Huida hacia el sol
Sinopsis de la película
Katty (Jane Greer), una periodista norteamericana que trabaja en un semanario, llega a un remoto pueblo mexicano siguiendo la pista de Michael Latimer (Richard Widmark), un famoso novelista de quien nadie tiene noticias. Latimer se siente inmediatamente atraído por ella. Cuando la mujer decide marcharse, el escritor se ofrece a llevarla en su avioneta. Durante el viaje, ella, sin darse cuenta, pone una cartera en la palanca de mandos del avión, el rumbo del vuelo varía sin que ellos lo adviertan y se estrellan en medio de la selva.
Detalles de la película
- Titulo Original: Run for the Sun
- Año: 1956
- Duración: 95
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
5.9
96 valoraciones en total
Basada en The most dangerous game, novela de Richard Connell (periodista y escritor de relatos cortos, autor también del guión , Oscar incluido, de Meet John Doe – Juan Nadie- de Frank Capra), la película no hace honor a una obra de suspense que ya había sido objeto de otras versiones como por ejemplo El Malvado Zaroff.
Floja y, sobre todo, irregular, no cae absolutamente en la mediocridad por la profesionalidad de Richard Widmark y por esas gotas de calidad cinematográfica que deja Trevor Howard. Del resto poco hay que decir. Si lo olvidan pronto tampoco pasa nada. Esto no es El fugitivo ni La caza de Saura. Estos son dos seres extraordinarios, incansables y fuera de lo normal siendo perseguidos sin éxito por toda una jauría de perros salvajes y dos ex nazis jugando al escondite. Ciertamente al escondite inglés.
Lo de inglés quiero resaltarlo por su director, del que he leido cosas interesantes respecto a sus trabajos con su hermano gemelo John. Evidentemente no me estoy refiriendo a esta pelicula pero si a trabajos como Ultimatum, Oscar a la mejor historia del 52 u otros films con Peter Sellers como por ejemplo I,m all right, Jack, año 1959, con esa vena satírica inglesa tan atractiva especialmente despues de conocer los trabajos Monty Python.
Probablemente la cosa esté complicada pero trataré de encontrar alguna empresa conjunta de los Boulting en esta línea. No hay mal que por bien no venga…
He de reconocer lo mucho que disfruté con esta película, la recordaba vagamente de cuando era pequeño, y a medida que transcurría me iba acordando, fue una grata sorpresa haber dado de nuevo con ella.
No se trata de una magnífica película, eso está claro, pero tiene algo especial, como muchas de Richard Widmark, que me atrae de una forma inconcebible, pues sabemos que el argumento está muy visto, pero aún así nuestros ojos no pueden evitar no ser despegados de la pantalla.
Del director, Roy Boulting, es la única que he visto de el, pues solo sabía que tenía unas dos o tres con Peter Sellers, no veo que lo haga tan mal.
En la fotografía está el gran Joseph LaShelle, no sé, siempre me ofuscaron sus fotografías nítidas.
En resumen, una película que recomiendo a todo el mundo, pues estoy seguro de que lo pasarás bien.
Singular película de aventuras y del que se debería tomar un afecto porque presenta un argumento muy sencillo y que acaba encadenando en un producto a la mar de entretenido, tomando las bases de la manufactura de la época, y que nos lleva a los escenarios de la frondosa selva de América Central donde se produce parte de la acción.
La búsqueda de un popular escritor que huye del mundano ruido para refugiarse en un otro yo, amparado por otras culturas de las que puede disfrutar y tomar parte (cual Hemingway o Lowry, tras el olvido y la autodestrucción sin búsqueda de autocompasión sinó de uno mismo), es la intención de una periodista (Jane Greer) para dar con la pista de Michael Latimer (Richard Widmark), que ha apartado la máquina de escribir para entregarse a la caza, a la pesca y a la bebida en pleno corazón de México para huir de su pasado. Ese encuentro propiciará la segunda trama del film parapetado por otro e inesperado reencuentro con dos fugitivos (Trevor Howard y Peter van Eyck) de la guerra de Europa, refugiados en su santuario en mitad de la jungla.
La película fue una de las pocas producciones rodadas en Estados Unidos por el director británico Roy Boulting, autor de una extensa filmografía en que aparecen interesantes títulos de contenido político y social como Buscando el Éxito (Fame is the Spur, 1947), The Guinea Pig (1948), Ultimatum (Seven Days to Noon, 1950), Nervios Rotos (Twisted Nerve, 1968), o Solo contra la Ciudad (The Last Word, 1979).
Un film del que vale la pena disfrutar y que las aburridas tardes de sábado te agradecerían su pase. Indicado como tal.
Se trata de una película de intriga donde una periodista de una afamada revista, Katty (Jane Greer), llega a un perdido pueblo mejicano para entrevistar y escribir un reportaje sobre Michael Latimer (Richard Widmark), un famoso y perdido novelista. El escritor, que pronto queda prendado de le bella Jane Creer se ofrece a llevar a la reportera en su avioneta de vuelta, pero por un eror menor, acaban perdiéndose en la selva y cayendo en un lugar donde viven dos personajes de cuidado, huidos tras la pérdida de Alemania en la segunda gran guerra.
Es una peli, como su nombre indica, de huida, de intento de escapar de una muerte cierta. El mérito principal del film radica en las magistrales presencias e interpretaciones de Richard Widmark ante todo, pero también está muy bien Trevor Howard, y aunque la chica Jane Creer no está redonda, se le perdona por su belleza y su presencia ante la cámara. La fotografía es también muy buena y la dirección pasable. Pero claro, el guión de Roy Boulting y Dudley Nichols basado en una historia: Richard Connell queda cortito, y con una partitura así no se puede hacer una sinfonía. Lástima, pues la película hubiera merecido otra trama y otro desenlace más elaborado. Pero por ver al gran Richard Widmark, cualquier cosa.
Las críticas anteriores de los usuarios son muy válidas y confirman la ficha de la película con los datos técnicos, que siempre son necesarios pero para quien les guste este tipo de cine, y quiera un comentario sin más, diremos que Huida hacia el sol, tiene mucho romanticismo del de entonces, de aquel en el que las películas no eran perfectas, sino que se limitaban a seguir el orden sin desviarse: primero las presentaciones y luego la trama en forma lineal y cronológica.
Las actuaciones encajan perfectamente en lo que se cuenta. Son personajes que dan el aire que tienen que dar: el escritor a lo Hemingway, corresponsal de guerra que lo fue y alejado románticamente del mundo civilizado, la periodista a la caza del escritor para su reportaje estrella, y los nazis, escondidos también del mundo civilizado pero por otros motivos más prosaicos.
Nos presentan San Marcos, una población mejicana con una pista de tierra por aeropuerto como lugar de introducción. Tiene una escasa población que no hace más que holgazanear para dar la impresión de ser el lugar ideal para que se hubiera perdido nuestro intrépido aventurero y, luego, para el encuentro con la mujer. Un lugar detenido en el tiempo y sin nada que hacer. San Marcos, podemos reconocerla por la bonita iglesia frente a la calle principal, que parece la misma pero reformada que se ve en fotos de actualidad.
La película tiene o intenta tener, el encanto de las aventuras del americano que huye de la fama, que la desprecia, y vive su romántica existencia pescando, cazando y bebiendo con esos nativos que, por supuesto, le tienen como un gran tío y señor al que respetar y obedecer. Una situación muy típica por aquellos años del héroe americano y que sería interminable ponerse a dar ejemplos de películas que se ambientan de la misma manera.
Por supuesto, la aventura no es nada si no aparece la heroína americana, la periodista desenvuelta, valiente, que tendrá su encontronazo con el escritor, el principio de tan dulce idilio.
A continuación la pareja llega sin querer a una vieja población escondida en la selva en la que llama la atención las construcciones, típicas españolas, que resultan formar parte de lo que fue una refinería de azúcar de la época de Hernán Cortés. Cuando Mike (Richard Widmark) y Katie (Jane Greer) se encierran huyendo de los perros, se ve perfectamente que ese edificio es una Iglesia, incluso se ven los bancos y un crucifijo muy llamativo y grande que tendría su valor, aunque estuviera almacenado en el suelo.
Allí, la pareja, entablarán contacto con unos siniestros personajes. Pues sí, Peter Van Eyck, como personaje nazi se hace odioso, y siendo un holandés más todavía, y Trevor Howard, espléndido como siempre, entrañable, convence con su aire misterioso y deprimido tras diez años escondido en el culo del mundo y con tan penosa compañía.
Interesante ejemplo de romántica aventura que discurre sin demasiadas complicaciones porque lo que importa es el espíritu, el espíritu de aventura del hombre y la mujer.
No es el film una joya escondida en la selva, pero San Marcos, hoy día, tiene pinta de ser un lugar encantador.