Suspiros de Triana
Carlos Ojeda es un famoso cantante que acaba de llegar de América y busca fichar una estrella en Sevilla. En cuanto conoce a Reyes, una bella vendedora de flores, se queda prendado de ella y le propone viajar con él prometiéndole un atractivo contrato para hacerla triunfar como artista.
Esta tarde, por casualidad he visto en la 2 de TVE, esta película, que me enganchó desde el principio, sólo por el color desvaído y las deliciosas canciones, que se intercalaban en una trama de comedia barata, con un guión bastante aceptable, a pesar de su ingenuidad. Refleja la otra cara de la España de los años cincuenta, la España de charanga y pandereta , que olvida los problemas con estas películas musicales, en la que se refleja la alegría de vivir, que también se tenía en aquellos años. Yo los viví de niño y doy fe que así era. Si en Calle Mayor, que vimos en la 2 la semana pasada, se veían las consecuencias psicológicas trágicas una sociedad cerrada, en esta película se vé el lado amable de la misma sociedad, aunque en una ciudad menos provinciana . En cualquier caso, solo por ver la actuación de Antonio Riquelme, merece la pena verla.