero a mí se me hizo considerablemente amena. Lo cierto es que nada que destacar, salvo el intento de que el marido no sea esta vez el hombre florero que siempre aparece en el género y un problema más que un apoyo. Fuera de eso, sucesión de clichés, de sustos únicamente sonoros que más que poner a prueba tu miedo ponen a prueba la calidad de tus auriculares, y una repetición de personajes y situaciones que llevamos viendo décadas y décadas con poca inspiración.
La primera parte tampoco era una gran película, pero su final le daba algún entero. En esta secuela no se nos concede ni un final inesperado. Hay buenas intenciones en general, pero uno tiene la sensación de que esta secuela no sólo no aporta nada, sino que es capaz de hacer que te preguntes si la primera merecía la pena.
Esta podria ser una nueva tendencia de cambiar el rumbo de franquicias. Ya que en el universo de the Boy con su giro argumental original en que no existia algo paranormal. En esta pelicula le dan un reves y le dan introduccion al mundo paranormal.
No considero que contradecirse en las reglas de su mismo universo sea una buena forma de reformar una franquicia y realmente lo vuelva confuso.
Secuela de la correcta The Boy (2016), que está dirigida por el mismo que su anterior entrega, responsable de otros títulos como Stay Alive (2006), y protagonizada por Katie Holmes (No Tengas Miedo a la Oscuridad, 2010).
Una joven familia se muda a una mansión sin ser conscientes de la aterradora historia que ha marcado su historial durante décadas. Allí, el miembro más joven de la familia hace un nuevo amigo: un muñeco con forma humana al que llama Brahms .
En esta secuela, el director pretende crear suspense a través de la misma fórmula que en su primera entrega, fracasando en casi todo momento y recurriendo en exceso a los jumpscares. Las actuaciones no destacan ni para bien ni para mal, cumpliendo su cometido, y el final, el cual toma un rumbo que a los fans de la primera no acabará de convencer, termina de forma abrupta, simple y sin demasiada gracia. No obstante, esta secuela ofrece algunos sustos decentes y aunque no consiga nada nuevo, entretiene en muchos momentos
The Boy: La Maldición de Brahms, es una secuela infinitamente inferior a su primera entrega que vira en la historia del muñeco antagonista de una forma inesperada, pero que aún así consigue ofrecer algunos momentos decentes.
Nota personal 4/10